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Hacía tiempo que no os traíamos proyectos de interiorismo y hoy podemos presentaros en exclusiva el de esta
El cliente pidió a estos profesionales el diseño de una vivienda permanente (no sólo de veraneo) adaptada a una familia con niños.
Para ello, el estudio decidió crear una atmósfera elegante que fuera práctica para los adultos, pero que a su vez, facilitara la convivencia con los niños, mucho más inquietos. Por eso, el equilibrio entre el diseño y la practicidad era fundamental. «Se quería una casa que fuera para vivir, no un museo», nos comenta el estudio de Pedro Peña.
Aprovechando que la casa tenía vista impresionante a un campo de golf (que rodea la vivienda), se intentó en todo momento fomentar el contacto con el exterior abriendo la casa todo lo posible por medio de grandes ventanales que dan salida a una inmensa terraza con varias zonas y piscina.
La entrada se abre con una gran pintura segmentada en diferentes módulos en el lado izquierdo y un mueble flotante en el derecho que les permite dejar las llaves o cualquier objeto que quieran dejar al llegar a la casa. Igualmente han trabajado decorando profusamente el techo con papel pintado y una lámpara en cascada para que las personas, según entren, levanten la vista y puedan observar el magnífico techo a dos alturas que le confiere a la casa una mayor proporción y sensación de amplitud.
En el salón destacan una chimenea y cocina abierta, que resultan ser los dos pilares fundamentales de espacio.
El juego de materiales, texturas y alturas, nos da como resultado una atmósfera calmada y sofisticada. Con distintas zonas para convivir en familia o con amigos, una zona de TV más práctica, un espacio más noble para recibir y admirar las vistas y una zona comedor con cocina.
Siendo Marbella la ubicación de la casa, no podemos olvidar hablar del porche. Elemento fundamental en torno al cual gira la vida de cualquier casa en la costa. El estudio optó por dividirlo en varias partes:
– Una zona de chimenea para disfrutar de los atardeceres y que, por su forma circular, invita a adoptar posturas más cómodas y relajadas en los momentos más íntimos.
– Una zona central con forma más cuadrada y recta, cuya posición se hace más transparente para facilitar el paso a la piscina.
– Y una zona con barra exterior, con una gran mesa comedor y barbacoa para facilitar esa vida familiar con los niños.
Los colores se vuelven más vibrantes con tonos de azul Klein, para reforzar ese sentido de ocio y energía positiva que el sol, el césped y la piscina transmiten.
En definitiva, el objetivo se ve más que cumplido al resultar una vivienda donde adultos y niños se pueden sentir cómodos y con un carácter atemporal.
Las marcas empleadas en la decoración son la del propio Pedro Peña tanto en diseño como de su «Art Gallery», Minotti, Flexform, Tom Dixon, Roll&Hill, Boffi, Gaggenau, Cotlin, Dedar, Nobilis, Zinc, etc.