Contenidos
Cuando al diseñador Kando le encargaron hacer una cafetería dio un salto de alegría. Qué bonito es hacer un espacio para todos; para tantos. Un espacio que muchos disfrutarán de los más placenteros sabores y olores. Qué de opciones y formas… entonces comenzó a pensar, reflexionar en lo que él, como usuario buscaba en una cafetería. ¿Qué iluminación? ¿Qué tipo de asiento, qué colores, qué formas?… y fue entonces cuando comenzó esa fase del proyecto en la que se siente como un niño de nuevo, fantaseando y en total libertad.
Olivar, un proyecto de interiorismo con toques mid century y colores relajantes
Luego llegó la noticia que daría un giro a todo. “Nos llamaremos Agrado”, le dijeron. Agrado. Qué palabra, qué icono, qué nombre de mujer. Esto desembocó un mar de ideas e intenciones.
¿Qué es Agrado? Una sensación, un estado de ánimo, una escala de medida y una de las chicas Almodóvar favoritas del diseñador. Ahí comienza la reflexión que gira en torno a este espacio… ¿Qué es agradable para cada uno? ¿Lo agradable para mí lo es también para ti? ¿Tiene qué desagradar en el otro lo que no me agrada a mí? Agrado es un viaje hacia el bienestar, la comodidad y la autenticidad.
En los últimos años el concepto de Agrado a cambiado. Poco a poco hemos asumido la diferencia, la «otredad» con más agrado. Porque ahora más que nunca, ser diferente no es motivo de desagrado. Es en un clima como éste donde todos podemos comenzar a ser más libres , a buscarnos y reconocernos desde el centro de nuestro ser y aceptar al otro desde el suyo. Desde esta reflexión comienza el camino de este espacio.
Hagamos un lugar agradable para todos y usemos esta reflexión como hilo. Da igual si se comprende o no. Sólo queremos que esto se sienta, que se respire. Comenzamos a trabajar y nació nuestro logotipo “Agrado”. Nuestro personaje; que no necesita género, pero sí un flequillo de escándalo. Ese, que tiene por ojos y boca aquello que siempre fue censura y hoy, con un pequeño giro de tuerca, es voz y mirada al futuro. Hoy es libertad. Porque su mirada casi reptiliana y boca de piñón no tienen por qué ser desagradables para nadie.
Luego llegó el turno del espacio. Tonos tierra; del café, del origen, de la piel. Los tonos que nos conforman. El color del chocolate y de un rico bizcocho. Un espacio diáfano y cómodo. Con sillas que invitan a estar, música que acompaña y platos que enamoran.
«Quisimos crear un espacio que combina modernidad, diseño y tradición de forma armónica, porque creemos que todos cabemos en el mismo espacio y todo; lo de ayer y lo de hoy, puede ser más hermoso en su convivencia».
En ambos laterales dos enormes murales de Studio Fi, creados por Koral Antolín. «Queríamos algo especial en esas paredes y no se nos ocurrió nada mejor que esos cuerpos desnudos y lineales que derrochan sensualidad en una línea. Frente a estos, una lámpara por mesa (diseño nuestro). Lámparas que en realidad nacieron siendo vajilla pero decidieron iluminar con su presencia. Para el centro de la sala, Sobre una mesa muy castellana que mudó a azul, dos lamparas muy japonesas de Jaime Hayón. Y sobre la industrial mesa del fondo, un globo papel de HAY corona con luz», resalta Kando.
La sala 2, alberga los baños, el almacén y una barra para quienes quieran trabajar con la compañía de una rica tarta y un buen café.
Al fondo, integrado a la sala, un lavabo doble; porque ahora más que nunca, lavarse las manos es fundamental y debemos hacer de este un hábito un poco más social, agradable y hasta glamuroso.
«El suelo y el techo nos recibieron con los brazos abiertos y unos cuantos años de vida. Esto implica grietas, parches y poco atractivo, pero ellos también son parte de la familia. Decidimos mantenerlos como esencia del local y de todo lo que por él ha pasado. Después de todo no hay nada que una mano de pintura no pueda solucionar», comenta el diseñador. Y es que no podemos olvidar que Agrado está ubicado en una de las zonas con más historia y mixtura de la ciudad: El Rastro. En esa desdibujada frontera entre La Latina y Lavapies, donde durante siglos todo se ha mezclado y donde hoy convive un sinfín de nacionalidades, credos y sonrisas.
Esto es Agrado y es para vosotros. Nosotros como Estudio estamos felices y agradecidos de haber podido crear un espacio y una identidad gráfica con este mensaje. Nos encanta haber ideado un espacio lleno de sabores para todos. Esperamos que lo disfrutéis tanto como nosotros.