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En algún momento de nuestras vidas, todos nos hacemos la misma pregunta: ¿Qué hago ahora con todos los objetos y recuerdos que he ido almacenando a lo largo de los años? Especialmente aquellos que cuentan con un espacio pequeño, esta pregunta puede surgir con bastante frecuencia, ya que el espacio es más reducido y con ello, las opciones para hacer espacio son limitadas.
Una de las mejores soluciones es exhibir nuestras colecciones decorando estanterías. Las estanterías abiertas son una manera simple y fácil de dar al espacio una sensación ordenada y personal, para nosotros y para todo aquel que nos visite.
Lo cierto es que organizar los estantes puede convertirse en un proyecto de diseño en sí mismo y obviamente en el proceso podemos cometer algunos errores cuando se trata de mantenerlos limpios, atractivos y útiles.
En general, la decoración de estantes abiertos pueden ser complicados y hacer que dudemos demasiado en los resultados. Por este motivo hemos decidido compartir contigo algunas ideas sobre cómo diseñar los estantes abiertos para una apariencia ordenada.
Regla de los tres
Cuando se va a decorar una estantería con varios elementos diferentes es importante tener en cuenta no abarrotarla de objetos y mucho menos colocarlos al azar sin ningún tipo de orden. Para conseguir que la decoración abierta se vea mucho más bonita y limpia, se suele seguir la regla de los tres: hacer grupos de tres (habrá posibilidad de hacer más o menos dependiendo del tamaño y la largura de las baldas) dejando siempre un hueco libre, pues es importante que se aprecie la separación de grupos.
De esta manera, se podrá jugar con distintas posibilidades de decoración como colocar, por ejemplo, una pila de libros junto a una planta y una cestita y al otro lado algún cuadro u objeto decorativo con una vela. Esto es cuestión de gustos, pues en otros casos las estanterías llenas de objetos también pueden ser muy agradables, pero normalmente, si se sigue esta regla, se consiguen buenos resultados.
Valorar la paleta de colores
Antes de comprar los objetos y de elegir la estantería, debemos tener en cuenta el ambiente que queremos crear y el estilo de la habitación en la cual vamos a incluir las estanterías. Si ya contamos con la estantería y los objetos, podemos desechar aquellos que menos nos gusten y adaptar la decoración a nuestro gusto.
Si bien es cierto que hay estanterías con miles de colores que quedan muy bonitas en algunos estilos, se recomienda por este motivo conocer el tipo de diseño y por tanto la paleta de colores que mejor convenga. Pero cuidado, el color influye mucho en que la estantería se vea ordenada o desordenada. Si finalmente se decide utilizar varios colores diferentes, puedes optar por ordenar y agrupar los objetos por colores.
Uso de capas o niveles
Al igual que se puede tener en cuenta la regla de tres, también es fundamental dar a nuestro espacio un toque casual, sin llegar a ser demasiado meticulosos con las reglas. El uso de capas o niveles consiste en colocar objetos de manera que creen profundidad: colocar elementos por delante de otros. Esta regla funciona muy bien con pequeños espejos, láminas o cuadros y platos decorativos, pues son objetos que quedan estupendamente en la parte de atrás y, al ser planos, no abusan excesivamente del espacio.
Que no falten los libros y revistas
Si te encanta la lectura, sabrás que, si no se tiene cuidado, los libros enseguida se acumulan en cualquier rincón y puede dar sensación de desorden. Para ello, colocar algunos de tus libros preferidos y las revistas más bonitas en estanterías como piezas de exhibición te ahorrará dolores de cabeza y, además, será un plus para la decoración en tus baldas. Crea una historia de color con tus libros para mejorar la paleta de colores de tu habitación o, si estás buscando una solución de almacenamiento además de una idea de diseño, intenta lucir tus libros verticalmente en grupos reducidos y anclarlos con la ayuda de otros objetos o de sujetalibros.
Lo natural nunca pasa de moda
Entre tanto material y objeto, nada agrega un poco de vida como las plantas y las flores. Además de agregar texturas nuevas, las distintas posibilidades de incluir diferentes colores son infinitas, ¡por no hablar del olor que desprenden! Busca plantas con un atractivo visual como flores recién cortadas, bonitos maceteros con tus plantas favoritas más sencillas de cuidar o un grupo de cactus/suculentas vanguardistas.
Funcionalidad
A parte de la estética y que resulte visualmente agradable, no hay que olvidarnos de la utilidad. Lo mejor de todo es que los estantes facilitan la rotación de los objetos decorativos, lo cual nos brinda una opción fácil para actualizar el espacio o cambiar la decoración según prefiramos. Por este motivo, al ser menos visual, podemos reservar la última balda de nuestra estantería para incluir accesorios bonitos de almacenamiento, como cajas y cestas, para almacenar todo aquello que no queramos tirar pero consideramos que no es el momento para colocarlos.
Juego de volúmenes
Equilibrar las piezas decorativas de varios tamaños es un juego que para mejorar la decoración visualmente, no podemos dejar pasar. Si se usan demasiadas piezas de decoración más pequeñas, puede parecer que luce desordenado y desordenado. Al combinarlas con piezas más grandes o más altas, podremos llenar el espacio sin que las cosas se vean excesivamente desordenadas y aburridas.
Jugar con la simetría
Al repetir acentos y elementos decorativos, creamos un aspecto armonioso y uniforme de arriba a abajo. No sólo es aconsejable repetir los acentos decorativos para evitar que las baldas se vean desordenadas, sino que también es bueno repetir elementos de color y textura. Colocar objetos parecidos en cada balda con el mismo concepto, desde platos, cestas de alambre, vegetación, marcos de madera, jarrones y objetos del mismo color, entre muchas otras opciones, conseguirán que sin quererlo la estantería logre la simetría.
Juega con las texturas
Seguir unos patrones tan neutrales y tan predeterminados pueden hacer que nuestra casa se vea un poco aburrida. Por eso, recomendamos jugar con todos los patrones posibles que incluyan tamaños, formas y texturas. Por ejemplo, la inclusión del vidrio en nuestros estantes no da sensación de pesadez y opacidad, lo cual podemos colocar algún objeto de este material junto a otro que sea todo lo contrario para no recargar el ambiente demasiado.
Nuestro toque personal
Parece obvio, pero no olvides nunca dar tu toque personal con objetos que te traigan recuerdos, pues es lo más importante en tu espacio íntimo. Atrévete a pintar las baldas del color que más te guste, muestra esos tesoros traídos de viajes recientes, añade marcos de fotos con los recuerdos más bonitos para ti y termina por colocar un montón de cosas que simplemente te gusten, no sólo porque queden bien. El hogar es donde contamos nuestras historias a través de las cosas de las que elegimos rodearnos. Nada es hogar si no conseguimos hacerlo verdaderamente nuestro.
Siguiendo todos o algunos de estos consejos puedes conseguir una decoración en tus estanterías exquisita y que resultará envidiable en los ojos de quien las vea.