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Oaka Leele fue reconocida por sus peculiares y coloridas fotografías. Creó un estilo muy propio y personal, casi por casualidad, sin que quedara la menor duda de que su talento era único. No solo generaba estas imágenes con un click de su cámara, ella creaba arte. Todas sus fotos eran realizadas en blanco y negro, pero previamente pintadas a mano, como si de una antigua técnica fotográfica se tratase.
La artista, sin embargo, fue también una gran poeta, aunque fuese el color lo que más predominara en el público que conoció y adoró su trabajo. Su reciente fallecimiento (mayo del 2022), generó no solo gran vacío artístico entre sus seguidores, sino al mismo tiempo quedó como un ícono de la fotografía española, desde el más ecléctico sentido del color.
Biografía de Ouka Leele
Ouka Leele es el nombre artístico de Bárbara Allende Gil de Biedma. Nació en Madrid, España, el 29 de junio del año 1957, dedicó su vida artística a la fotografía, aunque fue también poeta y pintora, actividades que incluyó a las fotos que realizó. Falleció el 24 de mayo del 2022 a causa de un cáncer de mama, un mes antes de cumplir 65 años de edad.
Su padre fue el arquitecto Gabriel Allende Maíz, y su madre Victorias Gil de Biedma. Tuvo solo una hermana, Patricia Allende, quién también se dedica a la fotografía. Estuvo siempre rodeada de un mundo artístico en intelectual, no solo gracias a la profesión de su padre, sino de su tío Jaime Gil de Biedma, uno de los poetas españoles de mayor importancia de la segunda mitad del siglo XX.
De las artes plásticas a la fotografía
Uno de sus primeros intereses siempre fue el arte, estudiando Bellas Artes, carrera que, aunque no culminaría, le dio la destreza suficiente para pintar. Decidir abandonarlo no fue simple capricho, sino los diversos intereses que tenía. Decidió estudiar piano, al mismo tiempo que estudiaba fotografía en el Photocentro de Madrid.
Ouka Leele no sería la primera fotógrafa en estudiar artes plásticas; no hay duda de que puede resultar de gran ayuda para retroalimentar una visión propia y sensible para cultivar increíbles imágenes. Tampoco fue la primera en decidir pintar a mano fotografías en blanco y negro, pero quizás sí la primera en combinar todas estas actividades artísticas, para crear imágenes cargadas de un gran cromatismo, sin dejar de narrar historias.
Las fotografías en blanco y negro pintadas a mano
Existen colores preestablecidos de los que tomamos referencias a partir del círculo cromático, más allá tenemos la teoría del color que en muchos libros podemos encontrar algunas variantes, pero ninguna como el color de las fotografías de Ouka Leele. Algunos podemos recordar el Pop Art e incluso a Andy Warhol, pero sin duda sería, quizás, una suerte de ofenda ante unas fotografías únicas como las de la artista.
La misma artista diría que no había querido antes ser fotógrafa, incluso al obtener su primera cámara (un obsequio), no llegó a usarla. Fue después de estudiar Bellas Artes que incursionó en ella, y no fue sino hasta 1978 que la revista Star en la que trabajaba con sus fotografías en blanco y negro, que realizara las mismas a color para la portada.
La artista solo realizaba fotografías en blanco y negro, no le interesó, ni le gustaba trabajar a color. Por esta razón se impulsó en retomar una antigua técnica: colorearlas a mano con acuarelas. Pero ella hizo algo más, sus colores eran no solo únicos, sino mucho más fuertes de lo común.
La Movida Madrileña
Entre la década de los 70’ y 80’ se produjo una movida cultural en España que propuso grandes cambios artísticos y culturales, naciendo de esta manera la Movida Madrileña. Muchas expresiones artísticas se vieron afectadas, en el que en su mayoría dejaron de ser ensayo vindicativo, cambiando la manera de ver el arte volcándose sobre las narrativas cotidianas.
Fueron muchos los artistas que estuvieron vinculados a esta nueva forma de hacer arte como si de una suerte de transvanguardia se tratase, siendo Ouka Leele una de las figuras principales de este nuevo movimiento cultural. No bastó fotografiar de la manera tradicional, sino que fue fundamental intervenirlas, ella decidió pintar.
