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Cuando tenemos que elegir el mobiliario que dará forma a nuestro hogar habrá que pensar en nuestras necesidades y capacidades. Están totalmente relacionadas con ciertos factores, como podría ser la edad, limitaciones a nivel funcional, etc.
No elegir un mobiliario adecuado puede limitar mucho a ciertas personas, como es el caso de las personas mayores.
Una correcta adaptación del mobiliario podría asegurar la autonomía de estas personas, eliminar barreras que puedan complicar la movilidad, y evitar obstáculos relacionados con habilidades físicas o psicológicas.
Principales muebles para personas con movilidad reducida
1. Asientos
Los asientos para las personas mayores (por lo general, sillas y butacas) deben cumplir una serie de características para que se puedan considerar adecuados. Por ejemplo, tienen que ser capaces de mantener una buena estabilidad postural.
El asiento debe haberse diseñado de tal forma que contribuye a distribuir las presiones de manera uniforme a través de las diferentes zonas. Solo así se conseguirá un buen flujo sanguíneo, un óptimo confort y se reducirá la posibilidad de padecer determinadas lesiones.
Aquí van algunos prácticos consejos para elegir los asientos:
Elige asientos reclinables: ofrecen comodidad y evitan que se fuerce la postura al levantarse.
- La importancia de los reposabrazos: habrá que asegurarse de que estos tienen una estructura firme y robusta. Además de facilitar que el usuario adopte una buena postura, también son perfectos para aquellas personas que tienen movilidad reducida o poca fuerza en cualquier extremidad inferior. Son ideales para facilitar el hecho de levantarse.
- Respaldo firme: el respaldo debe ser firme para asegurar que la espalda se mantenga recta. Esto evitará cualquier posición incorrecta o que se carguen las articulaciones.
- Sillones con reposapiés: los reposa pies son perfectos para ayudar a descansar las piernas. Mantiene los pies en una posición un tanto elevada, consiguiendo que se reduzca la fatiga y la tensión que se puede acumular en la zona de la columna. Son un buen recurso para evitar la inflamación en las piernas y pies por haber adoptado una mala postura.
- El recurso de las ruedas: comprar un sillón geriátrico con ruedas reclinable es una idea muy interesante, sobre todo para facilitar la tarea a los cuidadores. Además de facilitar el hecho de levantar al paciente, facilitan el movimiento de la persona mayor o impedida a cualquier parte de la casa.
2. Camas geriátricas
Las camas geriátricas también se deben elegir con mucho cuidado. Tienen que estar concebidas para que la persona se pueda incorporar, con la particularidad de que no tengan que hacer mucho esfuerzo para ello.
Una buena idea sería comprar una gama geriátrica que tuviese un motor integrado.
Son muchas las ventajas que ofrece este motor: Por ejemplo, podría reducir el riesgo de que se produzca una caída. Permite que la cama pueda bajar a un nivel más cómodo para que la persona mayor lo tenga más fácil a la hora de levantarse.
También es un recurso que facilita la tarea del cuidador.
3. Mesas para personas mayores o impedidas
Cualquier parte del mobiliario del hogar de una persona mayor o impedida debe ser estudiado para determinar si ofrece la ergonomía que se espera del mismo, como podría ser una simple mesa.
En el caso de las mesas del dormitorio, lo más interesante es que no tengan un tamaño demasiado grande, para evitar generar más obstáculos que puedan producir problemas de movilidad en el dormitorio.
Si estamos hablando de una mesa de exterior (como podría ser aquellas que estén en una terraza contigua a la habitación), sería interesante acoplarles sombrillas para evitar el sol con la llegada del verano.
¿Qué características deben cubrir los muebles para personas con movilidad reducida?
Ahora que ya conocemos los 3 principales muebles para personas con movilidad reducida, y algunas de sus particularidades, vamos a hablar de las características que deberían de cumplir:
- Diseñados para facilitar la acción de levantarse: este tipo de muebles deberían tener las adaptaciones necesarias (como reposabrazos o un motor) para facilitar que el paciente pueda levantarse.
- Estructura para mantener una buena estabilidad postural: así se evitarán aquellas posturas que puedan derivar en problemas musculares, articulares, o de diferente índole.
- Adaptación del tamaño: el tamaño del mueble se debe adaptar a las necesidades que pueda tener cada usuario (por ejemplo, en el caso de las mesas).
- Máxima seguridad: cualquier pieza de mobiliario que se integre en el entorno debe haber sido diseñada para ofrecer la máxima seguridad de cara al usuario.
- Distribución de presión: la estructura también tiene que haber sido concebida para distribuir correctamente las zonas de presión, evitando que se centren en tan solo un área.
- Facilitar el trabajo de la persona cuidadora: un trabajo más sencillo por la persona cuidadora reducirá la posibilidad de que se produzca cualquier tipo de incidente.
Teniendo en cuenta esta información, será más fácil elegir muebles para personas con movilidad reducida.
Imágenes: DepositPhotos