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El juego forma parte de la historia de Chile desde hace muchos años, ya que algunas formas de juego se legalizaron en 1852.
Hoy en día, el juego está debidamente regulado en el país, y los operadores pueden solicitar una licencia si desean realizar actividades de juego o apuestas en instalaciones de juego terrestres en Chile. Como, por ejemplo, hizo el famoso sitio de apuestas mr.bet/cl hace unos años. En la actualidad, el país está planeando finalmente legalizar por completo los juegos de azar en línea, lo que facilitará aún más las cosas.
El futuro de la industria del juego
Alejandro Weber, subsecretario de Ministerio de Hacienda de Chile, ha revelado que el gobierno buscará regular un mercado de juegos de azar en línea que aportaría alrededor de 55 millones de dólares al año en impuestos.
El subsecretario compartió que uno de los objetivos del proyecto será proteger a los usuarios e imponer reglas a los operadores. La normativa contemplará un impuesto específico que permitirá a Chile acceder a millones anuales por operaciones de juego en línea.
«Con este proyecto estableceremos reglas claras para una industria que actualmente no está regulada en Chile», dijo.
¿Qué significa esto para los casinos en línea?
Aunque se había dado a conocer una iniciativa en 2021, finalmente se presenta el proyecto que busca regular una industria que ya está operativa pero sin un marco legal.
Las cifras más recientes del regulador local, la Superintendencia de Casinos de Juego (SCJ), muestran que ya existen 900 sitios y plataformas de juego en línea, lo que representa un mercado de aproximadamente 150 millones de dólares.
De aprobarse el proyecto, la https://www.scj.gob.cl/ pasaría a llamarse Superintendencia de Casinos, Apuestas y Juegos de Azar y se encargaría de supervisar la industria en línea.
Según los detalles del proyecto, las empresas podrían obtener una licencia de cinco años renovable o una licencia temporal no renovable de seis meses. Se permitirían todos los tipos de juegos, a excepción de las loterías y los que atraigan a menores.
Los titulares de las licencias podrán ofrecer versiones en línea de cualquier tipo de juego permitido por la actual normativa de juego, con la excepción de las loterías.
Los operadores deberán someterse a todos los términos señalados por la Superintendencia para recibir una licencia de juego en línea.
En cuanto a la responsabilidad social, el proyecto de ley estipula que no pueden hacer apuestas los menores de edad ni las personas autoexcluidas.
No se permitirá la realización de apuestas en línea sobre eventos dirigidos a menores de edad, así como la utilización de personajes o gráficos en la publicidad de las apuestas que puedan inducir a los menores a apostar. También estarán prohibidas las apuestas a crédito.
¿Y qué pasa con los impuestos?
El Gobierno explicó que:
- Las empresas que exploten juegos en línea tendrán que pagar un impuesto específico, como sustituto del IVA, del 20% de sus ingresos brutos; una tasa de licencia de 1.000 UTM anuales para las que tengan licencia general y de 100 UTM para las que tengan licencia temporal.
- Si el objeto de las Plataformas de Apuestas en Línea (PAL) es desarrollar apuestas deportivas, deberán pagar el 2% de sus ingresos brutos anuales a la Federación Deportiva Nacional que es objeto de la apuesta.
- Además, las empresas operadoras deberán destinar al menos el 1 % de sus ingresos brutos anuales a acciones destinadas a promover el desarrollo del juego responsable.
Los usuarios también estarán sujetos a un impuesto: tendrán que pagar el 15 % de sus ingresos obtenidos en esta actividad cuando retiren dinero de su cuenta de usuario a su cuenta personal.
Teniendo en cuenta que el proyecto de ley es bastante reciente, y que el actual Congreso y presidente de Chile acaban de entrar en funciones, el juego y las apuestas en línea es un área en la que se esperan cambios relevantes a corto plazo.
Mientras tanto, la autoridad chilena de casinos ha anunciado que ha solicitado al fiscal general que investigue las plataformas de juego en línea, por infringir la Ley de Casinos chilena. Este es un asunto que estamos siguiendo de cerca, ya que parece que los intereses de la parte reguladora y fiscal no están muy bien alineados.