Muchos recordarán las terminologías de postmodernidad que surgieron tras el boom de la reproducción masiva de obras de arte a las que llamarían luego kitsch, colocando figuras representativas del arte, como a la Mona Lisa en tazas, camisas, zapatos, aretes y más; también surgían otras tantas manifestaciones artísticas en las que sus creadores se enfocaban en la libertad de hacer sus creaciones lo más personal posible.
Esto fue parte escencial de la Movida Madrileña, un encuentro cultural masivo en el Ouka Leele participaría a partir de una formación prácticamente autodidacta. Ella misma decidió tomar sus propias tradiciones españolas, y aumentar ese grado de color que serían luego característicos de la artista.
El reconocimiento merecido
La obra fotopictórica (fotografías pintadas a mano) de Oaka Leele fue reconocida y expuesta en diversos países como Londres, Nueva York, París, Roma, Tokio, Sao Paulo, Shanghái, Pekín, Alemania e incluso Buenos Aires, entre muchas otras. Asimismo, muchos museos y colecciones del mundo tienen parte de su obra, como:
- Museo Nacional de Arte Reina Sofía, en Madrid, España.
- Museo Municipal de Madrid.
- Museo Español de Arte Contemporáneo de Madrid.
- Centro Atlántico de Arte Moderno, en Las Palmas, Gran Canaria.
- Centro Andaluz de la Fotografía en Andalucía, España.
- Fondation Cartier, en París.
- Instituto Cervantes, en Lisboa.
- Fundación La Caixa en Barcelona, España, entre otros…
Ouka Leele ganó el Premio Nacional de Fotografía en el 2005, otorgado por el Ministerio de Cultura de España. Cuando aún vivía, la artista decía que la fotografía era para ella una suerte de poesía visual, una manera de comunicarse a través de la imagen.
Ouka Leele, la poeta
Así como muchas revistas han reproducido su obra fotográfica, tales como Photo Magazine, Diorama, Reviste Actuel, Dezine o Telos, también no solo colaboró en ediciones de algunos libros, sino que publicó algunos propios.
En el año 1996, junto a la periodista Concha García Campoy trabajó en el libro La doble mirada. Seis años más tarde trabajó sobre una serie de serigrafías y dibujos para El Cantar de los cantares del rey Salomón. Asimismo, publicó algunos libros de poesía:
- En el año 2003 publicó un libro de poemas llamado La llave de la jaula.
- Poesía en carne viva es publicado en el 2005.
- En el año 2007 publicó un libro que condensa su trabajo fotográfico titulado Ouka Leele: El nombre de una estrella.
- Al año siguiente (2008) se publicó otro libro de su obra fotográfica titulado Ouka Leele inédica.
- Este libro arde entre mis manos, 2009, libro de poesía.
- Este mismo año (2009) también se publicaría De la embriaguez desnuda.
- Otro libro de poemas en el 2011 titulado Pan de verbo.
Tras su muerte PhotoEspaña le otorgó el premio de honor PHotoEspaña 2022 como un título póstumo. Ese mismo mes (junio del 2022) se le hizo entrega en un homenaje dicho premio en el Museo Lázaro Galdiano ubicado en Madrid.
Vida personal de Ouka Leele
La vida personal de la artista Ouka Leele, en gran medida, es un misterio. Poco se conoce de su vida amorosa, pero sí un poco más sobre su única hija, María Rosenfeldt. Aunque poco se sabe del padre, sí que ella actualmente es amante del yoga, práctica que realiza constantemente, e incluso imparte clases para otros a los que les gusta la actividad; es además diseñadora de moda llevando su propia empresa.
Además, se sabe que la manera en la que la artista cuidó de ella fue poco convencional, pero efectiva. Esto último se sabe gracias al éxito que ha tenido Rosenfeldt en su área personal y laboral. Ella misma recuerda que su madre siempre optó por brindarle la mayor libertad posible, dejándola descubrir por sí misma sus paciones, sin dejar de ser una madre amorosa.
Asimismo, estuvo rodeada de otros artistas que serían parte esencial de su vida, como el director de cine Pedro Almodóvar, el diseñador Javier Mariscal, el fotógrafo Alberto García-Alix, y el pintor Ceesepe.