El interés por las cosas antiguas, ya sea de decoración o de cualquier otro aspecto, ha quedado más que patente cuando recorremos las calles del centro. Tiendas con objetos antiguos, ropa que parece sacada de películas de los 50… todo nos lleva a otra época.
Y es que desde 2007, cuando salió a la luz el primer episodio de la serie americana Mad Men, hubo un boom en cuanto a estética. Se volvió al retro y pop de los años 50 y 60. Esta moda ha permanecido, con sus altos y sus bajos, hasta ahora.
Sin duda, uno de los emblemáticos elementos de esta época es el arte de Andy Warhol, que sinceramente nunca ha pasado de moda. Quién no ha visto sus obras pop-art, con la lata de sopa Campbell, las botellas de Cocacola o las caras de iconos de renombre como Marilyn Monroe o Audrey Hepburn, de belleza atemporal
En cuanto al diseño, cabe destacar las sillas de Ray y Charles Eames, los primeros en tener una exposición individual en el MoMA sobre sus sillas. Estas tienen como principal característica que el respaldo y el asiento es todo una pieza continua. Las patas pueden variar, al igual que puede añadirse más material en la pieza del asiento y hacer unos apoyabrazos.
Otra de las sillas más identificativas de esta época es la Wiggle Side Chair de Frank Gehry. Su forma es francamente espectacular, con curvas en la base que da el aspecto inestable. Sin embargo, es todo lo contrario. Con la maestría que le da un arquitecto, la silla es confortable, resistente y duradera. Una obra de arte hecha mueble.
Otro de los iconos decorativos de esta época fueron los espejos sol. Si bien en España la moda llegó en los años 50-60, estos espejos ya llevaban una década realizándose y a la moda. El primero que los rescató del olvido fue el maestro Gilbert Poillerat, en los años 40, de estilo Art Decó. Sin embargo, ahora están más cotizados los espejos de Line Vautrine, de la década de los 50. Están realizados en bronce y Talosel y tienen inspiración en el arte griego, la Edad Media, las formas naturales y la mitología.
Por último, tenemos el calendario clásico Formosa diseñado en 1962 por Enzo Mari para Danese Milano. Es un calendario que primero no pasa de moda dada su apariencia inmortal y segundo porque está diseñado de tal manera que se pueda ir variando tanto el mes, como el número y nombre del día. Actualmente está disponible en italiano, inglés, francés y alemán.
Todos estos elementos inundan de nuevo nuestras casas y cada vez más a menudo. Aunque pasen de moda, habrá un momento en que vuelvan a estar en el punto de mira, porque son iconos inmortales que siempre estarán en nuestro recuerdo.
