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El carácter fresco de la estética escandinava es sin duda una de nuestras grandes pasiones. Hoy, distando un poco de lo habitual, os presentamos un moderno ático griego de inspiración nórdica y estilo minimalista, por lo que el resultado final se puede definir como estructurado, limpio y puramente arquitectónico.
La descripción perfecta es precisamente “arquitectónico”, dado que el diseño de cada pieza adquiere un lugar, una posición y una función estratégica dentro del maravilloso puzzle creado. La pulcritud de cada mueble hace que pensemos en los hoteles de lujo, donde prima el aire impersonal apto para todo tipo de públicos y gustos.
Este ático ha sido desarrollado por ESÉ Studio en la capital de Grecia, en la Atenas histórica. Un hogar contemporáneo donde se opta por unidades de almacenamiento en las que desaparece todo lo superfluo. Se escapa de la estética casual y acogedora de las viviendas nórdicas a las que estamos acostumbrados.
Cuenta con estantes flotantes y gabinetes ergonómicos para complementar los interiores y mostrar únicamente las posesiones elegidas, todas ellas con una estética impecable. Sin ir más lejos, el salón reúne en un mismo espacio sillas de reja, mesas auxiliares en clave bicolor blanco y negro, cojines estampados, objetos decorativos de suelo… Todo ello, siempre en una línea tonal neutra guiada por la paleta de blancos y colores tierra.
Se crea una atmósfera etérea y relajante donde las estridencias no encuentran lugar. La madera cálida y tratada se convierte en el material por excelencia. Los suelos de roble y el mobiliario pesado así lo confirman. Todo está minuciosamente seleccionado, imperando un minimalismo controlado al detalle.
Hace unos días, hablábamos de la importancia de integrar un estudio o espacio de trabajo armónico en el hogar. Aspecto que este moderno ático griego ha adoptado a la perfección. Aprovechando el espacio, se crea un pequeño rincón, algo más casual y desenfadado, perfecto para el desarrollo de la creatividad y las tareas laborales.
Una de las cosas que más han llamado nuestra atención, es el dormitorio. Un espacio donde se respira la influencia japonesa, sobre todo en la cama de baja altura y perfectamente encajada en un somier de madera. Una pieza diseñada para ocupar al completo la habitación cuyo carácter multifuncional le permite hacer las veces de somier, estanterías, mesilla y pequeña escalera. Una verdadera maravilla.
Las grandes ventanas de vidrio y los colores suaves mejoran la ventilación, reflejan la luz hacia el interior y generan una sensación de amplitud. Una combinación a tres bandas que ofrece confort y tranquilidad a los inquilinos de la vivienda. En definitiva, se trata de un apartamento que parece haber sido creado como aislante del mundo, como vía de desconexión.