Hay un tipo de vivienda que es objeto de deseo, al menos en alguna etapa de nuestra vida, de todos nosotros: los áticos abuhardillados. Quizás ahora se construyen algo menos por la influencia de los lofts y la comodidad de los techos a una altura única, pero el encanto de una buhardilla, lo acogedora que resulta es algo que pocas construcciones pueden igualar.

En su día ya hablamos de 39 ejemplos de áticos con encanto, pero hoy nos vamos a centrar más en los dormitorios abuhardillados que, según nuestro punto de vista, son una de las habitaciones en la que mejor se puede disfrutar de este tipo de estructura.

Lo cierto es que tener un techo a dos aguas ya de por sí tiene un encanto especial, pero si además éste se recubre de madera blanca y en él se dejan una serie de vigas vistas en el tono original de la madera, la belleza está servida. Es el caso de este dormitorio que por si fuera poco, cuenta con una de las paredes enladrilladas lo que hace una combinación increíblemente personal con la calidez que confiere el techo a toda la estancia.

Una claraboya muy amplia en el techo, hace que la luz penetre a raudales en este dormitorio. Los detalles decorativos, los justos: fotos en blanco y negro, lámparas con cierto aire industrial en plata y tamaño discreto y mucho blanco en paredes y sábanas. El toque final idea, la colcha mostaza, un color que nos vuelve completamente locos cuando se combina con los blancos o es protagonista de alguna habitación.

En este loft, también encontramos el techo abuhardillado, pero a una doble altura, lo que resulta perfecto también. La sensación es de amplitud, pero el encanto del techo no se pierde. Las paredes de ladrillos en blanco desgastado combinan a la perfección con la limpieza de elementos que se utilizan para decorar esta habitación. Mezcla de diseño, handmade (palet como somier) y restauración (thonet en blanco) es un estilo que nos apasiona por su sencillez y espontaneidad.

Algo más moderna que la anterior es esta construcción con buenas vigas de madera a la vista y también una considerable altura del suelo al techo. La idea de rodear la cama de librerías nos parece perfecta, ya que el rincón creado en esa parte de la casa invita a la lectura calmada y a irnos incluso antes de tiempo a la cama para disfrutar de un buen libro.

Con menor inclinación y con una decoración más moderna encontramos esta habitación semiabuhardillada en la que destacan las diferentes tonalidades elegidas para los complementos. La alfombra de pelo y su color ayudan a que el espacio sea aún más acogedor.

Aquí tenemos el ejemplo de una habitación abuhardillada romántica. Los muebles y complementos hacen todo. El techo, con solera, ha sido pintado en un blanco roto y también aquí se encuentra a una altura considerable. No cuenta con claraboya, sino que la ventana aparece como si de una habitación normal se tratase. El cabecero de forja claro, la mesa camilla de noche, la butaca (en este caso nos recuerda al diseño nórdico) y la cortina que sustituye la puerta del armario, convierten a este lugar en un ejemplo de romanticismo rústico.

En esta habitación tenemos una bajada del tejado, pero su inclusión ha sido totalmente minimal. La forma da mucho juego para obtener una habitación con personalidad, pero los dueños, han creado una habitación infantil abuhardillada de estilo nórdico que irradia mucha paz y limpieza. Sin duda, muy inspiradora para el espacio de los más pequeños.

Otra habitación infantil, en esta ocasión doble, en una zona preciosa donde se ha techado en horizontal la parte central y caen las aguas del tejado a ambos laterales de la habitación. Todo está decorado pensando hasta en el más mínimo detalle, con un estilo que nosotros denominamos americano chic: estor a medida, estilizadas estrellas de vinilo o pintura distribuidas en un tono beige a lo largo de las partes abuhardilladas de forma cuidadosa y milimétricamente calculada, apliques clásicos dorados y tulipa blanca, banco con almacenaje diseñado para el hueco entre las dos camas y estilosos cojines que armonizan con los tonos beiges cerrando los detalles junto la moqueta de la misma tonalidad.

A continuación, tenemos una propuesta que para los niños nos encanta, una habitación abuhardillada con estilo boho. Techo con vigas de madera clara renovadas pero con un toque rústico y gran ventanal con vistas a los árboles del exterior. Dos pequeñas camas con acolchado neutro y todo el color puesto en los complementos. Los cojines nube y estrella y las banderolas triangulares con dominante fucsia con estampados florales y geométricos en random son fundamentales para cerrar el estilo de este cuarto infantil.

Y por último, este dormitorio con una disposición que nos tiene enloquecidos. Entre las vigas vistas de color claro, la lámpara sutil de cristales. La decoración de la pared con sombreros, la hornacina en la pared (ojo al foco halógeno que le dará un toque protagonista por la noche) y esa cama empotrada en el hueco… Nos imaginamos pasar horas en este lugar, al lado de esa ventana abierta a la naturaleza. Totalmente idílico. Desde luego, una habitación para soñar despiertos.

Imágenes vía: Shelterness