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En la Inglaterra del siglo XIX se experimentó un crecimiento y desarrollo hasta entonces desconocido por la humanidad. A la subida al trono de la reina Victoria I comienza una época de bonanza debida a la Primera Revolución Industrial, el aumento de la población y la aparición de nuevas figuras en el universo de las letras y la ciencia.
No todo fue oro durante lo que conocemos como la Era Victoriana, muchos malvivían en los alrededores de las fábricas y el caos urbanístico en la ciudad de Londres creaba frecuentes epidemias, debidas también a las ínfimas condiciones higiénicas.
Entre todo este caos, se propuso una Ley de Salud y urbanismo para mejorar esta situación. En este contexto nace la arquitectura Victoriana.
Características de la arquitectura victoriana
Frente al Clasicismo imperante en en la mayoría de los países de Europa, en Inglaterra nace el ferviente deseo de volver a recuperar estilos arquitectónicos del pasado. Apostando por el Gótico, el diseñador Augustus Pugin que fue contratado para realizar el nuevo edificio del Parlamento de Londres.
Pugin defendía una vuelta a los cánones góticos, expresión del cristianismo, en respuesta al paganismo que inundaba la arquitectura, vinculada a la Antigüedad Clásica.
Este «revival» de lo gótico es una de las características más destacadas de la arquitectura victoriana, en la que encontramos reminiscencias de lo gótico en sus arcos apuntados y torreones.
Pero, no debemos olvidar la época en la que nos encontramos; los logros de la Revolución Industrial y uso de nuevos materiales y técnicas, también influenciaron notablemente en esta arquitectura. La Exposición Universal de 1851 fue el pistoletazo de salida para mostrar al mundo el poderío del Imperio Británico, y con ello el uso del hierro y acero en las nuevas construcciones, unido al metal. El empleo de estos materiales para el Palacio de Cristal de Hyde Park, en Londres, realizado por Joseph Paxton, fue otra de las situaciones que influenciaron en el nacimiento de esta nueva arquitectura.
EL empleo de colores vibrantes propio del Renacimiento Italiano, es otra de sus características. En un principio se emplearon para la construcción de edificios de esta época colores más sobrios como el gris, pero se tendió al progresivo uso de colores más llamativos.
EL Segundo Imperio y la reforma del Barón Haussmann fue otra influencia latente en este estilo: el interés por organizar la ciudad para solucionar sus problemas de salubridad y crear un plano ordenado y acorde con los nuevos tiempos, fue una prioridad en los tiempos de la reina Victoria.
George Gilbert Scott, un exponente de la arquitectura de estilo victoriano
Principalmente enfocada a la construcción de viviendas particulares, encontramos numerosos ejemplos de este estilo por las calles de Londres y, también, en lugares que fueron colonias británicas durante esta época, encontrando ejemplos en EE. UU de este estilo.
Hablamos de una arquitectura particular debido al interés de la nueva y floreciente clase comercial inglesa de mostrar una imagen de riqueza y lujo unida, a la vez, a la moral, que tanto influyó en esta época.
Encontramos casas con grandes torreones, ventanas en formas apuntadas, porches que rodean toda la construcción y decoración a lo largo de toda la fachada, pero lo que más nos llama la atención es el interior, donde el gusto del propietario lo inunda todo, llegando incluso a lo excesivo: jarrones orientales, influencias de la India… todo vale en un intento de demostrar el poder económico de la nueva clase dominante.
Uno de los arquitectos más significativos de este estilo sería George Gilbert Scott, que llevó a cabo el Midland Gran Hotel, una de las pocas construcciones victorianas que no son de carácter privado. Gran defensor del estilo neogótico, fundó un estudio donde estudiaron futuros arquitectos de renombre en Inglaterra, siendo reconocido, a su muerte, a nivel internacional.
La arquitectura victoriana en EE.UU
Aunque la independencia de EE.UU se produjo en 1776, las relaciones entre el nuevo país y la que fue su metrópoli seguían en pie. Relaciones comerciales que daban como resultado contactos culturales en ambos sentidos, y que provocó la aparición de este tipo de arquitectura en diferentes estados de EE.UU.
Viviendas eclécticas, que mezclan multitud de influencias arquitectónicas y materiales, aparecen por lugares como San Diego o Nueva York. Es a resaltar el ejemplo del hotel Coronado, resort de vacaciones en San Diego, de estilo victoriano y que se encuentra en el Registro Nacional de Lugares Históricos.
En este hotel, construido en 1887, se hospedaron presidentes, figuras del papel couche o miembros de la realeza, ente ellos el Príncipe Eduardo. En este lugar se cree que conoció a su futura esposa, Wallis Simpson. Este hotel fue uno de los primeros del mundo en contar con electricidad y el más grande su época.
Carroll Avenue, en los Ángeles, sería otro lugar donde podemos encontrar casas particulares de estilo victoriano; en diferentes colores, jalonan ambos lados de la acera, siendo un eco del Londres más típico.