Los amantes de la lavanda celebran la llegada de su floración con más ganas que nunca tras un año de restricciones. Y es que existe un auténtico paraíso malva para disfrutar con los cinco sentidos a menos de una hora de Madrid, un paraíso llamado Brihuega, también conocida como ‘la pequeña Provenza’. No hace falta desplazarse hasta la costa francesa ni la Toscana para admirar el espectacular fenómeno de floración de la reina de las aromáticas, codiciada desde la antigüedad por sus múltiples propiedades, que luce en todo su esplendor durante los meses estivales en los campos alcarreños.
Brihuega (a 90 km de Madrid), es un pequeño pueblo de Guadalajara conocido como ‘El Jardín de La Alcarria’ por su belleza y gran cantidad de fuentes de agua de manantial, amplios parques y preciosos jardines. Un pueblo de origen celtíbero que esconde los encantos de uno de los municipios más bellos de Castilla la Mancha, declarado Conjunto Histórico Artístico Nacional por su gran riqueza monumental e histórica.
Dentro de este ‘tesoro escondido’ alcarreño se encuentra uno de los hoteles con encanto más premiados de España. Un lugar para desconectar y disfrutar de una estancia de calidad en la que desconexión, relajación, descanso y seguridad están asegurados.
Niwa Hotel & Spa (www.hotelspaniwa.com), ofrece masajes y tratamientos autóctonos exclusivos durante todo el año, como el ‘Masaje de Pindas Aromáticas de Lavanda’, un ritual anti-estrés a base de la flor y el aceite esencial puro de la lavanda, el espliego y el lavandín de La Alcarria.
Un masaje realizado con pindas (saquitos) hechas a mano con las flores y hierbas recogidas artesanalmente, que son calentadas al vapor y colocadas en puntos estratégicos de cuerpo y rostro, y que sirven para masajear y trabajar los meridianos junto con los aceites esenciales de esta flor, combinando movimientos ascendentes y la técnica del masaje shiatsu. Técnica ejecutada con maestría por las expertas terapeutas filipinas del hotel.
Un delicioso tratamiento de aromaterapia que favorece inmediatamente la relajación de todo el cuerpo (músculos, tendones y articulaciones), reduce las molestias y dolores, aliviando el estrés físico y mental, además de ser un potente desintoxicante para el sistema linfático. Hidrata y nutre en profundidad la piel de rostro y cuerpo, y está especialmente indicado para momentos en que es necesaria una cura exprés anti estrés.
Propiedades terapéuticas de la lavanda
La flor de la lavanda es utilizada desde la antigüedad por sus propiedades terapéuticas: relajante, calmante, antiinflamatoria, estimulante del sistema inmunitario, y la aliada perfecta para reducir los estados de ansiedad y nerviosismo, disminuir la tensión arterial, combatir el dolor de cabeza, aliviar las picaduras, evitar el mareo en los viajes, o facilitar las digestiones. Por si esto fuese poco, previene y evita la caída del cabello, y deja un aroma delicioso.
- Relajante natural (efecto sedante)
- Alivio del estrés emocional y físico
- Mejora el insomnio
- Regeneradora de la piel
- Antiinflamatoria
- Cicatrizante
- Mejora la circulación de la sangre
- Favorece el funcionamiento del sistema nervioso
- Antiséptico natural
- Mejora el acné
- Acción analgésica
- Ahuyenta a los insectos y calma su picadura
- Mejora las afecciones de la garganta
- Ayuda a desinfectar y cicatrizar las heridas
- Ayuda a bajar la fiebre
- Facilita la eliminación de los gases acumulados
- Combate las náuseas
- Excelente remedio para el reuma
- Estimula la formación de bilis, lo que ayuda a la digestión de las grasas
- Tiene acción tónica sobre el hígado y el bazo
- Alivia el dolor de cabeza
- Gran digestivo
- Reduce o elimina la tensión muscular y los espasmos musculares
- Mejora los casos de asma, resfriado y de gripe
- Evita la caída del cabello aplicando externamente la infusión de lavanda
- Alivia el cólico estomacal y la hinchazón de tripa
- Es un remedio natural para la gota
- La lavanda también se usa para eliminar el hongo cándida albicans y bacterias que causan las infecciones vaginales
Lavanda, espliego y lavandín
Espliego, lavanda y lavandín son tres especies distintas con propiedades propias a cada uno de sus aceites esenciales. ¿Cómo diferenciarlos?
- El espliego (lavandula spica o lavandula latifolia) es bien conocido en España, donde crece en abundancia desde 0 hasta 600 metros de altitud sobre el nivel del mar. Florece de junio a agosto.
- La lavanda fina (lavandula officinalis) es cultivada en el sur de Francia, donde existe una gran tradición. Crece a partir de los 800 metros de altitud sobre el nivel del mar y florece de abril a mayo.
- El lavandín es una planta híbrida, es decir, un cruce natural, entre el espliego y la lavanda. Crece desde los 0 hasta los 800 metros de altitud sobre el nivel del mar y florece de julio a agosto.
