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Durante el siglo XVI las artes plásticas eran consideradas una actividad cuyo trabajo era meramente manual. El artista no era visto como una persona inmersa en una gran creatividad, sino como una actividad más, mecánica, la cual funcionaba como un trabajo más.
Por esta y muchas otras razones, no era usual que las mujeres realizaran tal actividad. Sin embargo, Sofonisba Anguissola sí lo hizo, teniendo mucho éxito con sus creaciones pictóricas, especialmente con el retrato. Como pintora italiana, se le reconoce por haber sido la primera mujer en haber sido reconocida por sus conocimientos artísticos durante en Renacimiento.
Biografía de Sofonisba Anguissola
Sofonisba Anguissola nació en Cremona, Italia, hacia 1535, y falleció en 1625 en Palermo. Se consideró como la primera mujer pintora italiana en tener éxito durante el Renacimiento. Una de las áreas pictóricas que más desarrolló, fue tanto el retrato como el autorretrato, incluyendo reglas que eran completamente novedosas en su tiempo.
Familia Anguissola
Amilcare Anguissola fue el nombre de su padre, un miembro de la nobleza genovesa, lo que la llevaría a vivir en medio de una pequeña aristocracia. Su madre se llamó Bianca Ponzone; con siete hermanos siendo ella la mayor, y tan solo uno hombre, pero fueron las mujeres quienes se educaron según sus talentos (entre otras áreas de gran importancia en su momento, como el latín): Elena, Europa, Lucía, Ana María y Minerva, además de Sofonisba.
Cuatro de estas mujeres se hicieron pintoras, como Lucía, la tercera hija, quién también tenía mucho talento, pero falleció siendo muy joven, alrededor de los 30 años. Mientras que Elena se hizo monja, la segunda hija. Minerva, por su parte, se hizo latinista y escritora. El resto, también recibieron buena educación en torno a las bellas artes. El único de los hermanos varones llamado Asdrubale, estudió latín y música
Inicios en la pintura
Una de las personas que posiblemente la influenciaría en desarrolla el retrato en gran medida, habría sido su profesor de pintura Bernardino Campi, un gran retratista y pintor manierista, desde 1546, cuando tenía alrededor de 14 años. Estudió con él junto a su hermana Elena.
Más tarde, Campi se muda de la ciudad, así que Sofonisba continua sus estudios de pintura con Bernardino Gatti, a quién llamaban El Sojaro, con el que estuvo alrededor de tres años formándose. De este periodo nacieron obras como Bernardino Campi pintando a Sofonisba Anguissola, de 1550.
Conociendo a Miguel Ángel en Roma
Su viaje a Roma sin duda habría sido una de las mejores experiencias que habría tenido, desde 1554 y durante al menos los próximos dos años, considerando que tuvo la oportunidad de conocer al gran artista del momento Miguel Ángel. En efecto, Sofonisba se habría sentido muy honrada de conocerle.
Tras uno de sus primeros encuentros, Miguel Ángel le habría pedido que pintase a un niño llorando, cuyo resultado sería Niño mordido por un cangrejo (actualmente ubicado en el Museo de Capodimonte, en Nápoles), siendo esto una demostración para el gran artista Renacentista, del talento de la joven.
Fue este el motivo suficiente como para que Sofonisba se convirtiera en una suerte de alumna informal de Miguel Ángel, ya que éste le proporcionaba bosquejos de su cuaderno de notas para que ella desarrollara sus pinturas, pero con su personal toque, además de los múltiples consejos que le dio.
Límites impuestos por ser mujer
Sin embargo, a pesar de que haber demostrado mucho talento, y haber estado rodeada de mucho mayor apoyo que cualquier otra mujer de su tiempo, no se le permitió estudiar dibujo natural o anatomía, precisamente por ser mujer. Para ese momento, que una mujer mirara un cuerpo desnudo, era inaceptable. Lo mismo le ocurrió más tarde a la artista del barroco Elisabetta Sirani, a quién también cohibieron de esta formación por ser mujer.
