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La increíble trayectoria de la diseñadora Isabel López-Quesada es inabarcable. Pero no podemos dejar de asomarnos a mirar sus obras, que durante treinta años han influido en otros diseñadores y estudios de arquitectura. Isabel crea tendencia.
Su estilo ecléctico, mezcla de diversas corrientes, donde habitualmente encontramos pinceladas del shabby inglés o del country francés, consigue estos resultados que tanto nos gustan.
Ha realizado trabajos tanto de decoración de interiores, como fachadas, jardines y diversas obras arquitectónicas.
En Madrid ha centrado gran parte de su esfuerzo, cuidando cada detalle, siempre con el sello inconfundible de su estudio. En el barrio de Salamanca encontramos este precioso piso decorado enteramente por ella.
Siguiendo esta línea de trabajo, en el prestigioso barrio del Senado descubrimos otra vivienda llena de luz y buen gusto.
Nos desplazamos hasta Chamberí para apreciar la luminosidad de sus conjuntos, empleando colores claros en textiles y paredes.
Cada detalle esta pensado al milímetro.
Como podemos ver, Isabel Lopez-Quesada toca todos los palos. Los diseños infantiles minimalistas le dan así de bien.
Su vivienda, ubicada en el barrio madrileño de El Viso, es el vivo reflejo de su trabajo. En ella observamos claramente la mezcla de estilos, coronados siempre por obras de arte como jarrones antiguos, cuadros de importantes pintores o esculturas que encuentran su sitio destacado en cada estancia.
La peculiaridad de su hogar reside en que anteriormente fue una fábrica de cera. Las antiguas instalaciones fueron rediseñadas y se transformaron en un espacio habitable con estilo y un lugar de trabajo donde tener cerca a su familia.
Seguimos por Madrid, que hay mucho que ver. Su obra de Somosaguas consiste en una delicada combinación de colores que dan vida a cada estancia. No deja de sorprendernos con nuevos diseños.
Pero Isabel no ha dejado de moverse por toda España y parte del extranjero, adaptando sus obras a los distintos ambientes, climas y caracteres de cada territorio.
Gracias a sus habilidades y al incondicional respaldo de todo su equipo, en 2012 fue reconocida como la mejor interiorista del año por la prestigiosa revista de diseño Architectural Digest.
Os ofrecemos esta casa de la isla de Mallorca, donde es obvia su predilección por el blanco.
Las flores naturales y coloridas aportan frescura. Los espacios abiertos hacia las zonas verdes dan sensación de libertad y amplitud.
La lujosa casa de campo segoviana diseñada por su estudio, nos deja sin respiración.
La unión de lo antiguo y lo moderno es tan sutil, que cambiamos de uno a otro sin darnos cuenta. En Sotogrande, Cádiz, también ha dejado su firma.
Si viajamos a la otra punta de la península, Asturias, donde predominan los días lluviosos y grises, podemos refugiarnos en el interior de esta casa que nos protegerá de las desavenencias del tiempo.
Sus obras han recorrido medio mundo y son reconocidas por diferentes culturas y estilos de vida. En Suiza, su colosal obra de restauración de la casa en Gstaad ofreció este resultado.
Un ambiente cálido proporcionado por la madera, elemento presente en casi todos sus trabajos.
Un material que resulta muy práctico en muchas ocasiones. La cabaña de Biarritz, en Francia, es un ejemplo de ello.
Además, ha sido la artífice de diseños en edificios importantes, tanto públicos como privados. Ha participado en proyectos institucionales como la Tabacalera, el edificio Telefónica, Torre Espacio o Acciona, entre otros. El Real Club Puerta de Hierro está vestido de la elegancia propia de la autora.
El estudio Isabel López-Quesada ha colaborado en importantes proyectos como el diseño de la embajada de España en Japón y en otros lugares del mundo como Dakar o Doha.
Esperamos que os haya gustado este viaje por los apasionantes interiores de una de las diseñadoras más prestigiosas del país. Seguiremos acercándonos a los trabajos más vanguardistas y elegantes, que no podemos pasar por alto.
