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Hoy nos trasladamos hasta La Cocina de San Antón para comer por todo lo alto. Y nunca mejor dicho. Este restaurante ofrece suculentas propuestas gastronómicas, que podemos degustar en las alturas, sorprendiéndonos con una preciosa vista de los tejados de una de las zonas más conocidas de Madrid.
Adentrándonos en el barrio madrileño de Chueca encontraremos un sinfín de locales con un encanto especial. Uno de ellos, localizado en la calle Augusto Figueroa, es el Mercado de San Antón. Un antiguo mercado que ha sido remodelado añadiéndole un aire chic y moderno que lo hace diferente.
Allí, en su tercera planta, con una terraza de 360 metros cuadrados, se encuentra La Cocina de San Antón. Una apuesta gastronómica del grupo Osborne donde ofrece sus conocidos productos ibéricos Cinco Jotas.
Se trata de un restaurante con un diseño cosmopolita y urbano tanto en su interior como en su exterior. Una decoración con gusto y pensando al milímetro en cada detalle, desde los manteles de las mesas, hasta los uniformes de los camareros, diseñados por Juanjo Oliva.
La Cocina de San Antón se decanta por los productos frescos, cuidando al máximo la calidad de los mismos. Así, el restaurante introduce el concepto “cocina tradicional de mercado”. Es decir, ofrecen platos recién cocinados con alimentos comprados en el día, generalmente, en el propio mercado. Debido a esto, su oferta variará en función de la temporada y los alimentos que puedan encontrarse.
Esto es lo que declaran ellos mismos, “cada mañana escogemos lo mejor del mercado para servirlo recién cocinado en tu mesa. No olvides consultar “El recién salido” especial de nuestra carta”. Sin duda, esta máxima otorga un valor añadido al restaurante y a sus fogones.
Pero esta idea va más allá e invita al propio cliente a “participar” en la cocina. Antes de llegar hasta la tercera planta, podemos pasearnos entre los puestos, comprar en el mercado y pedir que lo cocinen para nosotros como más nos guste. Además, podremos elegir entre una variedad de guarniciones para acompañar nuestro plato. A esto lo llaman Cooking y nos parece una iniciativa perfecta.
Podemos disfrutar de este lugar en cualquiera de sus tres ambientes. Por un lado estaría el comedor del restaurante. Un espacio cubierto donde encontraremos su carta con platos inspirados en la cocina tradicional española con aportaciones internacionales. Aquí podremos degustar un jamón ibérico recién cortado en su puesto de corte profesional. Además, gracias a su cristalera tendremos una espectacular vista del interior del mercado.
También dispone de una terraza cubierta climatizada. En ella podremos estar a una temperatura agradable tanto en invierno como en verano sin renunciar a una estancia exterior.
Por último, su terraza exterior. Un lugar perfecto para pasar un rato agradable en pareja o con amigos probando sus cócteles y combinados, mientras picamos alguna de las propuestas de su carta “Entre Horas” y disfrutamos de unas maravillosas vistas del cielo de la capital.
Una azotea ideal para empezar a vivir la noche madrileña del fin de semana y pasar un buen rato acompañado, en algunas ocasiones, de actuaciones en directo.
Abierto desde las 10 de la mañana, hasta las 12 de la noche excepto los viernes, sábados y vísperas de festivo que cierran a la 1:30 de la madrugada.
Un restaurante al que no debemos dejar de ir y sumergirnos en su ambiente chic y urbano propio de una gran ciudad como Madrid.