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Hoy os traemos el gran talento fotográfico del joven de origen malasio Jack Yong. En su web descubrimos maravillosas fotografías cargadas de ingenio y creatividad. Destacan del artista las imágenes hechas a partir de dobles exposiciones. En ellas, combina elementos de la naturaleza, como los bosques, los pinos, el cielo y el mar con las siluetas de personas. No hay límites en sus fotografías, confundimos la línea donde termina la naturaleza y empieza el perfil del ser humano.
El resultado es sin duda curioso y poseen una gran armonía. También destaca del autor la serie de fotografías llamada Breakfast, y precisamente en ella, contemplamos los diferentes desayunos. En ellos se repite el tazón y la cuchara, variando los cereales y el fondo sobre el que se sitúan. Imágenes coloridas que nos hacen reflexionar.
Su original estilo le ha llevado a que una de sus fotografías haya sido la portada del libro Cien días de felicidad de Fausto Brizzi. Con la fotografía lomográfica, que tan extendida está en nuestros días, también podemos lograr resultados totalmente nuevos y composiciones de lo más rompedoras pero con ese toque colorista que tanto la caracteriza.
El origen de la doble exposición se lo debemos a las cámaras analógicas, donde esa impresión solapada de imágenes se lograba disparando dos fotos seguidas, sin pasar el carrete, es decir, usando el mismo espacio de negativo para dos fotos diferentes, dando lugar a composiciones realmente mágicas.
Es el caso de Deva, fotógrafa que cultiva el gusto por lo analógico y lo tradicional que consiste en capturar los momentos con esa esencia de sorpresa al revelar el carrete. Con sus composiciones de doble exposición hecha con su cámara konica TC-X logró llevarse el premio de Espanis Lomocovers de Lomography gracias a su fotografía La playa, una cama y las sábanas revueltas.
Con el avance de las tecnologías, existen en el mercado cámaras que incluso ofrecen la posibilidad de realizar la doble exposición sobre la marcha, visualizando ambas imágenes en la pantalla y sabiendo por adelantado el resultado final. Quizás pierda un poco la magia, aunque también es de gran ayuda para asegurar el éxito. En este vídeo se dan las claves de cómo llevarlo a cabo con las nuevas cámaras digitales. Y si tu modelo de cámara no te permite hacerlo, en este link se dan los trucos para solapar imágenes a posteriori.
Y vosotros, ¿con que os quedáis? ¿El modo tradicional analógico donde cada revelado es una sorpresa, o el modo más moderno y planificado donde ya sabes cuál será el resultado final de la doble exposición?