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Mecedorama es una empresa que nace como proyecto de dos arquitectos procedentes de la ETSA (Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid). A finales de 2010, Juanito Jones y Lys Villalba, de 28 y 34 años respectivamente, viajaron a un pequeño pueblo colombiano donde colaboraron con el proyecto Inteligencias Colectivas iniciado por Zoohaus.
Fue en este viaje donde comenzaron su andadura. Estando allí conocieron a un artesano local que fabricaba hamacas tradicionales del llamado «zuncho trenzado«, o lo que más comúnmente se conoce como fleje para embalar. Y es que en Colombia es típico que empleando la misma técnica de trenzado de palma, se obtengan todo tipo de objetos con este material.
Tras algunos días trabajando con este material y sumergiéndose en la cultura local de la zona, ambos arquitectos volvieron a Madrid con la sensación de haber descubierto un nuevo mundo que desarrollar.
Fue así como Lys tuvo la necesidad de construir su propia mecedora. Pidió ayuda a su compañera de estudio María Mallo, también arquitecta, y aunque tardaron tres meses en terminarla, supuso el inicio de la empresa que actualmente conocemos como Mecedorama.
A pesar de ser ellos mismos quienes dicen costarles mucho hacer de su pasión su profesión, lo cierto es que lo han conseguido. Mecedorama lleva camino de cumplir 5 años y no deja de sorprendernos. Todas las piezas están hechas a mano y a medida del cliente, por lo que la diversidad dentro del mismo producto está asegurada. Además captan la esencia de otras culturas cuya tradición siempre fue tejer con los materiales que emplea Mecedorama.
Cada mecedora pertenece a una familia de diseño, y cada una tiene distintas variaciones. Como son personalizables 100%, desde su página web se puede seleccionar desde el modelo hasta el color de la estructura.
Con diseños de corte retro y un gran catálogo de modelos y colores, estas mecedoras suponen un nuevo camino para aquel mueble que parecía estar condenado a tener de por vida una estructura de madera.
Los mismos arquitectos afirman que lo que más les sirvió de su formación como arquitectos fue «tener una gran capacidad propositiva que nos permite llevar a cabo cualquier proyecto, con una enorme capacidad de trabajo y compromiso con la realidad, […] el aprender de los compañeros, cada uno aportando lo que sabe y lo que es».
Y es que a día de hoy, estos tres arquitectos siguen desarrollando su actividad en el mismo estudio donde comenzaron: Leon11 de Madrid.
Es así como Lys, María y Juanito, amigos, compañeros y arquitectos fundan Mecedorama. Con la esencia de un taller artesanal y la profesionalidad de una empresa bien posicionada y con nombre propio, obtenemos productos totalmente personalizados y con carácter. Y lo mejor de todo es que el diseño está a disposición del cliente.