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Con el buen tiempo lo que menos deseamos es quedarnos en casa. Poncelet Cheese Bar cumple un año y se ha decidido a ser la mejor opción para refrescarse con una carta de tapas que recogen lo mejor de la casa mientras disfrutamos de una decoración donde lo moderno y lo natural van de la mano.
Para celebrar el año de apertura Cheese Bar quiere refrescar el verano a todos los que pasen por su local. De esta forma ofrecerán tapas para disfrutar de forma más económica de los platos que más éxito han tenido. Otra de las sorpresas son las nuevas tapas creadas por el chef Francisco Pajares, como los «lomos de sardina parrocha en escabeche suave».
El restaurante es famoso por su comida protagonizada por la gran variedad de queso. De hecho, todos sus platos contienen al menos una variedad de este producto. Todo esto le hizo ganador del Premio Alimentos de España 2011 a la restauración.
Su tienda surgió en 2004 con el deseo de traer a sus clientes la mejor selección de quesos nacionales y europeos. Cinco años después, inauguraron el primer y único Centro Afinador de Quesos en España. Y el año pasado crecieron aún más gracias a Poncelet Cheese Bar, un restaurante que impresiona tanto por su cocina como por su diseño.
El estilo contemporáneo y la naturaleza están en consonancia en este local. La decoración inspirada en elementos naturales sugiere un viaje al origen del producto estrella de Poncelet, el queso. El punto bucólico tiene como máxima representación el jardín vertical tapizado en una de las paredes del establecimiento.
Los colores suaves y la iluminación son elementos claves en el estilo del restaurante. La decoración tiene un gusto rupestre con mobiliario de madera que le confiere al lugar su toque más tradicional.
Los casi 700 metros cuadrados desuperficie de Poncelet Cheese Bar están divididos en dos plantas. La planta baja acoge la cava de vinos y quesos. La cava de quesos tiene un diseño con forma de diamante que permite que los sus productos puedan verse desde cualquier zona de la sala. Esta planta, además dispone de dos barras acompañadas de sillas altas en las que los comensales que deseen disfrutar de su pedido de una manera más informal puedan hacerlo.
El resto de la planta baja cuenta con dos espacios distintos. Uno de ellos, con una decoración que busca el ambiente relajado, consiste una mesa comunal de estilo nórdico en la que cualquiera pueda sentarse y mantener una conversación con otros clientes. En el segundo espacio prima más la privacidad y, por tanto, consta de mesas redondas en las que disfrutar del la comida en soledad o en compañía.
La planta superior contiene una biblioteca donde podemos encontrar una gran colección de libros y publicaciones relacionadas con el mundo del queso y la gastronomía. Además, esta biblioteca está destinada a acoger citas relacionadas con el mundo del arte culinario como catas, charlas y conferencias.
Imágenes de Poncelet Cheese Bar