En busca de otras alternativas: creó su propio estilo
A pesar de las prohibiciones que recibió por ser mujer, como el crecimiento educativo al que fue negada, Sofonisba Anguissola siguió indagando hasta encontrar su estilo propio, implementando poses informales en sus creaciones, las cuales eran poco comunes en su tiempo.
Para ello, la artista usó a su propia familia como los principales modelos, tal como el Autorretrato fechado 1554, El juego de ajedrez de 1555, donde retrata a tres de sus hermanas: Lucía, Minerva y Europa; también Retrato de Amílcar, Minerva y Asdrúbal Anguissola, hacia 1557-1558.
Viaje desde Milán hasta España
Hacia el año 1558 Sofonisba ya era conocida en gran parte de Italia, por lo que el duque de Alba le pidió un retrato, así que viajó a Milán para realizarlo. Al año siguiente, el duque preparó a los esponsales Isabel de Valois y Felipe II en París, decidiendo incluir a Sofonisba entre las damas que consigo llevaría la reina a España.
De esta manera Sofonisba inicia viajes por toda España, entre 1560 y 1573 con la corte española. En principio fue simplemente como dama de Isabel de Valois, pero luego pasó a ser la tutora de las infantas, tras la muerte de ésta. Cuando llegó solo tenía 25 años de edad, momentos en los que realizó diversos retratos tales como Isabel de Valois sosteniendo un retrato de Felipe II.
Retratista de la Corte española
Varios años estuvo Sofonisba Anguissola realizando retratos para la Corte, no solo a la reina, sino a otros miembros de la familia real. Por este tiempo la artista aplicó diversas innovaciones al retrato, así como lo haría luego Juan Pantoja de la Cruz, y más tarde el mismo Diego Velázquez.
Regreso a Italia
Hacia 1570 Sofonisba Anguissola se encontraba aún soltera, lo que para las costumbres de la época era a lo que se debía prestar completa atención. El rey se hace responsable de buscarle esposo, bastante usual en ese entonces. Lo único que ella pedía, es que fuera italiano como ella. Es así como se casa con el virrey de Sicilia Fabrizio Moncada, un noble de ascendencia aragonesa.
Tras una gran boda que el mismo rey de España dotó, en 1573 se mudó junto a su esposo hacia Palermo. Sin embargo, solo 5 años duraría el matrimonio, ya que su esposo falleció tempranamente. Un año después de su muerte, muy afectada por ello, vuelve a Cremona.
En Génova con su segundo esposo
En 1579, poco más de un año después de la muerte de su primero esposo, se casó con el noble genovés Orazio Lomellino, mucho más joven que la artista, en Pisa, a pesar de que el mismo Felipe II no estuvo de acuerdo. Se mudaron a Génova, donde adquirieron una casa muy cómoda en la que logró montar su propi estudio.
Mantuvo una cómoda vida en esta casa junto a su esposo, especialmente porque tuvo la libertad de dibujar y pintar cuanto quiso en su estudio propio. Además, continuó manteniendo la fama que adquirió tras sus extraordinarios retratos, recibiendo visitas no solo de colegas, sino de otros jóvenes artistas que la admiraban, incluyendo la de Lavinia Fontana, mucho más joven que ella, y gran admiradora de su trabajo.
Vejez en Palermo
A pesar de su cómoda estadía en el hogar que conformó junto a su esposo en Génova, pasó sus últimos 10 años en Palermo. Durante este tiempo, llegó a recibir la visita del grabador y pintor flamenco Anton van Dyck, dejándolo por escrito en cuaderno de bocetos famoso actualmente en el Museo Británico de Londres.
Sofonisba Anguissola falleció en 1625, siendo muy aclamada incluso posterior a su muerte de manera internacional. Nos dejó un legado de al menos 50 obras (otras aún no se determinan su autoría), repartidas en diversos museos y galerías, como el Museo del Prado y el Museo Lázaro Galdiano en Madrid, la Galería Uffizi en Florencia, entre otros.
Influencia en otras mujeres artistas
Anguissola no solo dejó un extraordinario legado pictórico, sino una gran referente e influencia en otras mujeres artistas, tales como la ya mencionada Lavinia Fontana, Artemisa Gentileschi, Bárbara Longhi y Fede Galizia.