Cuando se trata del diseño de cualquier establecimiento comercial, la psicología tiene un especial protagonismo. Si hablamos de un centro comercial, este suele tener una estructura fija y que muchas veces se repite en otros establecimientos similares, incluyendo detalles como la disposición de los productos o el lugar de entrada y salida. Lo mismo pasa en los estadios deportivos o en los hospitales.

Y como es evidente, esta psicología del diseño también se aplica en los casinos, aunque de una forma algo diferente a la imagen relativamente lúgubre que tradicionalmente tenían. De todos modos, aún es evidente la influencia de esa psicología en el diseño y la decoración de los casinos, tal como iremos viendo a lo largo de este artículo.

Por cierto, esta psicología también está presente en los diferentes casinos online que actualmente operan en el mercado español. Algo que puedes comprobar y ver más detalles en esta lectura que te enlazamos, donde se reúnen algunos de los mejores casinos del momento.

Roger Tomás y el diseño del patio de juego

Cuando se trata de hablar de la psicología del diseño aplicado a los casinos, sin duda, la figura de Roger Thomás es una de las que más destacan. Este diseñador es uno de los principales responsables del diseño que los casinos de Las Vegas durante las primeras épocas y gracias a él, hoy día, sabemos muchas cosas interesantes respecto al diseño de estos casinos que, además, rompieron con algunas de las normas establecidas tradicionalmente para ellos.

Como prueba, frente a la falta de luz solar y la ausencia de relojes en las zonas de juego, Thomas instaló relojes antiguos y otros objetos de lujo en algunos de los casinos en los que trabajaba.

También añadió elementos que permitieran entrar la luz solar, tales como las claraboyas de los tejados o situadas en la parte superior de las paredes. Estos aspectos se demostraron positivos, ya que desaparecían parte de las sensaciones de agobio que a muchos jugadores les generaba el hecho de que el tiempo pasa de una forma tan extrema.

Algo que puede servir para que la primera visita del jugador este gaste más de lo previsto, pero que puede producir un rechazo a la hora de volver a ee casino, al tiempo que contribuye al agotamiento mental que muchas veces genera el juego.

Espacios para descansar

Siguiendo la premisa que acabamos de apuntar en el párrafo anterior, el planteamiento clásico de los casinos implicaba llenar la zona de juego de todo tipo de máquinas y mesas. Las secciones de restauración o algo tan sencillo como un simple sofá donde descansar un poco se ubicaban en salas anexas a la principal.

Esto impedía que los jugadores pudieran reposar durante sus sesiones de juego, sometiendo a los mismos a un estrés que muchas veces resultaba excesivo. Algo que desembocaba en una fatiga mental considerable y que, a veces, provocaba que las sesiones de juego no fueran tan largas como pueden ser.

A cambio, el planteamiento de Tomás establecía incluir ciertas zonas de restauración dentro de las salas de juego, siempre debidamente encajadas en el diseño general de planta. La existencia de estos pequeños oasis de tranquilidad que son las zonas de restauración o los bares constituyen un aliciente para alargar las sesiones del juego, dado que los visitantes del casino pueden descansar aquí y recuperar fuerzas antes de seguir apostando. Algo que tiene la ventaja adicional de enriquecer la experiencia, que ahora va mucho más allá del simple juego.

Orden y tranquilidad

Si vemos películas antiguas de casinos comprobaremos como las luces brillantes y el diseño cargado de colores son los que prevalecen en las salas de juego. Sin embargo, la iluminación parpadeante y el uso de un exceso de colores pueden provocar efectos que acaban disminuyendo el placer del juego y acortando, en consecuencia, la duración de la sesión.

A cambio, establecer una iluminación estática y con pequeños elementos llamativos y establecer un diseño simétrico en la sala y en la zona de juego ayudan a que esas sensaciones no disminuyan de una forma tan considerable. Un aspecto al que también contribuye un cierto orden en las máquinas o slots, que cuando se encuentran agrupadas ordenadas por su temática resultan más atractivas para los jugadores.

Un casino para cada cliente

Como último aspecto, conviene ajustar el diseño de la sala respecto de los tipos de clientes principales que suelen visitar los casinos

  • Grandes apostadores
  • Jugadores casuales
  • Jugadores frecuentes
  • Huéspedes

Empezando por los grandes apostadores, la idea es que la distribución del casino les permita llegar a su zona de juego privada lo antes posible. Pensemos que este tipo de jugadores raramente muestra interés en las slugs y cuando juega lo hace a juegos tradicionales de casino y en salas específicas para ello, por lo que ofrecerles un rápido camino para que alcancen su objetivo siempre favorecerá bienestar.

Algo parecido pasa en aquellos casinos con hoteles en los que la sala de juego forma parte de la ruta que tienen que seguir para llegar a sus habitaciones. En este caso, contar con una ruta que les involucre ligeramente en el casino pero tampoco les impida llegar a su alojamiento será más conveniente para que, en un momento dado, puedan probar suerte en alguno de los juegos.

Finalmente nos quedan los grupos de jugadores. En el caso de los casuales, estos suelen mantener rutas más o menos anárquicas por el casino, similares a las que cualquiera de nosotros haría en una tienda que no conocemos y vamos a comprar.

Respecto a los jugadores habituales, estos pueden tener rutas parecidas, aunque sabiendo a dónde se dirigen. Dado que los jugadores ya conocen la sala, lo normal es que deambulen por ella para dirigirse a las tragaperras o mesas que más les interesen.

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