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El estudio de interiorismo Trestrazos, liderado por la diseñadora Elena Navarro, ha dado vida a una impresionante vivienda de estilo mediterráneo minimalista situada en la costa norte de Menorca. Este proyecto, en colaboración con Nomo Studio, reinterpreta la esencia de las casas menorquinas, combinando la elegancia del minimalismo con el carácter mediterráneo. Con una ubicación privilegiada frente al mar y rodeada por un entorno natural único, esta casa está diseñada para ser un refugio cálido, acogedor y funcional.
Un hogar inspirado en el paisaje menorquín
La vivienda, de 275 m² distribuidos en dos plantas, destaca por su diseño arquitectónico contemporáneo, definido por estructuras hexagonales que aprovechan al máximo la luz natural. Cada rincón de la casa parece dialogar con el entorno: desde el jardín, diseñado por la paisajista Ruth Baygual con especies autóctonas, hasta las paredes revestidas con mortero de arcilla que aportan una atmósfera cálida y envolvente, perfecta para el clima húmedo y ventoso de la región.
El vínculo con el paisaje no es casual, sino una parte fundamental del diseño. La conexión con el Mediterráneo y la integración con el entorno son elementos que definen el carácter único de esta casa.
Distribución que combina funcionalidad y diseño
La vivienda se divide en dos plantas cuidadosamente planificadas para ofrecer confort y practicidad.
- Planta baja: Alberga tres dormitorios, uno de ellos en suite, un baño, vestuarios, una sala de máquinas y un baño exterior. Además, conecta directamente con el porche, la piscina y el jardín, creando un espacio ideal para disfrutar de las largas veladas de verano.
- Planta superior: Aquí se encuentra el corazón de la casa, con una cocina-comedor, un salón, un dormitorio en suite y un baño de cortesía. Cada espacio está diseñado para maximizar las vistas al mar y al entorno natural.
Cocina y comedor: minimalismo con un toque artesanal
La cocina y el comedor son un ejemplo perfecto de cómo combinar minimalismo y funcionalidad. El comedor, rodeado de grandes ventanales, se transforma en un espacio versátil gracias a dos aperturas orientadas al norte y al sur, que permiten disfrutar de luz natural en cualquier momento del día. El mobiliario, que incluye una mesa robusta de madera y sillas de diseño artesanal, refleja un equilibrio entre lo contemporáneo y lo tradicional.
En la cocina, la gran isla central se convierte en el punto focal, rodeada de detalles cuidadosamente seleccionados como lámparas de madera y encimeras de tonos piedra. El espacio respira calidez y se integra de manera natural con el resto de la vivienda, ofreciendo una estética atemporal.
Un salón íntimo con vistas espectaculares
El salón, ubicado en la planta superior, se presenta como un refugio perfecto para los meses de invierno, sin perder la conexión con el exterior. Decorado en tonos verdes y grises para suavizar la luminosidad natural, este espacio incluye un sofá en tonos profundos, una mesa de centro de microcemento y una alfombra de fibras naturales que aportan textura y unidad. El toque artístico lo dan dos piezas de arte minimalista que evocan el paisaje menorquín.
Dormitorios diseñados para el descanso
El dormitorio principal en suite destaca por su diseño exclusivo, con un cabecero de madera que también funciona como separador del baño integrado. Los tonos neutros y los materiales orgánicos, como lino y madera, crean un ambiente sereno. El baño, por su parte, combina microcemento en tonos claros, madera y grifería en bronce, logrando una estética sofisticada y contemporánea.
La planta baja incluye dos dormitorios adicionales diseñados con funcionalidad en mente. Los cabeceros de obra en forma de L rodean camas individuales que pueden convertirse en literas, adaptándose a diferentes necesidades. Los textiles neutros y la iluminación cálida refuerzan la sensación de confort y armonía.
Un porche para disfrutar del Mediterráneo
El porche, situado en la planta baja, es un espacio diseñado para reuniones y momentos de relajación. Una bancada de obra revestida en microcemento alberga un amplio sofá acompañado de cojines con estampados mallorquines. En el centro, una mesa de madera tropical se convierte en el punto de encuentro, complementando la estética cálida y acogedora del espacio.
El diseño paisajístico refuerza la conexión entre la casa y su entorno, con jardines compuestos por plantas autóctonas que aportan un toque de autenticidad.