Contenidos
Una de las más importantes artistas del arte contemporáneo fue Luise Bourgeois, quién a pesar de haber nacido en Francia, donde además estudió, se nacionalizó estadounidense, donde desarrolló gran parte de su obra. Se le reconoce principalmente como escultora, en especial por su obra de gran escala arácnida, por la que se le conoció como “mujer araña”, la tan famosa Maman.
Biografía de Louise Bourgeois
Louise Joséphine Bourgeois nació en París, Francia, el 25 de diciembre del año 1911, y falleció en Nueva York a los 98 años de edad. A ella se le conoce como la fundadora del Arte Confesional, considerando no solo por su trabajo escultórico haciendo referencia a la figura humana, sino por expresar en sí mismo temas en torno a la soledad, la traición y la ansiedad.
Su mayor inspiración fue la infancia: sus padres
Louise Bourgeois tuvo tres hermanos, siendo ella la tercera de ellos. Sus padres fueron Louis Bourgeois y Josephine Fariaux, ambos dueños de una galería que se especializaba en antiguos tapices. Más tarde mudaron la galería transformándola en un taller de reparación y restauración de tapices en las afueras de París.
Su padre solía tener amoríos con distintas mujeres, incluyendo a la niñera y maestras de sus hijos, lo cual generó una marca muy significativa en quien pronto se convertiría en escultora. Su madre estuvo siempre al tanto de ellos, pero los ignoraba. Más tarde estos eventos repercutirían en la obra de la artista.
La educación de Louise Bourgeois
La educación de Louise Bourgeois se desarrolló en París; uno de los centros formativos fue La Sorbona, donde estudió Geometría y Matemática, iniciando en 1930. Dos años más tarde fallece su madre, tras este evento, decidió dejar la carrera y comenzar a estudiar artes, a pesar del rechazo de su padre ante ello; al menos hasta descubrir el gran talento que su hoja tenía.
Para lograr costear la carrera que su padre decidió no apoyar, se inscribió en clases donde se necesitaban traductores de inglés para evitar pagar la matrícula. En 1935 se graduó, para estudiar más tarde en la Académie de la Grande Chaumiére hasta 1938.
Asimismo, estudió también en la Escuela de Louvre y en la École des Beaux-Arts, donde empleó aquellas infidelidades de su padre como fuente de inspiración para sus creaciones. De esta forma determinó que su pulsión creadora estaba en aquellas tensiones y traumas de la infancia.
Del encuentro con Fernand Léger a la escultura
Durante su estancia como estudiante de La Sorbona cuando ya estudiaba artes, coincidió en alguna de esas clases con el pintor cubista francés Fernand Léger, quien al mirar su trabajo le dijo directamente que ella no era pintora, sino escultura.
La tienda de obra gráfica que le presentó a su esposo
Para aprender aún más otras técnicas, Louise visitaba de manera constante diversos estudios en París, para conocer de primera mano la obra y técnica de otros artistas. Más tarde, al lado del taller de tapices de su padre, abrió su propia tienda gráfica, con ayuda de este, quién decidió hacerlo por tratarse de un negocio que consideraba enteramente de comerciante.
Fue ahí donde en 1938 conoció a quién sería su esposo, el historiador estadounidense Robert Goldwater. Su visita a la tienda tenía la finalidad de comprar algunas imágenes de Pablo Picasso, pero se extendieron en conversaciones en torno al surrealismo, del que detonó la afinidad entre ambos, llevándolos más tarde al matrimonio.
Louise Bourgeois en Nueva York
El mismo año en el que conoció a Robert Goldwater, emigraron a Nueva York, donde la artista estudiaría pintura en la Liga de estudiantes de arte de Nueva York, donde produjo también estampado y escultura. No hay que olvidar que fue una época difícil, ya que se estaba desarrollando la Segunda Guerra Mundial; muchos artistas migraron a Estados Unidos y parte de Latinoamérica.
La pareja en 1939 decide adoptar a un niño en Francia, Michel, considerando que para ese entonces buscaban tener uno propio y no podría. Sin embargo, poco después, en 1940, con 28 años de edad, nació Jean-Louise, y un año después nació Alan.
Las novedades de los materiales escultóricos empleados por la artista
A pesar de aquella transición con la que debió convivir la artista en un país completamente nuevo y ajeno a su cultura, construyó su trabajo con madera que provenía del océano, y pedacería metálica. Esta misma madera, la cubría pintura, creando luego rayones con clavos y hoyos para ayudar a crear efectos que produjesen emociones.
De la amistad con Miró al sentir naif de su obra
A pesar de su grandeza como escultura, y de haber tenido su propia individual en 1945, poco era reconocida en ese entonces. Siete años antes había conocido a Joan Miró en París, aunque no fue hasta 1947 que entablaron una amistad cuando ya se encontraba en Nueva York.
