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La Columbia Británica, bañada por las aguas del Océano Pacífico, es uno de los lugares más bonitos de Canadá. Allí, dentro de un paraje que deja sin palabras a sus visitantes por su gran belleza, se levanta esta casa de madera, un trabajo del arquitecto Kevin Simoes.
Esta casa en la Columbia Británica es el deseo de una pareja. Tener un lugar para retirarse en vacaciones y fines de semana, dejarse envolver por la naturaleza y desconectar de la rutina diaria. El trabajo de Simoes ha hecho que esta cabaña de madera sea admirable tanto por dentro como por fuera, consiguiendo una edificación minimalista con mucho encanto.
La ubicación de esta casa de madera la encontramos en el distrito de Sechelt. Por las características de su diseño y sus materiales, se adapta bien al entorno que le rodea, sin producir un fuerte impacto visual.
Es interesante saber que esta cabaña está realizada con madera de abeto, con suelos de madera de arce y techos metálicos. Además, cuenta con un preciso sistema de recolección de agua de lluvia, comprometiéndose con el medio ambiente.
En la estancia principal de la casa encontramos un gran espacio abierto que hace las veces de salón, de comedor y de cocina. Un espacio muy luminoso gracias a unos amplios ventanales que además de dejar pasar la luz del sol, ofrecen una maravillosa vista del paisaje exterior.
Un pequeño camino de piedras grises nos lleva hasta la puerta de entrada a la casa. A la derecha, encontramos una puerta más estrecha que nos da acceso directo a la sala de lavandería.
El exterior de la casa está realizado completamente con madera de abeto, cuidando todos los detalles y evitando trabajar con partes de la madera muy susceptibles a la climatología y al paso del tiempo. Debido a que no hay muchas ventanas que puedan abrirse en la fachada frontal, la puerta principal está dotada de unos ojos de buey abatibles, ideales para la ventilación.
La planta más alta de este hogar es un loft que se utiliza tanto de biblioteca como de sala de estar y de descanso. Además, cuenta con una librería empotrada que termina de completar este ambiente tan acogedor.
La importancia de la amplitud y de los grandes espacios sin interrupciones hace que tengamos una vista del interior tan impresionante como esta.
La cocina se encuentra en la planta principal. Cuenta con una pared de azulejos blancos y electrodomésticos de acero inoxidable que encajan bien dentro de este hogar.
Una serie de escaleras flotantes de madera, acompañadas de unas barandillas de acero y cable son las encargadas de darnos acceso entre plantas. Desde la superior hasta la principal, y desde allí hasta la planta, baja donde se encuentran dos dormitorios, una sala de vino, una sala de grabación y otra de comunicación.
La habitación principal cuenta con un baño propio muy espacioso, con una gran bañera como punto fuerte. Los acabados del aseo son sencillos, incorporando baldosas de travertino.
Gracias a las puertas correderas y a los ventanales, este baño goza de unas excelentes vistas al océano de las que se podrá disfrutar al tiempo que se toma un baño o ducha relajante.
El baño de invitados, localizado en la planta baja también cuenta con un cuidado y sencillo diseño.
Desde la habitación principal, por la parte trasera, se accede a una preciosa terraza que recorre toda la longitud de la casa. Un espacio más que invita a la relajación y a disfrutar de las vistas del mar.
Si la parte frontal de esta casa era acogedora, la parte trasera es, sencillamente, perfecta. Destacan, por encima de todo, amplios ventanales en todas sus plantas que hacen de esta casa un hogar luminoso y cálido gracias a los rayos del sol que dejan pasar. Su vista nocturna tiene mucho encanto.
Una casa de ensueño junto al mar de la que todo el mundo querría disfrutar.