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Sabéis que nos gusta hablar de ilustradores que por alguna razón destacan por su técnica o estilo. Es el caso Dilka Bear, una artista de Dunio, Italia, que sorprende por sus trabajos. En ellos, muchachas de amplios rostros y ojos pequeños posan de forma inocente en escenarios siniestros y lúgubres.
Las obras de Dilka Bear son poéticas y tienen como protagonistas a niñas de aspecto taciturno. Esas chicas de presencia frágil suelen sujetar algo en sus diminutas manos y cada una de esas figuras tiene su propia historia. Bear se inspira en los cuentos de hadas, especialmente en los de los hermanos Grimm pero otras pinturas nacen de historias de otras personas que llegan a sus oídos.
Después de trabajar cuatro años como diseñadora gráfica e ilustradora, decide dar el gran paso de dedicarse a lo que realmente quiere y adentrarse en el arte independiente. A través de sus obras trata de contar las historias que es incapaz de escribir. Su estilo lo ha definido como «dreamy» (soñador) y tal vez es la mejor palabra para describirlo.
Es pintora y dibujante y suele hacer sus ilustraciones de las cándidas muñecas que componen su trabajo en acrílico sobre madera y a veces con lápices y acuarelas. Sus ideas pueden aparecer de nada o ser fruto de un libro que ha leído o de una película que acaba de ver.
Sus pinturas también recuerdan a las inocentes muchachas de Mark Ryden. Aunque las chicas de sus pinturas no sonrían y mantengan un semblante serio, Dilka dice que no están tristes. Algunas de esas jóvenes son melancólicas y señala que algunas de ellas pueden saber algo que no deberían. Sus mascotas, no son tal. Se trata de pequeños animales que en realidad son amigos mágicos.
No representa niñas tristes. Representa un mundo inspirado en los cuentos de hadas. Este estilo tan particular le ha dado un reconocimiento que la ha permitido exponer sus trabajos en distintas partes del mundo.