Sin embargo, el gran Joan Miró no prestó atención a su escultura, la cual consideraba naif, pero sí admiraba su pintura. Paradójico para una artista que sería luego admirada por su escultura.
De su amistad con artistas contemporáneos a los viajes a España y Grecia
La artista se unió a la American Abstract Artists Group junto a otros contemporáneos como uno de los pioneros del arte conceptual Ad Reinhardt y al pintor del expresionismo abstracto Barnett Newman. Además, fue la época en la que entabló amistad con otros reconocidos artistas como Jackson Pollock, Willem de Kooning y Mark Rothko.
Más tarde, hacia 1966 la pareja (Bourgeois- Goldwater) viajaron hacia España y Grecia, donde tuvieron la oportunidad de visitar grandes monumentos escultóricos, incluyendo las enigmáticas edificaciones de Antoni Gaudí en Barcelona.
La sustitución de la madera por el mármol
Cuando Bourgeois comenzó a formar parte del American Abstract Artists Group inicia otro proceso de exploración en torno a los materiales que empleaba para la realización de sus escultoras. En medio de ello, abandonó el uso de la madera para introducir el mármol, así como también el bronce y el plaster.
Al mismo tiempo, se encontró en la investigación de otros temas para ella nuevos, pero que venía arrastrando dentro de sí desde mucho tiempo atrás: el miedo, la pérdida del control y la vulnerabilidad. Las experiencias que tuvo durante su vida, especialmente aquellos conflictos con los que tuvo que lidiar, los transformó en una única forma de arte.
La feminidad que desarrolló en su obra
Louise Bourgeois durante su vida rechazó la idea de que su obra fuese considerada feminista. Sin embargo, siempre su tema central fue la feminidad. Algunas de sus obras lo demuestran no tanto por sus títulos, sino por sus formas curvas relacionadas expresamente con lo femenino, como Femme Maison (1946 – 1947), Torso self-porttrait (1963 – 1964) y más tarde en 1993 Arch of Hysteria, todas referencias al cuerpo femenino.
De escultora a profesora y anfitriona
En el Pratt Institute Louise Bourgeois comenzó a impartir clases en 1973, así como en otras instituciones universitarias tales como Brooklyn College, Cooper Union y la escuela histórica New York Studio School of Drawing, Painting and Sculpture.
Más tarde se convertiría en una de los mejores críticos para estudiantes y jóvenes artistas, al convertirse en anfitriona en 1970 de algunas reuniones que llamaron Sunday, bloody Sundays, logrando no solo inspirar a otras jóvenes artistas, sino dejando una huella imborrable en cada uno de ellos.
Rodeada de activistas
El artista, más allá de lo que desea transmitir, logra hablar a través del ojo del espectador. No eres artista, sin alguien quién frente a tu obra, logre no solo tomar un sentido crítico, sino ser sensible ante él. Cuando Bourgeois tenía alrededor de 69 años de edad, ya era conocida y admirada por su obra escultórica, siendo muchos activistas algunos de ellos.
De esta manera, la artista se comenzó a rodear de activistas logrando formar parte del grupo feminista que fundó Anita Steckel en la década de los 70’, llamado The Fight Censorship Group. Tal grupo defendía todas aquellas imágenes sexuales que se mostraban expresas en el arte.
Los cambios tras la muerte de su esposo
En 1973 falleció su esposo Robert Goldwater, siendo no solo muy doloroso para ella, sino que trajo consigo grandes cambios a su vida tanto personal, como artística. Las obras que más tarde crearía, mantendrían gran poder transgresor influenciado no solo por los nuevos materiales con los que experimentaría, sino por el feminismo.
El reconocimiento internacional
Su primera retrospectiva la logró en 1982 en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, consiguiendo reconocimiento internacional. Hasta ese instante su obra efectivamente sí era admirada, pero no tan aclamada como hasta ese momento. En entrevistas tras la retrospectiva, ella aseguró que su trabajo era puramente autobiográfico.
Siete años más tarde, tuvo otra retrospectiva en Alemania. En 1993 representó a Estados Unidos en la Bienal de Venecia. Dentro de las últimas obras que realizó, se encuentra la tan conocida Spider y Maman, una araña de diez metros de altura, de bronce, expuesta en el Museo Guggenheim de Bilbao en el año 2004.
Últimos días
Lauise Bourgeois falleció el 31 de mayo del año 2010 en la ciudad de Nueva York tras un infarto agudo. Hasta sus últimos días la escultora no dejó de trabajar en su obra. Justo una semana antes de que falleciera, habría terminado sus últimas piezas.