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El mármol es un material lujoso, atractivo y con múltiples posibilidades. Crece cada vez más como tendencia en decoración, y aquí te traemos algunas claves para incorporarlo a nuestros hogares.
Los atractivos del mármol son muchos: es un material natural, de calidad, que puede tener diferentes texturas y tonos y que pese a su gran resistencia es fácil de trabajar (lo cual permite crear una gran cantidad de formas y diseños con él). El mármol blanco y gris, en particular, gracias a la pureza de su color y a su cualidad escultural, es la mejor opción para convertir cualquier pieza en casi alegato artístico-escultórico más que en un mero mueble.
[bctt tweet=»El #marmol blanco es una de las tendencias del año en #decoracion. ¡Descubre las claves para utilizarlo!»]
Atemporal, elegante y versátil, puede funcionar tanto en los estilos más contemporáneos como en los más clásicos. Además, la variedad de mármol blanco que contiene vetas de tonos más oscuros de gris y negro crea tendencia por su atractivo y se cuela en la decoración más puntera.
El baño y la cocina son los espacios habituales para el mármol, donde su blancura y resistencia son perfectos tanto funcional como estéticamente. Aunque este material pueda parecernos una opción un poco clásica, existen muchas formas de reinventarlo para conseguir espacios actuales pero elegantes: el estilo minimalista, por ejemplo, es perfecto ya que el mármol por sí mismo, gracias a su textura, ya resulta atractivo y puede funcionar con las líneas más simples y no es necesario recargarlo.
Pero lo más innovador y creativo puede ser sacar este material de esos espacios y probar a utilizarlo en otras estancias de las casas u oficinas como el salón. Una pared completamente recubierta de mármol, por ejemplo, ya aporta una personalidad y una fuerza estética a cualquier sala que no necesita de más esfuerzos decorativos.
El mármol es un material caro, pero incluso los presupuestos más ajustados pueden contar con él a la hora de decorar. Recubrir las paredes o suelos con mármol puede ser demasiado costoso, pero hay otras formas de incorporarlo más asequibles: en primer lugar, pequeños toques de este material en el mobiliario o los objetos decorativos pueden ser suficientes para aportar un toque de sofisticación atemporal a cualquier estancia.
Las mesas, por ejemplo, ya sean de comedor o mesitas de té, pueden ser una buena opción para incorporar segmentos de mármol y ser una buena alternativa a la madera o el cristal clásicos. Requieren, eso sí, de una buena manutención, porque aunque sean superficies muy fáciles de limpiar debemos procurar eliminar cualquier mancha inmediatamente para que no deje señales en el mármol blanco.
Incluso los objetos decorativos más pequeños, como bandejas, estatuas o sujetavelas, pueden bastar para dar a nuestras salas el toque suficiente de atractivo del mármol. Además de ser la opción más barata para utilizar este material en decoración, por el reducido tamaño de estas piezas, el mármol es una garantía de resistencia y durabilidad para todos esos objetos cuya fragilidad puede causarnos disgustos, como jarrones o platos.
Optar por lo más clásico o buscar la originalidad en formas y espacios, invertir en elegancia o recurrir a acentos decorativos más económicos… Todas las opciones son buenas cuando se trata de utilizar el mármol en nuestros interiorismos y conseguir ese toque atemporal de lujo y sofisticación.