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Si hace algunos días os hablábamos del encanto del estilo parisino, donde los colores pastel y los espacios diáfanos se convertían en los claros protagonistas, en esta ocasión hemos querido realizar una selección de apartamentos parisinos con estética escandinava que muestran una manera diversa de decorar un hogar en la bellísima ciudad de la luz.
El blanco es el factor común en estos tres apartamentos que mostramos a continuación. Un color estrella en cuanto a decoración e interiorismo se refiere, puesto que permite crear amplitud en espacios reducidos y es elegante y funcional. Como veremos, la luz natural que entra por los amplios ventanales incide en las paredes, creando un ambiente pulido y minimalista en el cual es posible dar rienda suelta a la creatividad y crear espacios únicos añadiendo notas de color a través de los complementos y los muebles seleccionados para cada estancia.
En este estudio escandinavo, el tono blanco de paredes y sillones se combina con los muebles en madera en una tonalidad también suave. El punto colorido lo aportan las plantas que se encuentran repartidas en este salón-comedor cuyo protagonista principal es el gran ventanal que preside la estancia.
Igualmente, el dormitorio posee una estética escandinava y su rasgo característico es la funcionalidad puesto que, como se puede observar en la imagen, la estancia está dotada únicamente de una cama de matrimonio, el vestidor y una pequeña biblioteca de madera que permite guardar libros y, al mismo tiempo, ornamenta la habitación.
Este segundo apartamento es más funcional que el primero, puesto que los espacios parecen más amplios. Una de las razones es que el apartamento es diáfano y, en el caso del salón y el dormitorio principal, lo único que separa ambas estancias es un tabique donde se ha colocado estratégicamente el sillón para aprovechar al máximo el espacio disponible. Un apartamento con un claro diseño escandinavo donde el blanco sigue siendo el principal protagonista.
A diferencia de los dos espacios mostrados anteriormente, este apartamento de quintaesencia parisina, con sus techos altos y sus cornisas grabadas, se aleja del minimalismo moderno típicamente asociado a los países escandinavos. Su aspecto claro y limpio y su iluminación natural son sus cualidades principales.
El detalle que llama más la atención en el salón de este apartamento es el contraste blanco-negro que se establece entre las paredes y el mobiliario. Una mezcla moderna y con estilo para un apartamento del siglo XXI.