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Adela Cabré (Barcelona, 1959) es una reconocida diseñadora de interiores, con más de 25 años de trayectoria. Su estilo es ecléctico, sobrio y elegante, y considera el estilismo como “una disciplina que nos ayuda a definir un estilo de vida que nos ayuda a expresar nuestra personalidad”.
Adela Cabré estudió diseño de interiores en la escuela IADE de Barcelona. En 1998 abre su propio estudio de interiorismo, y su reconocimiento internacional vino a raíz de su trabajo en el libro ‘Inside 40 of the most espectacular homes’, editado por Collins/Design. En 2007 fue la única española nominada al reputado premio ‘The Andrew Martin Designer of the Year’, considerado el “Oscar” del interiorismo a nivel mundial, por una casa que proyectó en el barrio de Pedralbes (Barcelona). En 2011, publica su libro ‘Interiorismo, Adela Cabré’ donde se recogen algunas de sus más destacadas creaciones.
El proyecto ideal de Adela Cabré es aquel que consigue un equilibrio perfecto entre la estética y la funcionalidad. La mayoría de sus trabajos han sido residenciales (desde pisos de todo tipo hasta palacetes, pasando por lofts y varias casas) pero también se encuentran oficinas, restaurantes y hasta un barco. Destacan entre sus creaciones, un espectacular cortijo en Sevilla o el Restaurant Gaig (estrella Michelin) de Barcelona.
Además, trabaja su propia línea de mobiliario e iluminación, diseñando a medida para cada proyecto piezas que se convierten en únicas.
“Lo que más me gusta oír de mis clientes es: QUÉ BIEN VIVIMOS EN NUESTRA CASA”, afirma Cabré.
A continuación, pasamos a mostraros uno de sus últimos proyectos, un dúplex en la ciudad de Lleida, del que su estudio se hizo cargo por completo del proyecto y la obra.
Ante las características de un espacio complicado por los ángulos y aristas del solar, diseñamos una escalera escultural ubicada en el centro, que separara ópticamente el salón y el comedor, quedando ambos espacios intercomunicados junto a la cocina.
Condicionadas por la zona del salón, que es más grande y mira a la zona de La Seu Vella, elegimos el sentido de la escalera ascendente para que el comedor tuviera más aire. Siguiendo el gusto de sus clientes, que habían expresado especial inclinación por la madera con ganas de que fuera el material protagonista de la casa, por lo que diseñaron una pared continua de roble que dividieron con una foto de familia enmarcada en un haz de luz.
En la cocina y debido a los ángulos que marcaban el espacio, dieron prioridad a la continuidad con el comedor a través de una pared de columnas, despensa y nevera, y establecimos la zona de agua y fuegos en el espacio más irregular.
En el dormitorio principal también se decantaron por la madera, según el gusto de sus clientes, y el baño principal fue diseñado bajo los principios de darle sensación de amplitud y gran ducha. Así, lo diseñaron cerrado para mantener la intimidad pero comunicando al vestidor abierto con armarios por los dos lados. En la planta de arriba, pensaron un espacio polivalente como zona de ocio con chill out, un office y un aseo de cortesía.
La terraza es otro de los grandes lujos de esta vivienda. Minimalista, con colores neutros en los textiles, fibra en la lámpara de ambiente y, por supuesto, madera en el suelo y la bancada. El muro se cierra con un cristal que permite que las vistas se puedan disfrutar por completo. Un lujo de vivienda que no podíamos dejar de enseñaros.