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Desde siempre la capacidad arquitectónica del hombre nos ha impresionado, alturas de vértigo, materiales imposibles, edificios que parecen caer ante nuestros ojos, verdaderas obras de arte que visten las ciudades más modernas y las más retro. Entre los iconos arquitectónicos se encuentra la denominada Arquitectura de Hierro del siglo XIX, una auténtica combinación de genio e ingenio.
La arquitectura de hierro fue una técnica constructiva y un estilo arquitectónico muy común entre los profesionales del sector tras la Revolución Industrial, ya que ésta había dado paso a nuevos materiales y técnicas que hicieron posible los edificios y monumentos más representativos de ese siglo. Cierto es que ya durante épocas anteriores hubo grandes momentos en los que el hierro era un elemento fundamental en la construcción, hay testimonios que conservan el uso de este material, en China durante la Dinastia Tang del siglo IX se uso el hierro para construir pagodas.
Estructuras de hierro colado o fundido de la Arquitectura de Hierro del siglo XIX
En las estructuras de ingeniería el hierro colado o fundido fue imprescindible, los puentes Iron Bridge de Coalbrookdale, 1779 y el Pont des Arts de París, 1801 -conocido por la tradición de los candados de los enamorados- fueron forjados en este material.
A pesar de esta temprana incorporación en las estructuras de ingeniería, el hierro, como material de construcción, era considerado un elemento de «mal gusto» entre los más puritanos y académicos. Se extendió su uso con la arquitectura industrial, al principio como una medida para evitar los incendios -muy comunes desde la invención de la máquina de vapor-. La primera fábrica que no introdujo madera en su construcción fue Ditherington Flax Mill en Ditherington, entre los años 1796-1797.
El modelo de la fábrica inglesa del siglo XIX se basaba en una estructura de vigas o pilares de hierro fundido con muros y bóvedas de ladrillo. La técnica de fundición comenzó a implantarse masivamente en el mobiliario urbano, los ejemplos más simbólicos de este cambio de mentalidad arquitectónica se dieron en pequeños detalles urbanísticos como las conocidas farolas fernandinas, 1832 de Madrid. En París,las fuentes Wallace, 1870, las columnas Morris, 1868 o los edículos Guimard de 1900. Todos estos motivos de ferretería arquitectónica tuvieron su origen en la Inglaterra de 1734, cuando el abaratamiento de costes impuso una estética ecléctica, popular o kitsch.
Arquitectura de Hierro monumental
Los orígenes de la arquitectura de hierro monumental fueron tímidos, ejemplo de ello fue la cúpula de la Halle aux blés del arquitecto parisino François-Joseph Bélanger en 1806.
En 1820 Edward Holl fabrica en las Bermudas lo que se concibió como la primera vivienda levantada en una estructura de hierro: la Commissioner’s House del Royal Naval Dockyard.
16 años más tarde la Iglesia de San Leopoldo, de Alessandro Manetti y Carlo Reishammer, incorpora por primera vez en la arquitectura eclesiástica elementos de hierro visto.
La Biblioteca de Santa Genoveva de París -entre 1834 y 1850- fue el primer edificio público en utilizar una estructura metálica que iba desde los cimientos hasta la cubierta. La bóveda de cristal se sostenía sobre arcos de hierro que descansaban sobre columnas del mismo material, con ello los arquitectos consiguieron dotar de luminosidad toda la biblioteca. Su interior destacaba por no esconder el esqueleto metálico que lo sostenía, mientras que el exterior se enmascaró.
Uso del hierro en exposiciones universales
El uso del hierro como material arquitectónico se extendió con la llegada de las Exposiciones Universales, eventos que organizaban los distintos países para mostrarle al mundo cuáles eran los avances científicos y técnicos propios de cada estado. Al ser espacios que debían albergar miles de personas y máquinas requerían pabellones de grandes dimensiones, por eso se construyeron con medios técnicos más avanzados y en busca de la máxima funcionalidad, de esta manera empiezan a verse los grandes exponentes de la arquitectura de hierro.
Palacio de Cristal de Paxton
Los tres edificios más significativos son El Palacio de Cristal de Paxton, La Galería de las Máquinas de Dutert y Contamin y La Torre Eiffel de Gustave Eiffel.
La primera exposición de estas características se realiza en Londres en 1851, sus promotores querían que la feria tuviera una gran repercusión social, para ello crean el emblemático Palacio de Cristal Joseph Patxon, un gran espacio en el que tienen cobijo cientos de stands de los distintos países con innovaciones tecnológicas.
Este proyecto se constituyó como una novedad de la época, tanto por su aspecto exterior como por la tendencia a usar nuevos materiales. Con una clara influencia en los invernaderos, sobre una planta tradicional se edificó, a base de tirantes de hierro y placas de cristal, una gran nave de hierro y vidrio. Por ello consiguió un espacio diáfano, lleno de luz natural y además, tenía la ventaja de que era prefabricado, con lo que podía montarse y desmontarse sin destruirse.
Galería de Máquinas y Torre Eiffel
El siguiente de la Arquitectura de Hierro del siglo XIX paso se dará en la Exposición de París en 1889 con la Galería de Máquinas y La Torre Eiffel. El primero sorprende por sus dimensiones, 420 metros de largo y 115 de ancho, ese ancho lo consigue un solo arco construido por dos medias parábolas. Otra vez consiguen crear un espacio de montaje y desmontaje rápido y eficaz.
Por su parte, Gustave Eiffel, un ingeniero experto en la construcción de puentes y estaciones de ferrocarril consigue la que, hasta 1931 superada por el Empire State en Nueva York, fue la construcción más elevada del mundo, la Torre Eiffel realizada en hierro tiene 321 metros de altura. Su base formada por cuatro arcos gigantes que descansan sobre cuatro pilares situados en los vértices de un rectángulo y a medida que la torre se eleva los pilares se giran hasta unirse en un solo elemento articulado. Se tardó en construir dos años no exentos de polémica, se consideraba poco estética porque se parecía demasiado a una fábrica. Hoy por hoy es uno de los iconos de Francia y uno de los monumentos más visitados de todo el mundo.
Arquitectura de Hierro en España
En nuestro país las primeras aplicaciones que tuvo el hierro en arquitectura fue en las estaciones de ferrocarril. La Estación de Atocha de Alberto Palacio, es el mejor ejemplo de ello. Cubierta de hierro y cristal esta estación es un mito de la arquitectura española.
Otro ejemplo es El Palacio de Cristal del Retiro, un trabajo realizado por Velázquez Bosco que tomó como referente los palacios que se proyectaban para albergar las Exposiciones Universales. Utilizó materiales como hierro y cristal para la cubierta sobre un espacio de piedra y ladrillo, sería la primera vez que en España se realizaría un edificio de estas características en un espacio no industrial.
Hace algún tiempo hablábamos también de la estructura de hierro que componía el esqueleto del mercado de San Miguel uno de los pocos mercados que quedan en pie basados en la arquitectura de hierro.
Imágenes: archiscene, gotobermuda, madridmetropolis, diedrica, revistaestiloplus, victorcarretero.