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En ocasiones nos sentimos abrumados por los ritmos frenéticos de la vida. La rutina, el trabajo, la familia, las responsabilidades… y cuando llegamos a casa lo que necesitamos es relajarnos pero muchas veces ni siquiera somos capaces de ellos por estar pendientes de muchas otras cosas y preocupaciones.
A veces incluso pasamos por malas rachas en las que vemos muchos aspectos de nuestro entorno que no están bien y que queremos mejorar o solucionar pero no sabemos por dónde empezar.
En esos momentos, aunque parezca absurdo y que no tiene gran importancia, la mejor manera de arrancar con cambios positivos podría ser limpiando y organizando nuestro hogar, ya que es algo que está en nuestra mano enteramente.
Es por ello que en este post hablaremos del método japonés que está viralizándose por todo el mundo para conseguir una limpieza y organización total en nuestra casa: el método Oosouji.
¿Qué significa Oosouji?
En japonés este término se traduce como gran limpieza, y más que un método o técnica para limpiar, es un ritual tradicional que se suele llevar a cabo a finales de año para “purificar” nuestro hogar y liberar cargas físicas y mentales.
De este modo, el método Oosouji se usa para eliminar cualquier mala influencia de nuestras vidas o para quitarnos de encima costumbres o prácticas nocivas que no queremos repetir en el año nuevo que empieza.
Esta gran limpieza se realiza de forma que organizamos y recogemos hasta el último cajón de nuestra casa, sacando todos los objetos de su sitio para así también revisar lo que tenemos y poder deshacernos de aquello que no necesitamos.
Para entender bien lo que significa el Oosouji para los japoneses, debemos saber que en el país nipón la higiene —tanto personal como la limpieza de los espacios públicos y privados— está muy arraigada en su cultura.
A los niños desde pequeños les enseñan a ayudar en casa, e incluso en el colegio tienen asignaturas de limpieza del hogar ya que lo ven como algo esencial y es una forma de respeto hacia los mayores que llevan practicando desde el siglo VI —que fue cuando aproximadamente se extendió la religión budista por el país—.
Las principales ventajas de practicar el Oosouji
Te dejamos aquí apuntados sus beneficios —resumidos por la web Japan Specialist— para que te convenzas de que utilizar esta técnica no tiene más que ventajas.
Primero, aumenta el bienestar mental, ya que un ambiente limpio nos proporciona paz y felicidad después de un trabajo bien hecho.
Segundo, mejora la organización y planificación de tu día a día, controlando todo lo que tienes en casa y sabiendo en qué lugar está para encontrarlo más rápidamente.
Tercero, ordenar la casa relaja mucho, siempre que se haga con tiempo y de manera tranquila, destinando las horas necesarias a esta actividad.
Cuarto, este método de meditación se centra en el presente ya que se hace una vez al año, pero se puede repetir tantas veces como sea necesario.
Y quinto, deshacerse de cosas nos hace sentir liberados, con una sensación de paz que no se consigue con otros métodos de relajación.
La técnica del Oosouji paso a paso
Para ponernos manos a la obra, se recomienda primero organizar uno o dos días que le dedicaremos a realizar la técnica. Lo mejor será comenzar por la mañana, que es cuando tenemos más energía y el momento en el que más motivados vamos a estar para ponernos con esta tarea.
Con un poco de música, ropa cómoda y buena actitud, además de todos los utensilios de limpieza que vamos a usar, estaremos preparados para ventilar nuestro hogar y empezar a practicar el Oosouji.
El primer paso que se recomienda es vaciar todos los cajones y armarios de cada habitación e ir limpiando a fondo polvo y papeles que estén dentro de los espacios de almacenaje. Además, al vaciar del todo nuestros cajones veremos el contenido que guardan y aquello que no necesitamos podremos desecharlo y ordenarlo todo bien.
A continuación, siguiendo uno de los principios del Feng Shui —muy popular en la sociedad japonesa—, pasaremos a barrer todas las estancias de arriba a abajo. Así, el polvo que vayamos sacando de armarios superiores, ventanas, puertas, techos, baldas, etc, irá cayendo a la parte inferior y evitaremos ensuciar aquello que ya hemos limpiado.
Mientras se está barriendo, lo mejor que podemos hacer es hacerlo de tal manera que empecemos por el fondo de la habitación y vayamos recogiendo el polvo y la suciedad hacia la salida, ya que cerca de las puertas es donde más se acumula y serán por tanto las zonas en las que más tendremos que esforzarnos.
Siguiendo con esta técnica, otra recomendación es que a la hora de limpiar cada objeto o mueble, lo hagamos con productos que no sean excesivamente agresivos para evitar dañar o desgastar demasiado nuestras pertenencias, consiguiendo así que duren más tiempo. Es además, una forma de respetar y cuidar nuestros objetos personales, tratando de limpiar con la suavidad necesaria.
Para limpiar los suelos, los japoneses no usan la clásica fregona, sino que están acostumbrados a hacerlo únicamente con un cubo y una esponja, agachados en el suelo y viendo de cerca aquello que están limpiando, teniendo la certeza de que lo estamos haciendo de forma correcta y sin dejarnos ningún detalle.
La cultura nipona tiende a diseñar sus hogares de manera minimalista y sostenible, además de que intentan mantener constantemente una conexión con la naturaleza siendo conscientes del impacto ecológico que generamos. Por ello, incluso a la hora de seleccionar los productos con los que vamos a higienizar nuestra casa, recomiendan usar como desinfectante el vinagre, el cual también elimina olores.