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La sostenibilidad está de moda, no podemos negarlo. Esta tendencia que ha tenido tan buena acogida en todos los ámbitos del diseño, resulta necesaria para la supervivencia de nuestro planeta. La contaminación y el desmesurado uso de materiales no renovables están agotando nuestros recursos más preciados.
Cada uno de nosotros podemos aportar un granito de arena utilizando nuestro ingenio para aprovechar aquellos objetos que vamos a tirar a la basura. Aquí os damos unas pequeñas ideas para emplear elementos sostenibles.
¿Por qué no aprovechar distintos materiales que tengamos por casa? Incluso los comestibles pueden aportar mucho colorido a nuestra mesa.
Cuando nos bebamos un refresco, en vez de tirar el vidrio, podemos guardarlo, secar unas rosas y… ¡aquí lo tenemos! Un estupendo centro de mesa reciclado.
También podemos pintar las botellas de varios colores para añadir un poco de alegría a una estancia oscura.
Tal y como os mostramos en nuestro anterior post de decoración con palets, aprovechando trozos de madera y dándoles un trato adecuado, podemos conseguir múltiples aplicaciones para cualquier rincón de la casa.
Por ejemplo, con un poco de lijado y paciencia, confeccionaremos mesas para el centro del salón tan originales y naturales como éstas.
La iluminación en casa ya supone de por sí un consumo de energía. Podemos contrarrestar el efecto elaborando nuestras propias lámparas con vasos de plástico o esponjas vegetales.
¿Verdad que quedan estupendas?
Muchos importantes arquitectos y diseñadores han logrado reconocidos premios gracias al empleo de elementos sostenibles en sus creaciones. Éste es el caso de Wang Shu, que obtuvo el premio Pitzker 2012 y de cuya obra os hablamos a principios de mes.
Siguiendo su ejemplo, algunas empresas han incluido en sus catálogos elementos sostenibles que nos ayudan a ahorrar. Destacamos aquí un curioso sanitario creado por Roca.
Después de lavarnos las manos o los dientes, con este maravilloso sistema, aprovechamos el agua que desechamos para evacuar el inodoro.
Original, elegante y ecológico. ¿Qué más se puede pedir?
Pues no nos vamos a conformar con ésto, ya que las posibilidades son infinitas. Por ejemplo, ¿a quién se le habrá ocurrido aprovechar las placas bases de su ordenador para confeccionar un sillón?
Habría que sentarse para comprobar cuánto de cómodo resulta. Más confortable (aunque hay que tener valor para sentarse), parece este sofá elaborado con huevos. ¡Increíble pero cierto!
¿Ecológico? Por supuesto. Esperemos que los huevos no sean de verdad.
En ocasiones nos preguntamos qué hacer con esa torre de periódicos que vamos acumulando en un cajón. En vez de desecharlos, podríamos dedicar un rato a enrollar algunas páginas y convertirlos en un bonito reloj de pared.
Y con cartones limpios de esas engorrosas cajas de embalaje que vienen en electrodomésticos y materiales electrónicos, redecoraremos el dormitorio con poco esfuerzo.
Seguro que nadie tendrá un cabecero de cama como el nuestro.
Y para genuina, esta casa de Puerto Iguazú, construida con botellas de plástico que hacen las veces de ladrillos. La decoración interior ha sido realizada enteramente a base de elementos sostenibles.
Y si queremos llevar nuestro ahorro al punto máximo y tenemos un poco de tiempo, con los tapones de las botellas confeccionaremos unas cortinas ideales y muy llamativas.
Como podéis ver, sólo tenemos que echar un vistazo en casa y rescatar todo aquello al que le podamos dar una nueva aplicación. Y a vosotros, ¿qué se os ocurre?