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Eres español, pero resides actualmente en Londres. ¿Te atrajo esta ciudad desde el punto de vista arquitectónico y del diseño o fueron otras casualidades las que te llevaron a la capital inglesa?
He vivido la última década en Londres, donde llegué tras un breve periodo en París y Madrid. Esta ciudad siempre me atrajo por su amplia oferta cultural, la pluralidad de voces, su rápida capacidad de cambio y sobre todo las posibilidades laborales que ofrece a gente joven y extranjera.
Desde el punto de vista del diseño y la arquitectura, es una de las capitales mundiales en ambas materias y a nivel práctico, eso se traduce en un gran número de oportunidades. Como comisario de arquitectura y diseño, las posibilidades laborales en ciudades más pequeñas son muy limitadas. Estar en Londres me ha abierto muchas puertas para desarrollar proyectos en algunos de los principales museos e instituciones culturales de la ciudad.
Diriges en la prestigiosa universidad Central Saint Martins “Design Studio” junto a Pati Santos. ¿Cuál fue la idea inicial de su creación? ¿Os centráis en una sola línea de investigación o diversificáis?
Comenzamos nuestro estudio en Central Saint Martins en 2020, justo en mitad de la pandemia. La mayoría del curso lo impartimos digitalmente desde nuestras casas. Eso fue un gran catalizador y una oportunidad para centrar nuestra investigación en el espacio doméstico. Este es un espacio que, como usuarios y arquitectos, a menudo damos por sentado y rara vez cuestionamos cómo podría mejorarse.
En nuestros proyectos previos ya habíamos trabajado ampliamente en los años anteriores, Pati desde su estudio de arquitectura The Good Thing y yo a través de mis investigaciones y exposiciones en el sector museístico. En nuestro estudio discutimos el espacio doméstico en relación con cuestiones de ecología y bienestar, dos aspectos que han tomado un mayor peso tras la pandemia.
“De-alienating the home” es más que un proyecto presentado en la octava edición del Concéntrico Festival junto a tu compañera Pati Santos y estudiantes de Central Saint Martins. Esto tan sólo es parte de una investigación mayor en la que se cuestionan los límites del espacio doméstico además de su definición ¿qué es lo que pensáis que ha cambiado más en este sentido tras la pandemia que nos hizo permanecer tanto tiempo dentro de nuestras casas?
La pandemia supuso un punto de inflexión a nivel social, medioambiental y por supuesto económico. El hecho de que pasamos tanto tiempo dentro de nuestras casas, nos hizo repensar ese espacio y reconsiderar la falta de flexibilidad de usos que son posible en él. También fue un momento de dar más valor a agentes invisibles como el aire y poner en valor el impacto drástico que pueden tener en nuestra salud.
Todos estos aspectos y cuestiones empiezan en nuestro espacio más íntimo e inmediato, nuestras casas, y como arquitectos creemos que es clave dar agencia a las personas para las que diseñamos. Ser menos prescriptivos y empoderando a la ciudadanía diseñado estrategias más que soluciones.
En la instalación se presenta un hogar con elementos surrealistas e inesperados ¿cuál fue la reacción del público que lo visitó?
Entendimos la instalación como una provocación, más que una respuesta directa o práctica a los problemas que detectamos en el espacio doméstico. Nuestra intención fue convertir al público en agentes ‘activos’ que cuestionaran el por qué de una bañera o un sofá colocado a 5 metros de altura.
Queríamos que el público se cuestionara las posibilidades y límites de sus propias casas, cómo pueden transformar ese espacio para hacerlo propio y en el proceso, mejorar su eficiencia, respuesta medioambiental y mejorar su propio bienestar.
El público reaccionó muy positivamente. Así, durante la semana del Festival Concéntrico, apoyado por el British Council (a través de su departamento de Arquitectura, Diseño y Moda), nuestros estudiantes estuvieron respondiendo continuamente a preguntas del público que visitó la instalación.
¿Hay algo de la instalación de Concéntrico que pudiera trasladarse de alguna forma realista a nuestros hogares actuales?
Hay muchos aspectos de la instalación de Concéntrico, desarrollada gracias al apoyo del British Council, que pueden trasladarse directamente a la transformación de nuestros hogares actuales. Un primer paso es revisar los materiales tanto de muebles como los que usamos para una reforma, asegurándonos que contribuyen a nuestro bienestar y nuestra salud, reduciendo el uso de materiales sintéticos o con tóxicos, priorizando el uso de materiales naturales.
Un segundo paso es explorar y cuestionar los límites de nuestras viviendas, entendiendo los beneficios de crear límites más difusos entre lo público y lo privado, conectando con la naturaleza e integrándola en nuestro día a día. En este aspecto, por ejemplo, una acción inmediata es repensar y mejorar el uso de balcones.
Sabemos que eres comisario independiente, y además profesor asociado en Central Saint Martins, pero queremos conocer un poco más de tu trabajo. ¿En qué otras áreas te has implicado? ¿Te inclinas más hacia una en concreto? ¿Por qué?
Mi trabajo como comisario durante los últimos años se ha centrado en la exploración de cuestiones en torno a ecología y cultura digital a través de arquitectura, diseño y arte. A través de mi trabajo en el Design Museum y la Royal Academy of Arts, ambos en Londres, y más tarde en el Museum of the Future de Dubai, he podido cuestionar la complejidad de estos dos temas y su impacto en la sociedad, a través de exposiciones y programas públicos.
Ahora trabajo como director de la próxima Ecocity World Summit 2023 que tendrá lugar en el Barbican Centre de Londres. Una cumbre organizada junto al Ayuntamiento de Londres y con apoyo de las Naciones Unidas donde exploraremos cómo crear un futuro más ecológico para nuestras ciudades y cuestionaremos el rol de la sociedad en su reformulación.
Entendemos que amas lo que haces y suponemos que cada proyecto es una especie de hijo. ¿Cuál fue ese proyecto con el que más has disfrutado? ¿y el que más retos te ha supuesto? ¿Por qué?
Una pregunta muy difícil. Intento abordar cada proyecto con la misma pasión e ingenuidad, sin importar la escala o el presupuesto. Hay dos proyectos que para mí han supuesto una gran evolución y aprendizaje. El primero fue la exposición Fear and Love que inauguró el nuevo Design Museum de Londres y donde trabajé con arquitectos, diseñadores y artistas, desarrollando 11 nuevas instalaciones que abordaban problemas claves de la cultura y sociedad contemporánea.
El segundo proyecto, fue Invisible Landscapes, una investigación y serie de exposiciones que duraron casi dos años e inauguraron el nuevo edificio de la Royal Academy of Arts. En este proyecto colaboré con gente que admiró como el estudio barcelonés MAIO, cuestionando el rol de las nuevas tecnologías en la transformación de los espacios que habitamos en el día a día.
¿Qué ideas/retos crees que se plantearán en el futuro de la arquitectura?
El principal desafío de la arquitectura, y la sociedad en general, es responder a la urgente emergencia climática que afrontamos a nivel global. La construcción es responsable del 37% de las emisiones de carbono globales y tenemos que encontrar maneras innovadoras para poder continuar creciendo como sociedad y reduciendo nuestra huella en el planeta.