Contenidos
Decorar las paredes con platos fue tendencia hace muchos años, y quizá haya a quien le suene anticuado. Sin embargo, las tendencias decorativas están recuperando este elemento y adaptándolo a los estilos modernos.
Utilizar vajilla y cerámica colgada de las paredes para decorar interiores es tendencia. En otras ocasiones os hemos hablado de cómo crear conjuntos decorativos enteros con solo un elemento, como los espejos o los libros, y ene sta ocasión le toca el turno a un objeto que se está reinventado como medio de moda para la ilustración, el diseño y el interiorismo: el plato.
Los platos pueden ser, de por sí, elementos muy bonitos, decorados con todo tipo de imágenes, colores y texturas; pero si encima los combinamos y disponemos de formas creativas, pueden transformar por completo el aspecto de una estancia. La versatilidad que ofrecen en cuanto a tamaños, diseños, tonos, texturas…; nos permiten innovar a nuestro gusto con la forma en que organizamos y planteamos las composiciones.
La clave está en adaptar esta decoración para que sea vintage en lugar de anticuada, y kitsch en lugar de rococó. Es decir, aprovechar la inspiración clásica y las reminiscencias retro o rurales que puedan aportar los platos pero en armonía con un estilo más moderno y renovado. Las paredes decoradas con platos encajan a la perfección dentro del estilo shabby chic, si combinamos modelos antiguos con otros de diseño contemporáneo; con el vintage, si el conjunto de la decoración del cuarto también sigue esta estética; y si empleamos tonos pastel dotaremos a cualquier habitación de un dulce aire naïf.
Para colocar los platos, sería recomendable dibujar primero sobre papel cómo pensamos disponerlos: formando alguna forma en concreto, encajando unos con otros, superponiéndolos, ocupando más o menos superficie… Una vez tengamos el diseño, colocamos la plantilla con el contorno de los platos sobre la pared y por medio de adhesivos, placas de suspensión, alcayatas o algún otro medio que escojamos, los fijamos bien en su sitio.
Podemos dejar volar nuestra creatividad, eligiendo si hacemos conjuntos heterogéneos u homogéneos en función del color, la forma o el diseño. Podemos, por ejemplo, utilizar platos de diferentes estilos pero de un mismo color como el blanco, que aporta una unidad.
[bctt tweet=»¿Te animas a decorar con platos? ¡Conoce la última tendencia para llenar de estilo las paredes de tu casa!»]
También podríamos combinar platos de colores en los mismos tonos, algunos de colores lisos y sólidos y otros con estampados, pero dentro de la misma gama cromática. Sería posible utilizar solo vajillas antiguas, o solo piezas modernas, o mezclar ambas… Incluso combinar platos sin ningún orden o concierto de base, basándonos solo en nuestro gusto personal y diseñando mezclas eclécticas.
También está la opción de combinarlos con otros elementos decorativos de pared, como cuadros. Podemos asimismo transformarlos colocando dentro fotografías o palabras, o enmarcarlos, o pintar figuras a su alrededor… La única limitación a sus posibilidades es nuestra propia creatividad.
Además, los platos se están convirtiendo en uno de los soportes preferidos para artistas e ilustradores. Es decir, que decorar con platos ya no es solo una forma de dar salida a las vajillas antiguas que ya no usamos o a las piezas sueltas que hayan quedado desparejadas, sino que puede ser una forma asequible de decorar con arte. Por ejemplo, los platos de Fornasetti utilizan el binomio blanco y negro y resultan muy sofisticados; José Antonio Roda los decora con retratos pop art de celebridades y artistas, el artista Ruan Hoffmann utiliza la cerámica como material lienzo en su obra, y los platos decoupage de John Derian ganan fama desde el otro lado del Atlántico.
Marcas como Zara Home o Anthropologie ofrecen cerámica decorativa asequible con diseños bonitos y versátiles, y otras firmas independientes más pequeñas ponen a nuestra disposición modelos más personales y de realización artesanal: por ejemplo, Abe the Ape ha logrado el éxito con sus coloridas y simpáticas ilustraciones, mientras que Chichinabo Inc. ha conseguido elevar lo mundano y ordinario a la categoría de inspiración artística con sus diseños sencillos y costumbristas.
Los platos pueden ser, por tanto, un objeto de coleccionismo, una antigüedad con valor personal, un recuerdo de viajes con el que dibujar un mapa en nuestras paredes (allá donde vayamos encontraremos artesanía en cerámica local)… Es hora de desterrar las ideas de que los platos solo sirven para colocarse en la mesa o guardarse en el armario, y que colgarlos de las paredes es anticuado. La decoración con platos vuelve con más fuerza que nunca y nos anima a combinarlos sin miedo, a buscar el trabajo de artistas e ilustradores, a reutilizar piezas a las que no dábamos uso; en definitiva, a ser creativos y personalizar nuestros hogares con estilo e imaginación.