Este pequeño restaurante situado entre los barrios madrileños de Chueca y Malasaña se destaca por su peculiar decoración de temática canina y por su buena comida a precios asequibles.
Perrito Faldero pertenece a la misma cadena que los locales madrileños Tartan Roof y la Neotasca Muñoca, y a su lado mismo un hermano pequeño, el bar de copas La Perrera, le sirve de complemento. Este pequeño restaurante se ha hecho un hueco en la oferta gastronómica madrileña por su ambiente acogedor, su precio razonable y su carta de tintes internacionales.
Su fachada es de un llamativo color celeste, y a la entrada tienen un bebedero y dos aros para dejar descansando a las mascotas perrunas de su clientela. La temática de los perros está presente en el local en una doble vertiente: estética, puesto que la decoración es profusa es canes; y ética (y de negocio), puesto que son un espacio que se suma al concepto dog friendly. Además, también les permite hacer un juego de palabras con el que es su plato estrella: un perrito caliente de 26 centímetros de longitud.
El aforo es bastante reducido, y el local cuenta solo con una docena de mesas, por lo que el ambiente resulta íntimo e informal (pero es aconsejable reservar previamente, al menos en fin de semana). El estudio de interiorismo nEBO fue el responsable de la decoración, que es a un tiempo industrial y kitsch, moderna con toques vintage.
En algunas paredes paredes asoma el ladrillo visto, y en otras hay un recubrimiento textil con figuras de diferentes razas de perro en terciopelo; y encontramos mesas o sillones que continúan el tono azul celeste de la fachada y dan el toque luminoso a la gama sofisticada de blanco y negro del resto del local.
En cuanta a la carta, tiene claros tintes estadounidenses en sus recetas típicas de la comida rápida como las hamburguesas o los mencionados perritos, pero en una versión saludable con ingredientes de gran calidad. Su plato estrella, ese Perrito Faldero Caliente que anunciábamos al principio, consta de una salchicha del tipo bratwurst de carne de cerdo ecológica especiada que mide 26 centímetros, servida en un pan artesano tipo brioche elaborado en el Horno de San Onofre con aros de cebolla en tempura, mostaza verde al estragón, ketchup con curry, queso gruyere rallado y patatas caseras; y no lleva conservantes ni colorantes.
Si queremos algo más sano o exótico, la carta (a cargo del chef madrileño Javier Muñoz-Calero) incluye platos de cocinas tan variadas como la mexicana, la peruana o la tailandesa, y podemos pedir ensaladas, hummus, carnes y pescados como pollo de corral o ceviche de dorada; y si preferimos la gastronomía tradicional propia, encontramos unas cuantas versiones modernizadas de recetas típicas: carrillada de ibérico, tiradito de pulpo, pepito de ternera…
Perrito Faldero ofrece un ambiente desenfadado, un espacio atractivo y buena comida con ingredientes de mercado. El eclecticismo de su carta y la originalidad de alguna de sus propuestas, que logran distinguirlo como el sitio para tomar el mejor perrito caliente de Madrid, han terminado de asegurar que sea una de las opciones predilectas entre los madrileños que quieren comer bien sin vaciarse los bolsillos y en un entorno agradable.
Nombre: Perrito Faldero
Sitio Web: Perrito Faldero
Lugar: Calle de San Lorenzo 9, 28004 Madrid
Metro: Tribunal, Chueca, Alonso Martínez
Horario: Martes a Sábado de 13:30 a 17:00 y de 21:00 a 01:30. Domingos de 13:30 a 17:00
Qué ofrecen: cocina ecléctica e internacional en la que se destaca el «fastgood», sobre todo su perrito caliente de 26 centímetros.
