Contenidos
A día de hoy, son menos personas las que disfrutan de comprar entradas y ver los últimos estrenos en la gran pantalla. La cantidad de cines que existen actualmente ha disminuido de forma drástica en los últimos años, y siguen cerrando día tras día más salas.
En parte, debemos admitir que la actual pandemia mundial —provocada por el coronavirus— ha influido ligeramente en esta situación pero todo viene también a raíz del desarrollo y el auge de las plataformas de visualización —como Netflix, Amazon Prime, HBO, entre otras—.
Debemos admitir que es cómodo tener los amplios catálogos de películas, series y documentales a tan solo unos clics desde el sofá de casa, pudiendo seleccionar el género que deseemos ver en cada momento. Pero el cine siempre nos ofrecerá además de títulos muy especiales, una experiencia que no seremos capaces de recrear en nuestro salón.
El olor de las palomitas recién estalladas, los pasillos enmarcados con los mejores carteles del cine, las grandes salas perfectamente insonorizadas y equipadas con la mejor calidad de sonido y de visualización, las butacas cómodas y siempre listas para disfrutar de tu bebida mientras te sumerges dentro de la película…
Un nuevo enfoque en la función de las salas de cine
Aun así, si todas estas experiencias no son capaces de atraer de nuevo a los espectadores, el estudio de interiorismo Module K le ha dado un lavado de cara a la nueva sala Beta Cinema Quang Trung, situada en la ciudad vietnamita de Ho Chi Minh.
Este nuevo cine tiene capacidad para 1.000 espectadores y está situado en la planta baja de un centro comercial. Está inspirado en el casco antiguo de la ciudad de Saigón —como se conoce comúnmente Ho Chi Minh— y bebe de su colorida arquitectura y los diseños Decó.
Este estilo tan particular para una sala de cine se debe a que la empresa Module K ha tenido la intención de alcanzar a un público más joven, aquellos millennials y los pertenecientes a la generación Z, que no solo va al cine a ver la película sino que busca un espacio de encuentro cómodo e interesante y un lugar para pasar el rato disfrutando con los amigos.
La inspiración de estilo Art Decó de este nuevo espacio
Para llevar a cabo este proyecto, Module K diseñó un collage de coloridas referencias arquitectónicas de la ciudad, reflejadas a lo largo del interior en tonos rosas, azules, verdes y naranjas pasteles.
Entre estas referencias no falta la flamante Ópera Municipal y la Oficina Central de Correos de la ciudad, el llamativo color rosa de la iglesia de Tan Dinh, los brillantes colores del mercado de Ben Thanh y los numerosos callejones que se unen a través de esta ciudad en constante movimiento.
«La captura de los rasgos icónicos de Saigón y su transformación mediante la eliminación de los detalles, la condensación de las líneas básicas y su conversión en formas geométricas. Luego aplicamos una técnica de tratamiento de colores sólidos, como la que se utiliza en el diseño gráfico y los dibujos animados, para aportar un elemento unificador» así describe este proyecto Jade Nguyen, director de Module K.
Así, este estudio de interiorismo ha diseñado un cine moderno alrededor de la gran tradición de la ciudad, un sitio donde la circulación y los espacios sociales son tan importantes como las proyecciones.
El equipo encargado del proyecto admite que la síntesis de color y forma es un intento descarado de captar las mentes —y las cuentas de Instagram— de los jóvenes. Y es que en esencia, el cine es el mejor lugar para experimentar las artes audiovisuales y este espacio se sale fuera de lo común.
Imágenes: Depositphotos y Web Module K