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Hilo, lana y sus manos, poco más necesita la artista Ana Teresa Bardoza para construir preciosos bordados inspirados en la vegetación y los paisajes.
De esta manera da vida a una nueva forma de expresar el arte, cuyo espacio se ubica entre los tapices y las esculturas. Usando bastidores el bordado toma un nuevo camino en el que los limites no existen y hoy os mostramos su serie «Suspensiones», una forma de descubrir el lado menos típico de los paisajes.
La artista plástica peruana Ana Teresa Barboza ha logrado como nadie mezclar el dibujo y el bordado de una manera limpia y fascinante, y es que con su obra consigue llegar al público. Despertar en él sensaciones y sentimientos, a través de una depurada técnica que consiste en una manera muy particular de proyectar la condición material del vestido, deshilachándolo, hasta llegar al corazón del bordado. Así es como se humanizan los escenarios y paisajes, así cobra vida la flora y la fauna que en ellos retrata.
Poco a poco el bordado fue apoderándose de los trabajos de esta artista, hasta que al final su obra se basa en una mezcla de pintura y textil unido a la discontinuidad que adquieren algunas imágenes al ser hechas con hilo, «un trabajo manual vinculado a lo femenino, lo doméstico y lo íntimo» sostiene y es que en cierta manera se desvincula del cuadro que no podemos palpar.
Imitando el flujo ondular de las olas, el movimiento de la hierba, cada pieza parece querer expandirse más allá del propio espacio creado para ella, derramándose con una naturalidad armoniosa, asomándose con cierta rebeldía, siendo participe de todo el espacio.
Y es que en cada una de estas obras tienes esa sensación de poder disfrutar del tacto natural de la lana, tocarlas con la mirada, nos adentra en su mundo y en la historia que cuentan estas ilustraciones tan singulares. Buscando siempre el mayor realismo posible, que combinado con el relieve consigue un efecto único.
En 2006, gana el «Pasaporte para un Artista» (concurso de artes visuales organizado por la Embajada de Francia) y viaja hasta París, donde aprende a confeccionar prendas de vestir, esta habilidad le a servido para crear su propia marca de de ropa y accesorios; ANAT.
Si te ha gustado esta obra pásate por su blog, en el encontrarás su obra completa.
