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Hay tiendas que se convierten en algo más que un sitio de paso o un mera plataforma de compras. Son aquellas que consiguen inspirar a través de su decoración, la magia de los detalles y el aura que desprenden. Esto es lo que sucede con Do Design, un proyecto que respira aires nórdicos por los cuatro costados y no podíamos perder la oportunidad de compartirlo.
Se trata de una iniciativa cuyo hilo conductor pasa por crear un espacio donde lo importante sea vivir la experiencia, de ahí la composición de su nombre «Do» «Design». Poder pasear entre las mesas de madera desgastadas y los artículos expuestos al tiempo que se disfruta de un café parece un plan de lo más atractivo.
Se rompe con los patrones habituales de consumo, concediendo mayor peso a la vivencia dentro de la tienda que a la necesidad de vender en sí misma. Razón por la que el diseño interior sorprende y cautiva a partes iguales. Sus techos altos, las vigas de madera y las finas columnas que estabilizan la estructura son elementos fundamentales para conseguir la estética escandinava pulida y armónica.
Recuerda a los grandes lofts neoyorquinos, pero reconfigurando los códigos de la decoración industrial vintage por las claves de la sensibilidad nórdica. Se emplea por tanto una paleta cromática suave donde el blanco y la madera es el binomio protagonista. Las pinceladas de color las aportan los tonos pastel, creando así un ambiente relajado, luminoso y muy acogedor.
Do Design aúna arte, moda y diseño mostrándolos desde un mismo prisma. Un prisma que busca ofrecer una selección exclusiva de objetos encontrados u «objetos trouvés» que tienen como nexo común el gusto por lo bello y funcional, por lo orgánico y artesanal.
Se mezclan las últimas tendencias de corte rústico y tradicional en un espacio vivo dedicado a diferentes líneas de productos. El objetivo: reflejar la filosofía compartida por los diseñadores y artistas emergentes a los que cobijan entre sus paredes.
La tienda cuenta con 200 metros cuadrados divididos en varias secciones según los objetos ofertados: moda y accesorios, muebles y decoración, galería de arte, objetos de papelería y el área de descanso que emula a una cafetería pero de tamaño más reducido.
Se localiza en pleno centro de Madrid: en la Calle Fernando VI, 13, por lo que resulta aún más tentador dejarse caer por la zona y desconectar el reloj durante un buen rato ¿Os animáis?