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Cuando se trata de emprender, tan importante es tener una buena idea de negocio como dedicar tiempo y presupuesto a su mantenimiento. Éste pasa indudablemente por tener un buen sistema de seguridad, el que a menudo se materializa en forma de cámaras de seguridad. A priori, este tipo de métodos pueden parecernos aparatosos, poco discretos o poco combinables con el resto del mobiliario de nuestro negocio. Sin embargo, la creatividad y la originalidad podrán permitirnos combinar de la mejor manera seguridad y decoración.
Las cámaras de seguridad son uno de los métodos más conocidos que se utilizan, tanto para evitar que se produzcan robos en el interior de una empresa (en general van acompañados de una placa que indica su existencia), como para poder localizar a las personas responsables de robos y hurtos.
Además, la evolución de las nuevas tecnologías ha permitido grandes avances en este tipo de sistema. Por ello, en la actualidad las cámaras de seguridad se presentan como sistemas altamente equipados, que permiten una grabación de vídeo de alta calidad y duración (la vigilancia es continua, todos los días del año), ejerciendo un alto poder de disuasión, siendo compatibles con otros sistemas de seguridad y controlados desde diversos dispositivos electrónicos y pudiendo adaptarse a las particularidades de cada negocio.
En este sentido, una de las principales preocupaciones que pudiera tener la persona responsable de un negocio se basa en la posibilidad de integrar dicho sistema de seguridad en el ambiente estético de su empresa. Aunque el tamaño y el diseño de estas cámaras de seguridad varía según los modelos, las soluciones que existen para incorporarlo son infinitas. En este artículo, os citamos algunas de las más originales y prácticas:
- Integrarla en un objeto decorativo: es una de las mejores maneras de camuflar nuestra cámara de seguridad, sin que sea vista, ni percibida como tal. Para ella, podemos utilizar multitud de objetos. Si, por ejemplo, nuestro negocio es una librería, podremos echar mano de las estanterías de libros para ocultarla entre ellos. Si nuestro negocio luce una decoración más bien simple y discreta, objetos con forma de jarrón de flores o de cerámicas decorativas son siempre un acierto. Asimismo, las lámparas, objetos indispensables en cualquier negocio, son siempre una opción muy práctica, ya que, al encontrarse en un punto elevado, facilitan la grabación.
- Buscar un buen punto de vista, pero discreto: esta idea está especialmente indicada para aquellos negocios cuyas paredes tienen una altura considerable. En las esquinas superiores, podremos incorporar cámaras de seguridad, desde donde tendrán una buena perspectiva y pasarán más desapercibidas que si el espacio no dispusiese de demasiada altura.
- Los espacios muy ornamentados: tener un espacio con una decoración muy ornamentada es una de las mayores ventajas cuando se trata de ocultar una cámara de seguridad. La multitud de elementos decorativos hará que la cámara de seguridad pase más desapercibida y pueda integrarse con facilidad, como si de un elemento más se tratase.
Independientemente de qué opción elijamos, la integración de nuestra cámara de seguridad en nuestro espacio de trabajo deberá tratar de encontrar un punto intermedio entre una perspectiva que facilite el ángulo de grabación y la posibilidad de pasar desapercibida.