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Se conoce como neoimpresionismo al movimiento artístico desarrollado en Francia hacia finales del siglo XIX concretamente. En él, se conjugan una serie de pictóricas tendencias en las que se profundizan en determinados rasgos visuales de la pintura impresionista. El neoimpresionismo en el arte se configura a partir de dos rasgos fundamentales de este último: el puntillismo y el divisionismo.
Inicios del neoimpresionismo
Félix Fénéon fue un crítico y teórico belga, quién inició la difusión de los principios neoimpresionistas. Según él, miró otras propuestas como una suerte de renovación del impresionismo, en la que los artistas pretendían generar un enfoque científico en la pintura, especialmente por aplicar tanto la matemática, como teorías de la óptica a la composición de las obras.
En su libro Les Impressionistes publicado en 1886, Félix Fénéon dedica ampliamente su opinión en relación a determinadas obras especialmente de Georges Seurat. En ellas, notó la aplicación de forma sistemática de la pintura que éste empleó, crítica que ya había realizado en La Octava Exposición Impresionista en La Vogue, pero que en su libro, al mismo tiempo, ya habría introducido el término neoimpresionista, desplegando de esta manera tal término entre los seguidores del artista.
Antecedentes del neoimpresionismo
Además de Georges Seurat, otros artistas desarrollaron tales técnicas neoimpresionistas, aunque todos inspirados e influenciados tanto por científicos, como teorías del mismo pensamiento científico y positivista. Algunos fueron los siguientes:
- Charles Henry: sus teorías estéticas fueron de gran influencia. Sostuvo en su publicación Estética Científica (publicada en 1885), que los colores y las líneas podían generar diversas emociones en quién las mire.
- Michel – Eugène Chevreul: desarrolló diversas teorías en torno al color, siendo químico, las cuales también lograron influenciar a los neoimpresionistas.
- Pensamiento positivista y cientificista: la sociedad europea de finales de siglo XIX estaba envuelta de ellos, siendo como contexto socio – histórico y de gran influencia para los artistas.
- El impresionismo: los artistas de este movimiento artístico fueron, indudablemente, de gran inspiración, en especial por los efectos de la luz generados sobre los objetos en sus pinturas.
El neoimpresionismo como movimiento artístico
El neoimpresionismo como movimiento arranca desde las críticas realizadas por Félix Fénéon en 1886, aunque ya venía gestándose desde dos años antes, cuando el mismo artista Seurat se encontraba ya aplicando las técnicas neoimpresionistas en sus obras.
Sin embargo, su fin se estipula hacia 1935, cuando fallece Paul Signac, un gran portavoz del movimiento, influenciado por el gran Seurat. Al mismo tiempo, otros pocos artistas desarrollaron también estas técnicas en algunas de sus obras, y que también lo defendieron como técnica pictórica.
Algunos de ellos fueron, además de Seurat y Signac, Camille Pizarro, Maximilien Luce, Henri Edmond Cross, Théo van Rysselberghe, George Lemmen, Jan Toorop y Albert Dubois-Pillet. Cuando inició como movimiento el neoimpresionismo, los que le seguían fundaron la llamada Société des Artistes Indépendants.
A pesar de ello, y de que el mismo Signac le siguiera hasta su muerte, su popularidad no perduró demasiado. A principios de siglo XX, gracias a técnicas de otros artistas como Henri Matisse y el mismo Vincent Van Gogh, la fama del neoimpresionismo se redujo considerablemente.
Principales características del neoimpresionismo
Al inicio, mencionamos dos de los rasgos fundamentales que caracterizan al neoimpresionismo: el divisionismo, y el puntillismo. El primero, propuesto por el mismo Seurat, se enfoca en el empleo de pinceladas divididas en trazos bastante pequeños, colocando al mismo tiempo un eje que dividía los colores entre sí.
Por otro lado, el puntillismo básicamente se enfoca en la aplicación de pintura a partir de pinceladas que formaran puntos y así descomponer la imagen enteramente, pero formándolas al mismo tiempo a partir de ellos. Esta técnica fue empleada en gran medida pro Signac. Sin embargo, muchas otras son las características que determinan a las técnicas empleadas por el neoimpresionismo en el arte, tales como las siguientes:
- Para lograr plasmar la luz como fundamento principal en el neoimpresionismo, era necesario hacer uso de los colores primarios dentro de la paleta de colores primarios a partir de puntos, era esta la forma de lograrlo. Asimismo, todos estos puntos necesariamente debían ser de igual tamaño uno del otro para lograr tal efecto. Muchos de los casos de estas pinturas, la imagen podía extenderse hasta el marco.
