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¿Qué es el concepto Low Tox?
En el año 2010 apareció el concepto de Low Tox de la mano de Alexx Stuart, activista y educadora que se propuso cambiar el mundo al descubrir la gran cantidad de compuestos químicos que nos rodean todos los días: “Quiero ayudar a las personas a querer (no tener que hacerlo) hacer cambios para mejorar sus vidas, para ayudarte a sentirte mejor. Todos los buenos cambios que hacemos para sentirnos más increíbles también impactan a nuestro mundo para mejor”. En su libro “Vida Low Tox” nos muestra una guía con diferentes claves para conseguir la reducción de exposición a los productos químicos tomando como referencia cuatro aspectos: cuerpo, comida, mente y hogar.
Todo buen cambio hacia una vida sostenible tiene su principio, y una manera sencilla de comenzarla es diseñar un espacio low tox.
Además de crear una vivienda perfecta, donde nos sintamos cómodos, sea bonita visualmente y haya una buena distribución del espacio, el concepto de low tox es un aspecto que tiene la misma importancia que los anteriores. No nos debería sorprender que las investigaciones muestren que el aire interior de nuestras propias casas es hasta cinco veces más tóxico que el aire exterior.
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Esto es así por el uso de objetos y muebles tóxicos, como por ejemplo ambientadores, bombillas e incluso la pintura y las sustancias químicas de limpieza que utilizamos para dejar nuestra casa ideal.
¿Por qué crear un hogar natural y saludable?
A continuación, os dejamos algunos consejos que podréis utilizar si deseáis reducir la carga tóxica general de vuestras viviendas:
–Probar los materiales antes para detectar alergias o reacciones: Para ello se recomienda evitar aquellos muebles y objetos decorativos que han sido tratados químicamente y que, por tanto, pueden ser resistentes a muchas bacterias que con el tiempo se convertirán el polvo. De hecho, se ha comprobado que el polvo contaminado contribuye al asma y a muchas alergias.
-Selección de productos no tóxicos: Existen muchas alternativas en el uso de materiales y algunos de ellos ayudarán a mejorar el ambiente y cuidar la salud. Por ejemplo, los objetos de cocina (sartenes, cacerolas y utensilios). Animamos a sustituir los materiales tóxicos como el aluminio o el cobre por otros fabricados con hierro, cerámica o acero inoxidable. En este caso, se trata de evitar que los componentes tóxicos tengan contacto directo con los alimentos y, por tanto, no repercutan a nuestra salud.
- No usar ambientadores y bombillas ecológicas: Quizás nos sorprenda que el uso de bombillas ecológicas, velas o ambientadores puedan crear un impacto negativo en nuestro espacio personal. Sin embargo, los principales productos químicos tóxicos se encuentran en perfumes, ambientadores, velas, productos de limpieza y productos de cuidado personal, entre muchos otros. En su lugar, utilizar bombillas LED y crear ambientadores caseros a partir de productos naturales evitará el impacto de fuentes tóxicas como el mercurio de las bombillas ecológicas o el plomo.
- Utiliza plantas y humificadores como parte de tu decoración: Su utilización reduce mucho la aparición de polvo en exceso y además ayudarán a mantener un ambiente puro y natural en tu hogar. El polvo es inevitable, pero si que podemos reducirlo e incluso eliminarlo si cambiamos costumbres como descalzarnos al entrar a casa y limpiar los zapatos, limpiar el polvo con un paño húmedo preferiblemente o lavar las sábanas al menos una vez a la semana.
- Evita los plásticos a toda costa: Es uno de los elementos tóxicos con más impacto negativo en el medio ambiente y en nuestra salud. Utiliza recipientes de cristal, evita el uso de cubiertos de plástico e incluye las bolsas de tela en tu día a día. De esta manera la emisión de gases será reducida y no habrá contaminación en el aire interior de tu vivienda.
- Uso de materiales de origen natural: No sólo porque sean de origen natural y resulten más saludables, sino porque además los materiales textiles tienen características beneficiosas como el aislamiento térmico (lana o algodón), la transpiración o la higiene. Usar colchones de látex, cepillos de dientes de madera, ropa de materiales textiles naturales, cortinas de poliéster o contar con un filtro de agua en el baño para reducir el cloro, son cambios pequeños pero con un impacto enorme para empezar a vivir mejor.
- Buena ventilación: Para gozar de aire fresco y eliminar la contaminación, el vapor de agua y los malos olores, este aspecto es fundamental. Siempre que sea posible, abra las ventanas y las puertas y cuente con el uso de extractores de aire en zonas húmedas.
- Disminuir la humedad en el hogar: Con esta acción se evitará el crecimiento de moho (el cual aporta efectos negativos a la salud) y proporcionando una buena ventilación esto se puede conseguir.
- Súmate a la economía circular: Esto supone redefinir el crecimiento, rediseñar productos y reducir la basura al máximo. Reducir el impacto medioambiental de todos los productos es fundamental, siempre que sea posible, junto con reciclar y reusar, por ejemplo, vendiendo o donando cosas que ya no queramos, buscar otra función de uso a los objetos, hacer uso tanto como se pueda la luz natural, entre otras muchas acciones. ¡Reduce, reúsa y recicla siempre!
Imágenes recogidas de: Depositphotos