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El estudio Phoenix Design surgió de la colaboración entre Andreas Haug y Tom Schönherr, ambos vinculados a la aparición del diseño moderno en Alemania. La firma abrió sus puertas a finales de los años 80 y en todo el tiempo transcurrido ha conseguido convertirse en uno de los principales nombres en el diseño industrial y de producto. Un proyecto al que también se sumaron nuevos rostros profesionales como Manfred Dorn y Harald Lutz. Pero en este post no solo profundizaremos en la compañía sino en la ducha Raindance, por la acogida que tuvo este modelo.
El éxito de la empresa se encuentra firmemente arraigado en la tradición del diseño clásico alemán, considerando esta disciplina como una actitud ante la vida y las iniciativas que van surgiendo. El objetivo que persiguen no es otro que diseñar productos que convenzan al cliente por su lógica y funcionalidad, además de haber sido elaborados de manera responsable mirando a largo plazo. Desde Phoenix Design consideran que se han de tener en cuenta todos los factores que intervienen en el proceso de creación y diseño, eliminando cualquier aspecto superfluo.
Trabajan en torno a unos valores estables o palabras clave que definen su negocio: puntos de venta, larga vida del producto, marcas distintivas, el producto como diseño corporativo, diseño selectivo, la calidad humana, el cambio continuo hacia la innovación y el diseño cosmopolita. Palabras clave que se aplican a la gama de soluciones y servicios que ofrecen, desde la consultoría de diseño estratégico, diseño clásico de producto y diseño de la interfaz de usuario. Es decir, se centran en el desarrollo de productos y sistemas interactivos que aumenten el valor de una marca y le proporcionen una ventaja competitiva en el mercado.
Y cuál es el porqué de toda esta historia, pues la llegada de la ducha Raindance hace ya más de una década. Hansgrohe y Phoenix Design revolucionaron el mercado de aquel entonces con la ducha mostrada en las imágenes, un verdadero éxito en todo el mundo. Rompía con las proporciones convencionales con su cabezal extra grande, convirtiendo la ducha diaria en una experiencia sensorial. Artículo al que además se incorporó un práctico botón Select con el que cambiar el tipo de chorro con un sencillo clic.
Si en anteriores post hablábamos del híbrido entre ducha y lámpara bajo la denominación de Axor Water Dream, aquí hablamos de otro tipo de sueño. Una innovación que mejoró una rutina cotidiana y tan simple como ducharse. Reflejo de la innovación que persiguen día tras día, no solo cabe señalar su extensa cartera de clientes (Audi, Siemens, Bosch…) sino también los reconocimientos y premios recibidos a lo largo de más de veinte años de experiencia. Logros internacionales como el IF Design Award International Forum Design Hannover o el Design Award of the Federal Republic of Germany.