Contenidos
Hace tiempo que tengo este artículo en mente y es tan importante para mí transmitir bien todo el cúmulo de ideas sobre cómo ser más productivo y no ser ganado por el agobio, que no sé ni por dónde empezar. Luego, he decidido aplicar uno de mis propios consejos: simplemente empieza y todas las ideas se irán plasmando poco a poco.
Intentaré ir al grano: hace tiempo que quiero plantear algo totalmente fundamental para el bienestar de todos nosotros, el increíble poder del mindfulness en nuestro día a día. Sobre todo para las personas que vivimos en las ciudades con un ritmo estrepitoso de tareas y obligaciones.
Pero para quién no esté familiarizado con este concepto, me gustaría explicároslo resumidamente para que os hagáis una idea de lo que significa exactamente. Aunque algunas personas lo identifican con la meditación, el mindfulness no es exactamente eso. Es más bien un estado de «conciencia o atención plena» que podemos lograr aplicando una serie de técnicas. La meditación podría ser una de ellas, pero también se puede alcanzar con otras muchas actividades: paseando, haciendo ejercicio, pintando, cocinando… Yo diría que, de equipararlo a la meditación, sería la meditación del siglo XXI. Un extracto de lo que supone meditar, pero adaptado al ritmo urbanita que muchos llevamos.
En definitiva, me gusta tanto porque es una manera de que las personas que no paramos, podamos precisamente lograr eso, hacer un stop en nuestras vidas y saborear el presente, ser conscientes de lo que estamos viviendo, cómo lo estamos percibiendo y, más allá, cómo se siente nuestro propio cuerpo con ello. Se trata de un instante de realidad plena que nos ayudará a recuperarnos de la ansiedad, a concentrarnos de verdad y lograr una mayor productividad y bienestar.
Nunca he entendido por qué el mundo de la meditación, el yoga, las técnicas que provienen de Oriente están envueltas en un halo tan esotérico, tan lejano al común de las personas y cuentan con medios de difusión tan poco cuidados en todos los aspectos. Creo que esto ha hecho que muchas personas no se sientan atraídas hacia este tipo de terapias que son tan básicas para nuestro bienestar y apelan a nuestra esencia más profunda.
[bctt tweet=»Descubre el poder del #Mindfulness para nuestro bienestar diario y aumento de la productividad «]
Tuve la suerte de vivirlo en primera persona durante un corto periodo de mi vida en el que viví en India. Allí me impregné de su filosofía de vida y logré entender (siempre lo sabemos, pero de ahí a ENTENDERLO y ser capaces de ver su importancia va un gran paso) lo importante que es sentirse bien desde el interior de uno mismo. Desde esa perspectiva, todo el universo que nos rodea cambia por completo. Ya no nos fijamos tanto en los demás, en lo que piensan de nosotros, ni nos afecta tanto lo que hacen, sino que te centras en ti, en tu tranquilidad, en tu paz, en lo que tú das sin esperar nada a cambio. Y no, ésta no es sólo una forma bonita de hablar, es que cuando llegas a aprender todo eso, ésa es tu realidad a partir de ese momento.
En fin, vuelvo sin querer a desviarme ligeramente del tema al que quería llegar. Con esto os quiero contar que India me transformó, o mejor dicho, yo me transformé gracias a mi viaje a ese lugar y mi mente cambió de óptica. Fuera de ideas preconcebidas, yo no fui allí para eso. Fue un destino inesperado que surgió de repente cuando una amiga me dijo que le acompañara y todo aquello me pilló bastante por sorpresa.
Y en esta transformación por la que muchos pasamos antes o después en nuestras vidas, es donde me he dado cuenta de la importancia que tiene meditar para no perder el norte en tiempos como los que vivimos.
Me es imposible transmitir en un único artículo la enorme importancia de esto, pero sí os puedo garantizar que conocer y practicar el mindfulness cambia la vida de las personas. Frenar por unos minutos nuestro «torbellino mental» y focalizarnos en el ahora tiene multitud de beneficios. El mindfulness o atención plena puede resultar ser un analgésico más potente que la morfina: calma el dolor, alivia el estrés incluso mejora los estados de depresión. Sabiendo todo esto ¿realmente tienes dudas de que practicar esta técnica diariamente no merece la pena?
Hoy solamente me gustaría transmitiros la importancia que este descubrimiento tuvo para mi vida y, la verdad, reconozco que me ha salvado de momentos críticos de estrés en los que la ansiedad me estaba carcomiendo por dentro. Por eso, me gustaría dedicar una serie de artículos en los que os hablaré de la importancia de vivir el momento presente, la plena conciencia, sin aditivos, sin rollos místicos extraños que puedan echar para atrás a alguno que otro 😉 Además, estoy desarrollando un programa de ejercicios para que podáis iniciaros en mindfulness y alguna sorpresa más que tengo preparada y que os contaré en breve.
En definitiva, en este artículo me gustaría transmitiros que, cuando más estresados os encontréis, más cosas y tareas tengáis pendientes en las que os sintáis abrumados, lo más adecuado es parar. Dedicar unos minutos a sencillamente no pensar ni hacer nada. Sin esperar nada de ello, lo idóneo es ser consciente de ese instante, de nuestro propio cuerpo, nuestras sensaciones o, sencillamente, nuestra respiración. Parece complicado, lo sé. Pero como todo, esto tiene su entrenamiento y eso es lo que trabajaremos en las próximas semanas.
Me gustaría mucho que me sigáis en este proceso que estoy segura os ayudará y me seguirá ayudando mucho a mí misma como hasta ahora ha hecho.
Y vosotros ¿hacéis algo para estar más presentes? ¿Cómo acalláis vuestro torbellino mental? ¿Disfrutáis con las acciones cotidianas de cada día?