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Lo que hace la decoración de interiores una disciplina apasionante es el hecho de que esté sujeta a la imaginación. Actualmente conocemos muchos estilos de decoración: art decó, victoriano, rústico o farm house, industrial… y los que están aún por crearse. Todos han surgido a base de prueba y error, de combinar unos accesorios, colores y formas con otras y realizar modificaciones, y claro está que no todos estos estilos encajan con los gustos de todo el mundo, pero cada uno encontrará el que más le guste, ya sea mezclando unos con otros o ciñéndose estrictamente a uno.
Lo más importante para decorar cualquier espacio es que, una vez pensada y llevada a cabo la idea, el propietario o quien vaya a usarlo no sienta que está disfrazado, sino que cumple con sus necesidades y se adapta a sus gustos haciéndole sentir a gusto.
Y es en esta situación donde ha surgido el estilo Scandi-boho, que ya solo con el nombre puede entenderse que consiste en la fusión del estilo escandinavo con el estilo boho. Suele decirse que los polos opuestos se atraen y esto podría aplicarse a este estilo: el escandinavo consiste en la decoración a través de colores claros en las paredes, suelos y techos y con mobiliarios y piezas de decoración también en las mismas tonalidades, mientras se mezclan materiales como la madera con fibras naturales y texturas metálicas, todo con el fin de provocar una sensación de tranquilidad.
Por el contrario, el estilo boho apuesta por colores vivos, vibrantes presentes sobre todo en textiles, aspecto al que se le da muchísima importancia mediante cojines y puffs, alfombras, colchas, accesorios de pared y aprovechando para incluir en ellos motivos étnicos. Pero más que buscar qué es lo que separa un estilo de otro, el scandi-boho coge aquellos elementos que tienen en común y alguno característico de cada uno.
Paleta Neutra
Para comenzar a implantar este estilo deben tenerse claro que abandona los colores propios del boho; los que reinarán en las paredes de los espacios serán los neutros, como el blanco, gris o negro, todos ellos en distintas intensidades.
Todos los materiales naturales son bienvenidos
Este es uno de los aspectos que tienen en común tanto el boho como el escandinavo, el aprecio por materiales como la madera, cemento, mármol de color blanco y para los textiles puedes escoger entre el algodón, la lana (fina o más gruesa), el ante, el lino o yute (perfecto para las alfombras). También es buena idea incluir muebles que tengan aspecto de haber sido usados o que hayan envejecido de forma natural, por lo que comprar artículos de segunda mano es una buena vía para conseguir este estilo.
Tal y como hemos dicho, todo material natural tiene cabida, por lo que los muebles de mimbre o ratán también son aceptados por este estilo. La cerámica también encaja a la perfección, por lo que si te gusta la idea de poner alguna planta en tu casa, puedes aprovechar para adquirir una vasija de este material para colocarla, siempre teniendo en cuenta que en este estilo se suelen incluir plantas como las palmas, ficus o cactus.
Complementos boho
Los estampados no pueden faltar en este estilo, aunque sí que tienen algunas restricciones: no se puede abusar de ellos ni tampoco escoger colores que sean estridentes. Te aconsejamos optar por motivos geométricos y elementos étnicos y místicos y repartirlos de forma equilibrada, por ejemplo en cojines sobre un sofá liso, en espejos de pared o incluso colchas.