Contenidos
Decorar con plantas de interior tu casa u oficina es una manera fácil y natural de aportarle un toque fresco, y además sus beneficios para la salud y la mente están ampliamente probados.
Una vez os hablamos de los kokedamas, un DIY decorativo con plantas que conseguía convertir cualquier espacio en un rincón zen y sofisticado. Ahora os traemos más ideas para integrar elementos naturales en nuestro interiorismo con las que inspirarnos.
Las plantas son habituales en jardines y exteriores, pero utilizarlas como elemento decorativo en interiores es algo que había quedado relegado al olvido en los hogares contemporáneos, por considerarlas quizás poco prácticas, porque parecía que no encajaban con los estilos excesivamente industriales o modernos, o por que nuestro ritmo de vida habitual no nos permite cuidar de ellas como necesitan. Las tendencias en decoración, sin embargo, las están rescatando y reivindicando su importancia.
Las plantas no solo contribuyen a construir una decoración estéticamente atractiva, sino que está demostrado que además tienen beneficios psicológicos: tranquilizan, reducen el estrés, aumentan la eficacia laboral, disminuyen la cantidad de polvo, reducen niveles de gases nocivos como el CO2 o el dióxido de nitrógeno… Las técnicas orientales del feng shui llevan siglos aprovechando todos estos conocidos beneficios y empleando plantas para conseguir ambientes armónicos y serenos.
Una forma fácil y barata de integrar plantas en nuestros interiores es seguir las tendencias eco y crear nuestros jardines reciclando productos como los versátiles palés, escaleras, cualquier caja o tabla de madera vieja, botellas, etc; para usarlos como macetas o tiestos. Así conseguiremos un estilo que reúna conciencia y gusto, ya que además de reutilizar materiales, tenemos la oportunidad de dejar volar nuestra creatividad y practicar el DIY.
Decorar con plantas pequeñas y resistentes en condiciones de poca luz, como los cáctus o los helechos, nos permite crear composiciones en cualquier rincón de la casa: repisas, estantes, sobre cómodas o mesas…; en las que podemos jugar con cómo las disponemos, con el número que utilizamos, buscando la homogeneidad o, por el contrario, la mezcla de colores y tamaños…
Otra opción es, en vez de colocar las plantas sobre superficies planas, probar a colgarlas bien del techo, bien de la pared. Construir pequeños «muros» vegetales que cubran una pared, una columna o el lateral de algún mueble nos permitirá tener un jardín colgante en nuestra propia casa, que además de ser visualmente atractivo contribuya a purificar el ambiente.
Las plantas más grandes pueden vestir de naturaleza y estilo una estancia por sí solas, atrayendo la atención y haciéndola más cálida. Sin embargo, es importante que los espacios para decorar con plantas de este tamaño sean amplios y luminosos para que el ambiente no resulte sofocante, y a ser posible en habitaciones con ventanas amplias no solo para que reciban la luz que necesiten, sino para que si los colocamos cerca de éstas no las tapen y dejen la estancia a oscuras.
Los diferentes tipos de plantas, y el recipiente en que las situemos, nos ofrecen muchísimas posibilidades a la hora de recrear distintos ambientes: una flor delicada como una orquídea posee una femineidad y sofisticación innatas, un bonsái consigue que cualquier cuarto respire paz zen (y, además, los cuidados que requiere este tipo de planta es una buena manera de practicar nuestra paciencia y constancia y de relajarnos); los cactus, por sus formas simples y sólidas, encajan a la perfección con los estilos minimalistas…
También tenemos la opción de decorar con plantas jugando con las macetas: ¿transparentes para que se puedan ver las tierra y las intrincadas raíces? ¿Un mismo modelo o piezas dispares que resulten en un estilo ecléctico? ¿Maceteros al uso, u otros objetos como regaderas o jarras reutilizadas…? Tenemos tantas opciones que podremos integrar las plantas en cualquier interior y tendencia decorativa.
En cuanto a en qué cuartos podemos situar plantas, las tendencias en decoración las están empleando en prácticamente todos. Sin embargo, hay una serie de cosas a tener en cuenta: las condiciones de calor y humedad de baños y cocinas implican que solo podemos utilizar ciertos tipos de plantas, siempre deberemos buscar aquellas estancias de nuestras casas que tengan mejor luz y ventilación, y en dormitorios se recomienda utilizar solo plantas de pequeño tamaño, porque emiten CO2 durante la noche, y pueden viciar demasiado el ambiente mientras dormimos.
Lo más importante es, en todo caso, escoger una planta que se adapte a nuestras necesidades y a las condiciones que podemos proporcionarle en nuestras casas y oficinas, y conocer bien los cuidados que precisa. Necesitamos saber, por ejemplo, qué tamaño alcanzará (las plantas son seres vivos que crecen y cambian, y por tanto no serán elementos decorativos estáticos), si necesita mucha humedad ambiental, si puede recibir luz directamente, si necesitan mucho o poco riego… y así nos aseguramos de que la que elijamos encaje con nuestros ambientes y con nuestro estilo de vida.
Imágenes: habitissimo, lobsterandswan, sfgirlbybay, thesetingstaketime, thenectarcollective