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Un maravilloso adosado en West London, construido en 1890. Luminoso, con aireadas habitaciones y ventanas que recorren el espacio comprendido entre el suelo y el techo. Así es a primera vista esta casa ubicado en el popular barrio de Nothing Hill.
El adosado pertenece a Nikki Tibbles, una famosa florista británica especializada en creaciones para eventos. La empresaria ha decorado la casa con un gusto exquisito, convirtiéndola en una colosal obra de arte, en la que todo detalle esta cuidado al milímetro.
Nada más entrar podemos ver que toda el espacio está decorado con cientos de velas aromáticas, de formas y colores originales. Es inevitable destacar los cojines hermosamente bordados, que se encuentran diseminados por todas las estancias, aportándole un soplo de vida al ambiente.
Para combinar con los oscuros suelos de madera Tibbles ha elegido incorporar unas maravillosas alfombras de Missoni, que hacen que las amplias habitaciones se conviertan en lugares mucho más acogedores. Además la basta colección de jarrones contemporáneos y de época que decoran las estanterías, hacen que en la casa se mezclen épocas y se encuentre el equilibrio entre lo viejo y lo nuevo.
Como no podía ser de otro modo, Nikki se ha encargado de llenar toda el apartamento con flores frescas que, colocadas en hermosos ramos, atraen las miradas al entrar en una nueva estancia. Por ello se nota que el lugar que se ha creado con más cariño, es el hermoso patio de la casa, adornado con decenas de plantas distintas, colocadas de forma armoniosa y cuidadas exquisitamente.
La casa destaca por la viveza de sus colores, por la luminosidad y por la elección de un mobiliario original y cuidado, piezas especiales que imprimen a la estancia un carácter único.
Cobra mucha importancia justamente por lo contrario, el dormitorio principal, en el que destacan los tonos neutros, con una paleta de grises y negros, sólo rota por el malva de la ropa de cama. La combinación resultante aporta a la estancia la sensación de ser un lugar creado para la meditación.
Todos estos elementos, convierten este espacio en una maravillosa explosión de elementos llamativos llenos de salpicaduras de color. Un piso único en un distrito muy especial. Porque esta casa, se convierte en una forma de conocer uno de los barrios más cotizados y cosmopolita de Londres, donde puedes disfrutar de una gran oferta cultural, entre la que destacan, bares, cafeterías y tiendas de música, sin olvidarnos del famoso mercadillo de Portobello Street.