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Cuando quieres cambiar de sofá, lo primero que piensas es en el color que quieres para que combines bien con la decoración de tu salón. Pero hay otras cuestiones más técnicas que no debes olvidar a la hora de elegir un sofá, como la forma o el material del que está hecho.
Esto hará que tu y tu familia estéis más cómodos cuando llegue el momento de descansar en él, por lo que es algo muy importante que no debes pasar por alto. Así que te dejamos algunas pautas para que sepas cómo elegir el sofá ideal para tu salón:
Calcula tu espacio
Es lo primero que tienes que hacer antes de nada, mide el espacio donde quieres colocar tu sofá nuevo, tanto el ancho, como el largo y profundidad. Si tienes un salón grande no tendrás problema a la hora de elegir el que más te guste sea como sea, pero si lo tienes pequeño, deberás ceñirte al espacio. Queda muy agobiante si pones un sofá enorme en un salón enano.
Cuántos sois en casa
Es una cuestión importante porque si pones un sofá para dos y sois tres, ya sabes que alguno no podrá sentarse y estar cómodo como merece. Otra opción es poner un sofá pequeño y una butaca al lado o alguna silla.
La decoración de tu salón
Una vez que ya tienes resueltos los problemas técnicos del espacio y demás, ya puedes preocuparte por comprar un sofá que combine con el estilo de decoración que tenga tu salón. Hay sofá clásicos, más atrevidos como los modernos, curvos como es tendencia este año, de varios colores y estampados, elige el mejor estilo en conjunto.
En cuanto a elegir un sofá liso o estampado, para gustos los colores. Si es liso puedes dar un poco de color con los complementos como los textiles o mantas. Pero si tienes un salón blanco o tonos suaves, puedes meter el color con un sofá floreado.
Qué presupuesto tienes para tu sofá
Si tienes un presupuesto limitado, busca sofás que estén dentro de tu alcance. Hoy en día los hay de diferentes precios y no quiere decir que sean de mala calidad.
Cuándo vas a utilizar el sofá
Esta cuestión quizás te parece una tontería, pero no lo es. Hay muchas personas que no usan casi nada el sofá, y otras que se tumban a diario para leer o ver series. Si eres de las primeras a lo mejor no te hace falta gastarte un dineral, sin embargo, si eres de las que se tiran todo el rato en el sofá cuando están en casa, invierte en él porque lo vas a disfrutar.
Algunos sofás se hacen cama, quizás te interesa tener este plan B, otros tienen reposapiés abatibles, respaldos reclinables, las opciones son infinitas para todo tipo de necesidades.
Cuál es la densidad perfecta para un sofá
Un buen sofá tiene que ser blando en la zona lumbar y un poco más duro en el asiento de manera que no te hundas. El relleno de espuma es el más habitual y económico pero para ser resistente debe ser de alta densidad.
Quiere decir que no baje de 35 kg/m3 de densidad para que resista a todo tipos de pesos y tenga durabilidad. Otro relleno un poco más caro es la pluma, proporcionando un respaldo firme y suave, además de transpirable.
Qué tapicería escoger para un sofá
Puedes elegir entre tela, cuero, polipiel, microfibra, etc. Lo mejor son los tejidos que incorporen tratamientos especiales, como repeler las manchas, puesto que hoy en día ya no hay tiempo para limpiar como antes.
Las telas de algodón son resistentes y además frescas, que vienen muy bien para verano. Los sofás de piel, sin duda, son más elegantes y duraderos si los cuidas bien con buenos productos.
Otra opción es poner una funda a tu sofá para evitar que se manche a menudo. Elige una que combine con la decoración de tu salón y despreocúpate, pero coge una que se pueda lavar para mayor comodidad para ti.
Cómo saber que el sofá es de calidad
El sofá es cómodo cuando te sientas y se acomoda perfectamente a tu cuerpo, las lumbares quedan recogidas y la cadera forma un ángulo recto con tus rodillas, nunca por debajo de ellas.
Los reposabrazos tienen que estar a la altura del codo y el reposacabezas tiene que quedar a la mitad de esta y la soporta sin problema. Con esto te aseguras que estarás cómodo en el sofá cuando te sientes.
Y por último, tómate tu tiempo para elegir y prueba a sentarte e incluso a tumbarte en muchos de ellos, esta será la mejor manera de elegir bien tu sofá sin equivocarte.
Imágenes: Maisons du Monde y Depositphotos