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Lúcio Costa, arquitecto brasileño de gran prestigio internacional. Precursor de la corriente arquitectónica moderna en su país y seguidor de los postulados de Le Corbusier, junto al que trabajó en algún proyecto.
Nació en Francia, en la localidad de Tolón, en el año 1902. Debido al cargo de almirante que regentaba su padre y a las labores oficiales que debía llevar a cabo, Lúcio Costa pasó sus primeros años en diferentes países europeos. De este modo estudió en escuelas de Francia, Reino Unido y Suiza.
Hacia el año 1917 regresó, junto con su familia, a Brasil. Posteriormente, ingresó en la Escuela de Bellas Artes de Río de Janeiro para comenzar sus estudios de arquitectura, de los que se graduó en 1924. Aunque la mayor parte de su formación se basó en la concepción clásica de la arquitectura, pronto mostró su interés por las nuevas corrientes y por obras y arquitectos modernos, como Le Corbusier.
Al cabo de unos años se asoció con Gregori Warchavchik, un arquitecto ruso afincado en Brasil seguidor, también, de la arquitectura moderna. En 1932 Lúcio Costa asumió la dirección de la Escuela Nacional de Bellas Artes de Río de Janeiro e intentó introducir en los cursos de arquitectura una teoría modernizada. Sin embargo, esta intención no fue bien vista y ante las duras críticas recibidas abandonó su cargo al poco tiempo.
En 1935 se le encargó, junto a otros arquitectos de la época, entre los que se encontraba Oscar Niemeyer, el proyecto del Ministerio de Educación y Sanidad. Este trabajo, dirigido en primer lugar por Lúcio Costa y, posteriormente, por Niemeyer, se terminó de construir en el año 1946. El edificio, que en la actualidad es el Palacio Gustavo Capanema, respeta las cinco grandes ideas arquitectónica de Le Corbusier, quién colaboró, esporádicamente, en esta obra.
A lo largo de su trayectoria profesional, Costa trabajó con Niemeyer en más de una ocasión. Por ejemplo en la elaboración del Pabellón de Brasil para la Exposición Universal de Nueva York, haciendo viajar sus nombres más allá de las fronteras de su país.
Pero sin duda, la obra más importante de Lúcio Costa ha sido la creación urbanística de la ciudad de Brasilia. En el año 1956 se abrió un concurso popular para la elección de la futura confección de esta ciudad y fue el proyecto presentado por Costa el seleccionado por el jurado. La construcción de su obra no se finalizó hasta 1960 y seis años más tarde Brasilia fue nombrada Patrimonio Cultural de la Humanidad.
A lo largo de su carrera aumenta la preocupación de Costa por el tema urbanístico, algo que se deja notar en gran parte de sus edificaciones. Entre sus obras se encuentran los apartamentos del Parque Eduardo Guinle, la Casa de Brasil o la residencia Hungría Macahado, entre otras.
Lúcio Costa, considerado el precursor de la arquitectura moderna y seguidor de los postulados de Le Corbusier, fue miembro de la Fundación del Patrimonio Histórico y Artístico Nacional desde su fundación en 1937. Esta asociación está vinculada con el estudio y conservación de la arquitectura de su país.
Así, este arquitecto se ha hecho un hueco entre las grandes personalidades de su país. Y actualmente sus edificios se levantan como auténticos monumentos representativos de su época, siendo objeto de estudio para los futuros arquitectos brasileños.