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El ser humano ha aprendido a expresarse de diferentes maneras desde que tenemos conocimiento. Ya fuese por medio de señas, sonidos, letras, pinturas y distintas acciones, hemos tenido afán de expresar nuestros pensamientos o sentimientos de alguna forma.
Una de las mejores formas de comunicar ha sido por medio del arte, surgiendo así poetas, dramaturgos, pintores, escultores, etc. que en sus obras han querido transmitir un concepto. Belleza, crítica, fealdad, ensalzamiento, deidades, cotidianidad, sentimientos…
Es por ello que se han desarrollado en las diferentes manifestaciones artísticas distintos medios, métodos y fines, dependiendo de a quién va dirigida la obra, cómo llegará al público y qué pretende conseguir.
En este post hablaremos de la artista Tamara Djurovic —más conocida por su pseudónimo Hyuro— quien fue una gran muralista que se dedicó a pintar para las grandes masas en un formato urbano, fuertemente ligado a su estética feminista.
¿Quién era Hyuro?
La artista argentina fue una de las pocas mujeres que se abrió paso en el muralismo urbano, acaparado históricamente por hombres. Nació en 1974 y trabajó en su país natal pero se convirtió en una artista urbana internacional llegando a trabajar en Brasil, México, Estados Unidos, Marruecos o Túnez, además de gran parte de Europa.
Decidió asentarse en España, en la ciudad de Valencia —donde llevó a cabo gran parte de sus obras— y en donde participó en proyectos como “Murales Interactivos Mujeres de Ciencia” impulsado por la Universidad Politécnica de Valencia y el centro de innovación Las Naves del Ayuntamiento de Valencia.
El proyecto incluyó ocho murales repartidos por la ciudad, realizados por Hyuro y otras artistas latinoamericanas que rindieron homenaje a grandes científicas como la matemática Katherine Johnson, la bioquímica Margarita Salas o la cosmonauta Valentina Tereshkova, entre otras.
Un estilo sensible, íntimo y suave
Hyuro comienza a desarrollar sus primeras obras entre 2009 y 2010. Se trata de ilustraciones llevadas al muro en las que predomina la línea. Realizadas principalmente con pintura negra, consigue que sean obras oscuras, sombrías, debido a que su temática gira en torno a personajes apesadumbrados. Todas ellas están acompañadas de formas ondulantes que recuerdan a volutas de humo o madejas de cabello.
Sus obras más conocidas en Valencia no tienen grandes formatos, representan a figuras femeninas realizando tareas cotidianas pero cargadas de simbolismo. Se conoce que durante su proceso creativo se fotografiaba a sí misma en las poses que iba a plasmar y realizaba bocetos previos.
Algunos de sus murales consistían en una secuencia de imágenes a modo de fotogramas de cine, mediante los que conseguía que se desarrollará una acción dinámica. Este era un recurso muy característico de su obra y trayectoria.
El trabajo de Hyuro fue un trabajo íntimo y muy personal, mostrándonos su universo un tanto inquietante y seductor. Su medio de comunicación es sincero y cercano, pues sus murales destacan por la fuerza innata que reflejan las mujeres pintadas — en algunas ocasiones sin rostro— que luchan todos los días por salir adelante.
Lamentablemente y tras una enfermedad, la artista argentina falleció en noviembre de 2020 en Valencia y se cumple un año de su pérdida. Aunque siempre nos quedará la gran huella que dejó con sus obras.