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Su escena cultural y la calidad de sus restaurantes han hecho de Gotemburgo un lugar al que acudir para disfrutar de unas buenas vacaciones. Cuna de festivales, museos y grandes jardines, posee un alto atractivo, sobre todo en Navidad cuando la iluminación invade las calles. En medio de este panorama, os hablamos de un piso nórdico con mucho encanto situado en la ciudad y que, seguramente, os dejará embelesados. Ya sabéis que la decoración nórdica es una de nuestras pasiones, y no es la primera vez en la que hablamos de ella.
Se trata de un hogar que recoge muchas de las tendencias en interiorismo de las que hemos estado hablando en las últimas semanas. Una verdadera joya en el marco de la decoración que se compone de dos niveles conectados por una bonita escalinata blanca que hace las veces de área de almacenaje o ropero. Se gana espacio aprovechando la cavidad bajo la escalera que, tras cerrarla, engaña a los sentidos.
Las paredes de ladrillo viejo de algunas estancias se combinan con un fondo totalmente blanco, obteniendo así una sensación de amplitud, limpieza y orden propia de las casas de estilo nórdico. Si hace poco hablábamos de la decoración con palets, el salón-comedor se ve coronado por una mesa móvil de baja altura construida con palets cuya madera se tiñe de oscuro.
Aunque ya hemos dejado atrás las vacaciones de Navidad, recuperamos las recomendaciones de regalos navideños en este post. El motivo no es otro que los cuadros con mensajes y las mantas de pelo que encontramos en el recorrido de esta maravillosa vivienda. Los dueños van un poco más allá e incluyen alfombras de pelo blanco en los dormitorios y el salón.
Se aprecia el concepto de espacio abierto en gran parte del piso, donde los tabiques desaparecen. La excepción reside fundamentalmente en el cuarto de los niños, donde las paredes blancas se conservan.
Nuevamente, nos encontramos con objetos reciclados que adoptan un nuevo uso. Las cajas de fruta, lacadas en blanco, hacen las funciones de cajas donde meter todos los juguetes. Una forma práctica de mantener la habitación recogida incorporando las tendencias sostenibles de decoración.
Un piso nórdico invadido por flores blancas, en su mayoría, que decoran los grandes ventanales. Un ejemplo de cómo integrar este elemento es el dormitorio principal. Un dormitorio que huye de los excesos e incluye mobiliario de diseño como las lámparas de suelo o las butacas tapizadas en cuero.
Pero el recorrido no acaba aún, porque la pequeña terraza de este piso es la guinda del pastel. Un rincón zen al que acudir al final de la jornada para relajarse. Sobre un baúl antiguo, convertido en mesa, nos encontramos con fresas y champán. Una buena imagen para despedir este maravilloso hogar ubicado en Gotemburgo.