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Las maletas antiguas se han convertido en un objeto decorativo de lo más demandado. Si antes servían para viajar ahora hacen las veces de mesilla, estantería o aparador. Y es que la tendencia DIY vuelve a reciclar un elemento que aporta al hogar una estética vintage y retro única. Por ello, estas Fiestas pueden ser la oportunidad perfecta bien para adquirir aquella que andabas buscando o bien para recuperar las que guardan polvo en el desván y darles un nuevo uso.
En lo que a maletas se refiere, podemos destacar que existe una gran variedad de tamaños, estilos y colores. Aquí van algunas ideas que pueden serviros como fuente de inspiración.
Si tu hogar es de estilo rústico con predominio de muebles de madera y colores suaves, lo mejor es optar por la mezcla de maletas de mimbre con maletas antiguas de cuero en colores tierra. El resultado es realmente perfecto, consiguiendo pequeñas dosis de aire vintage.
De acuerdo a la tendencia DIY, puedes optar por lacar las maletas según la paleta de colores de tu hogar. Este es un buen ejemplo, maletas pintadas en blanco que coinciden con la estética campestre y hogareña de la casa. En sucesión piramidal por tamaños, se convierten en un objeto decorativo más que asume las funciones de aparador.
En la primera imagen, podemos apreciar un dormitorio de estilo minimalista donde las maletas se convierten en perfectas mesillas de noche mientras que, en la segunda, sirven de baúles para guardar todos los juguetes u objetos que anden sueltos por la casa. Una fórmula sencilla para mantener el orden.
Si más que con maletas, sueñas con grandes baúles también podemos ofrecerte unas gotas de inspiración. Nuevamente, el «Do it yourself» les da una segunda oportunidad. Habitualmente, los baúles de madera o cuero se convierten en mesas de salón al tiempo que guardan algún que otro secreto.