- El claroscuro para la creación del volumen queda descartado por los artistas neoimpresionistas, así como el uso de las tradicionales perspectivas para la construcción de las imágenes. Por tal razón, el aspecto aparente de estas obras son planas y algo artificiales.
- La finalidad del neoimpresionismo en el arte, era provocar tanto estados de ánimo, como emociones en cada una de sus representaciones pictóricas, para ello se hace el uso de colores y líneas determinadas.
- A pesar de lo breve de este movimiento artístico, fue de gran influencia para otros movimientos que nacieron posteriormente, tal como el fauvismo.
Principales representantes del neoimpresionismo
A pesar de que hemos mencionado algunos de los representantes principales del neoimpresionismo en el arte, para la historia solo fueron dos los que no solo dieron luz a este movimiento, sino que lo siguieron con grandes creencias. Paul Signac y Georges Seurat fueron ellos.
Saurat generó algunas incógnitas que ayudaron darle luz a este movimiento, entre ellas, se preguntaba si era el artista o el mismo ojo humano el que se encargaba de mezclar la luz, en medio de su búsqueda intentando introducir a la pintura conceptos científicos. Por esto y más, se le conoce como el fundador del neoimpresionismo, siguiéndole Signac en todas las técnicas empleadas.
Georges Pierre Seurat, 1859 – 1891
Georges-Pierre Seurat nació el 2 de diciembre del año 1859 en París. Fue él quien fundó lo que conocemos hoy como neoimpresionismo en el arte, llevando sus ideas en torno a la ciencia directamente a la pintura a partir del estudio del color.
Llevó la teoría de la aplicación científica del color a la práctica, considerando que las leyes de la naturaleza se podían llevar a la pintura. Se cuestionaba la idea de que son los ojos los que llevan la mezcla de colores y no el mismo artista. Para Seurat, es el espectador el que genera la paleta de colores, no el artista.
Hizo nacer el puntillismo, como una suerte de ramificación del impresionismo, de la que al mismo tiempo, a posteriori, nacería el fauvismo. Asimismo, se interesó fuertemente por el estudio del color. Hoy día podríamos llegar a entender que fue un artista que se adelantó a su época, mirando los píxeles que hoy miramos a través de una pantalla, pero en la naturaleza, siendo él mismo quién lo plasmara en la práctica pictórica a través del puntillismo.
Aplicó el puntillismo en todo lo que miraba, creándolo en una pintura, sin embargo, falleció cuando tenía tan solo 31 años de edad, el 29 de marzo de 19891, dejándonos una extensa y extraordinaria obra original, logrando fusionar las emociones, con la ciencia.
Paul Signac, 1863 – 1935
Paul Signac junto a George Seurat son reconocidos por haber desarrollado la técnica del puntillismo convirtiéndose en una de las principales características del neoimpresionismo en el arte. El parisino nació en torno a una familia bien acomodada, quizás una razón para que no dudara en abandonar su posible futuro como arquitecto, por los trazos pictóricos que realmente le apasionaban.
Nació el 11 de noviembre del año 1863 en París. Se le conoce por las ideas en torno el neoimpresionismo de liberar el color con respecto al objeto. De sus influencias primeras fueron Monet, Renoir y Pissarro, aunque más tarde, al conocer a Seurat, fundó junto a él el Salón de los Independientes de París en 1884.
Sin embargo, fue en 1886 que nació de manera oficial la escuela pictórica del puntillismo, en la que además de Signac y Seurat, también formaron parte Camille Pissarro, Henry-Edmond Cross, Théo van Rysselberghe y Maximilien Luce, los cuales se reunían con la misma finalidad de realzar la luminosidad posible a través de las diversas técnicas del neoimpresionismo.
Paul Signac no se quedó solo con la práctica pictórica del neoimpresionismo, sino que más tarde, en 1899, escribió un libro sobre teoría del color titulado De Delacroix Neoimpresionismo, convirtiéndose en el mismo manifiesto del movimiento artístico.
Sus últimos días los pasó realizando acuarelas en las que había ya abandonado la técnica del puntillismo, trabajando desde la imaginación, más que de la observación directa como se solía realizar. Falleció de septicemia cuando tenía 71 años de edad el 15 de agosto de 1935.