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Todos los que la conocen dicen de ella que su aire autoritario puede ser al principio un poco intimidante. Muriel Brandolini es hija de madre francesa-venezolana y de padre vietnamita, donde vivió su primera infancia.
Después de la temprana muerte de su padre, la familia se trasladó a Martinica, donde estudió en colegios de alto nivel, en los que tuvo muchos problemas. Más tarde le detectaron Trastorno por deficit de atención, y comprendió el origen de muchas situaciones pasadas. A la edad de quince años fue enviada a París para completar su educación, y en muchos aspectos, para comenzar su iniciación en el mundo de la moda, la arquitectura y su intenso interés por el diseño.
Brandolini llama a su vocación «una carrera accidental» , pero lo cierto es que su demanda no deja de crecer y actualmente tiene una lista cada vez mayor de proyectos de diseño, que incluyen los principales apartamentos de la Quinta Avenida, casas de playa en Long Island y una cabaña de Cotswolds.
Una habitación diseñada y decorada por Brandolini, posee un aire inconfundible: puede contar con coloridas y deslumbrantes cortinas patchwork, muebles de estilo asiático coronados por lámparas contemporáneas, o paredes totalmente tapizados y con abalorios. Podría yuxtaponer lo peor de los años 70 con lo mejor del siglo XVIII. Pero lo que nunca haría es dejarnos indiferentes.
Llamar a su carácter extravagante no sería una exageración. Durante años, su comportamiento ha añadido leyendas urbanas al folklore de la comunidad de diseño de Nueva York. Pero su personalidad complicada no le ha evitado destacar en su trabajo, sus diseños han sido publicados en Harper’s Bazaar, The World of Interiors, Vogue, Architectural Digest, la revista Vanity Fair y Elle Decor entre otros.
Gracias a la elección de tejidos, muebles y decoración, sus diseños son divertidos y atractivos al mismo tiempo. Su éxito se puede atribuir a una mezcla de talento, determinación y amor puro por el diseño.
La Sra. Brandolini, sin embargo, sí ha sabido sacar provecho a su personalidad arrolladora, pues siempre ha confesado que su fuerte instinto, es la clave de su éxito, en la creación de habitaciones. «No me siento y miro libros«, no tengo interés en el lado intelectual o histórico del diseño” añade.
El enfoque irreverente e intuitivo que aporta su carácter a su trabajo, la ha convertido en una de las decoradoras y creadoras de tendencias más buscadas de Estados Unidos.
Los diseños de Muriel exploran una estética arraigada tanto en su historia personal en Vietnam, Venezuela y Francia como en su habilidad para entrelazar los objetos y estilos de cualquier período de tiempo y todas las partes del mundo.