Las tendencias cambian con el paso de los años y con ello la distribución en los hogares acorde a las necesidades del momento. A medida que los precios de las propiedades han aumentado, el tamaño de las casas se ha visto reducido y la cocina ha sido una de las estancias que sacrificó en espacio.

Consejos para organizar una cocina pequeña

A principios del 2018 una investigación de LABC Warranty, grupo de reguladores de construcciones británico, muestra que las cocinas en las casas se han reducido a menos de 55 metros cuadrados, cuando antiguamente en los años 70 el promedio era de 70 metros cuadrados.

Esto nos hace entender que el arte culinario casero no es tan frecuente como hace unos años. Bien es cierto que en la época de nuestros padres y abuelos la cocina era el corazón del hogar, la cual surgió en parte como símbolo de estatus al ser demostrable que la mujer podía dedicarse a ella a tiempo completo. Sin embargo, a finales del siglo XX y principios del XXI, la mujer se incorporó al trabajo, el reparto de tareas en la familia tuvo su importancia, y la cocina empezó a no ser una de las prioridades.

Por otro lado, el ritmo de vida que llevamos actualmente nos deja a veces muy poco tiempo para la cocina y tendemos más a consumir fuera de casa. Por ejemplo, es un hecho que en muchos pisos de estudiantes en todo el mundo ya no disponen de tanto espacio para la cocina, aumentando así la presencia de las cocinas compartidas.

piso sencillo de estudiantes con cocina muy pequeña

Además, actualmente en muchas mudanzas destaca la búsqueda de viviendas con menos habitaciones que antes, seleccionando así aquellas en las que la cocina se pudiese incorporar al salón para primar el espacio y añadirle unos metros más. La cocina ha pasado a un segundo (incluso tercer) plano y en parte es porque ahora priorizamos más otras cosas que antes no, como baños más grandes o vestidores independientes.

Los servicios de comida a domicilio en aumento

Uno de los factores actuales que amenaza el futuro de las cocinas es el uso de aplicaciones de entrega de alimentos. Hacer pedidos se está volviendo cada vez más popular y claramente rentable para muchas familias, pues el costo total producción y entrega de comida se acerca cada vez más al costo de la comida casera.

Esto lo muestra otro estudio de LABC titulado “¿El fin de las cocinas?” donde expone que para el año 2030 el fenómeno de la comida a domicilio será masivo y diario en muchos hogares. Aquí entra un factor económico importante, pues es cierto que la comida en el hogar sigue siendo bastante más barata que utilizar aplicaciones de comida rápida pero, sin embargo, este estudio predice que “el costo total de producción de una comida preparada y entregada profesionalmente podría acercarse al costo de comida casera o superarla cuando se tiene en cuenta el tiempo.”

Cohousing, el fenómeno comunitario

Otra de la tendencia que cada vez más está emergiendo y que supone también la futura extinción de estos espacios, es el fenómeno cohousing. Ya lleva varios años, pero ahora más que nunca y en respuesta al aumento de personas que viven en soledad, se han creado espacios de convivencia que incluye compartir las zonas comunes, y entre ellos están las cocinas compartidas. Por eso mismo hay muchas personas que piensan que los hogares sin cocina individual son la clave para crear una sociedad más colaborativa y unida.

Cohousing, en la arquitectura la soledad no tiene lugar

cocina comunitaria para cocinar más de uno

Kitchenless, un nuevo concepto en el siglo XXI

Un proyecto muy interesante que trata el tema de las casas sin cocina es el trabajo de la arquitecta Anna Puigjaner, denominado Kitchenless. Gracias a su estudio ganó un premio de la Universidad de Harvard, en el cual principalmente investigó diferentes bloques de viviendas con espacios comunes. En él habla del papel de la mujer en la cocina, la política y la construcción de la familia ideal propia del siglo XX, y con él el cambio de mentalidad que conllevó. Es partidaria de analizar nuestras necesidades y mirar a la vivienda no sólo por su superficie, sino por sus usos, y eso muchas veces supone la desaparición de la cocina en nuestro hogar, como es su caso personal. Anna cree en una cocina comunitaria hoy en día, mientras que los espacios individuales pueden contar con algún electrodoméstico para cocinar de vez en cuando, pero sin alterar el espacio dedicándole una habitación entera.

La polémica de esta tendencia está servida

Sin embargo, el tema de las casas sin cocina no ha pasado desapercibido y ha dado de qué hablar en estos días. Hemos podido ver cómo debido a un reportaje publicado por el diario El País bajo el título de «¿Y si los pisos del futuro no tuviesen cocina?» ha habido bastante polémica en plataformas como Twitter por parte de muchos usuarios que han considerado esta novedad como un auténtico atraso en lugar de tomarlo como una posible evolución en la sociedad.

Lo cierto es que la cocina en casa ya no tiene la misma importancia que hace unos años, incluso es una actividad que a los más jóvenes ya ni siquiera llama la atención tanto para hacer junto a amigos o pareja. Nuestro ritmo de vida hace que sea más cómodo para nosotros pedir comida a domicilio, reduciendo a la vez inconscientemente la importancia del espacio de las cocinas en nuestros hogares. ¿Supondrá esto el fin de las cocinas en los hogares en un futuro no muy lejano?