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De cara a este nuevo verano que empieza, hemos querido tratar un tema que parece renacer cada periodo estival; las segunda residencia, la casa de verano y vacaciones.
No todos las familias pueden optar a adquirir una segunda residencia (en este caso una casa de verano), pero lo cierto es que el mercado español del ladrillo parece indicar, que este 2016 es el año propicio para cumplir tu sueño e invertir en un segundo hogar.
Los analistas señalan que a partir del año próximo los precios de los pisos se incrementarán notablemente. Por eso si llevas pensando un tiempo en esta idea, ahora es el momento de hacerla realidad, porque podrás aprovecharte de la tendencia actual del mercado.
Una vez tomada la decisión de adquirir una segunda vivienda comienza el periodo de búsqueda. Una buena idea para agilizar este proceso es buscar entre las casas de bancos, que además de ser una de las opciones de venta más económicas, te permiten buscar una casa en cualquier parte del territorio nacional.
Estas casas son muy útiles si quieres evitar las negociaciones con un vendedor privado y te ayudarán a agilizar los trámites para que dediques tu tiempo a disfrutar de tu nueva casa de verano.
Otra disyuntiva común al escoger una nueva residencia es elegir el lugar en el que se quiere adquirir la casa de vacaciones, muchas veces nuestra elección está ligada a sitios que tienen un valor sentimental para nosotros, pero otras veces simplemente, son lugares que nos atraen y a los que acudimos asiduamente. El precio varía mucho de si la zona es turística o no y esto es un factor importante a tener en cuenta.
Si tu elección final es el mar o por el contrario la montaña, poco importa. Lo esencial al elegir un nuevo hogar es comparar y asegurarnos de que hemos elegido el adecuado.
Una vez seleccionado podemos empezar con nuestra parte preferida: el diseño de interiores y la decoración.
Opta por los tonos azules y los elementos marineros si eres el afortunado dueño de una casa cerca del mar o por la madera y las fibras naturales si te decantas por un romántico refugio de montaña. Las ideas son infinitas, pero dedicarle tiempo a tu nuevo vivienda, puede ser una buena manera de convertirla en el reflejo de ti, en tu santuario privado.
Un proceso que podrá transformar tu nueva casa en un auténtico hogar. Un lugar donde sentirte cómodo y donde poder ir cuando necesites despejarte de todo y dejar a un lado la rutina.
